?Kosovo s¨ª, Kurdist¨¢n no?
Cuando el dedo ruso apunta a Kosovo, muchos miran al dedo. Y sin embargo lo que importa es la independencia de Kosovo que a estas alturas, aunque no deseable, aparece como inevitable para despu¨¦s del 10 de diciembre, fecha l¨ªmite para un dif¨ªcil acuerdo entre Serbia y los kosovares. Pero que sea ruso no significa que los problemas a los que apunta ese dedo sean menores, o no creen precedentes preocupantes. Uno de ellos, es otro con K, los kurdos y el Kurdist¨¢n. Si se otorga la independencia vigilada al primero, ?por qu¨¦ no al segundo? Sencillamente porque un Kurdist¨¢n independiente provocar¨ªa un terremoto geopol¨ªtico en una zona clave para el mundo. Kosovo no.
El plan para Kosovo est¨¢ trazado. No ser¨¢ igual si se impone de forma unilateral que a trav¨¦s de una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que implicar¨ªa el consenso ruso. La guerra de Kosovo de la OTAN se hizo por razones humanitarias no para lograr la independencia. Tampoco la invasi¨®n de Irak se hizo para desmembrar el pa¨ªs (bueno, algunos s¨ª lo pensaban). En Kosovo no estamos ante un ejercicio de autodeterminaci¨®n directa, sino de independencia de la mano de una parte de la comunidad internacional, que adem¨¢s cree que manda as¨ª un mensaje positivo al mundo musulm¨¢n.
Un Kurdist¨¢n independiente provocar¨ªa un terremoto geopol¨ªtico. Kosovo, no
?Qu¨¦ cuestiones se plantean?
Nuevos Estados. Kosovo ser¨ªa el 23? nuevo Estado surgido en Europa desde la ca¨ªda del muro en 1989 y la implosi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica (s¨®lo se ha absorbido uno, la antigua Alemania del Este). La independencia vigilada de Kosovo puede no acabar ah¨ª. Los serbo-kosovares al norte de Mitrovica pueden forzar una nueva escisi¨®n para unirse a Serbia. En todo caso, es otro paso -tras la independencia de Montenegro de Serbia que acab¨® con la llamada Solania- en la atomizaci¨®n de la antigua Yugoslavia.
Europa de microestados. Europa se est¨¢ llenando de Estados peque?os y miniaturas, lo que deja el verdadero poder e influencia en manos de los grandes, en particular Francia y Alemania. La perspectiva de entrada en la UE, como se ha visto en el caso de la Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, ha sido disgregadora, a lo que se suma el error de haber dejado entrar a un Chipre dividido.
Estado d¨¦bil. Incluso acompa?ado por una parte de la comunidad internacional, Kosovo ser¨¢ un Estado d¨¦bil, en manos de mafias, y se puede convertir en un agujero negro en Europa. Puede tender a unirse con el vecino alban¨¦s en una Gran Albania, lo que casi ser¨ªa mejor.
Sentar precedentes. Abjazia y Osetia del Sur, el Alto Karabaj y el Transdni¨¦ster o Chechenia son problemas parecidos, aunque los pa¨ªses en los que se sit¨²an o sus vecinos quieran negarlo. Y por qu¨¦ no hablar del Pa¨ªs Vasco o Catalu?a. Se van sentando precedentes, y Kosovo supone uno m¨¢s.
Bosnia inestable. Pese a los esfuerzos, Bosnia-Herzegovina, una entidad artificial, sigue siendo inestable. Si a los albanokosovares se les deja optar por la independencia, por qu¨¦ negar tal derecho o el de unirse a Serbia a la Rep¨²blica Srpska. O a los kurdos.
Nadie quiere un Kurdist¨¢n. Los kurdos son un pueblo perdido. El Tratado de S¨¨vres de 1920 contempl¨® dotarles de un Estado, pero se qued¨® en nada. Hay kurdos en Ir¨¢n, Irak, Siria y Turqu¨ªa, y en otros pa¨ªses como L¨ªbano, Armenia y Azerbaiy¨¢n, por no hablar de la di¨¢spora (1,3 millones en Europa occidental). Ninguno de estos vecinos quiere ver surgir un Estado kurdo independiente, lo que lleva a curiosas alianzas, por ejemplo entre Ankara y Damasco. Al final, la desintegraci¨®n de Irak podr¨ªa venir m¨¢s por el Kurdist¨¢n que por un Estado chi¨ª y otro sun¨ª posiraqu¨ªes.
Aut¨®nomos en Irak. En el Kurdist¨¢n iraqu¨ª, los kurdos viven en una autonom¨ªa semiindependiente desde 1991. Si consiguieran, como est¨¢ previsto en refer¨¦ndum, unir la regi¨®n de Kirkuk y su petr¨®leo, ser¨ªan m¨¢s ricos y poderosos, lo que Turqu¨ªa quiere evitar.
Agenda del PKK. El Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), considerado como terrorista por Turqu¨ªa y la UE, tiene apoyos en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª, pero su agenda no coincide necesariamente con la del Gobierno aut¨®nomo de Erbil. No busca un enfrentamiento con Turqu¨ªa. Lo que s¨ª queda claro en toda esta crisis es la debilidad del Gobierno iraqu¨ª.
Es hora de que Europa vaya cerrando problemas abiertos hace m¨¢s de tres lustros. Pero si lo hace mal -y ¨²ltimamente acierta poco- puede ir abriendo otros. En el fondo, estamos viviendo una cierta atomizaci¨®n del mundo, aunque algunos gigantes siguen creciendo.
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