5 de noviembre
Tal d¨ªa como el pasado 5 de noviembre de 1327 muri¨® Jaime II de Arag¨®n, el Justo. El mismo d¨ªa de 1670 se firm¨® el tratado de Madrid, poniendo fin a la guerra angloespa?ola. En 1938, la aviaci¨®n franquista bombarde¨® Tarragona. En 1950 la Asamblea General de la ONU aprob¨® iniciar relaciones diplom¨¢ticas con Espa?a. En 1992 Espa?a ratific¨® la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, adquiriendo el compromiso de reconocerlas, respetarlas y promoverlas. El 5 de noviembre de 2007 tuvo lugar en Ginebra la primera Conferencia del Protocolo V de la Conferencia de Armas Inhumanas. Dicho protocolo se ocupa de los restos explosivos de guerra, entre ellos las bombas de racimo, aunque ¨²nicamente trata los efectos posconflicto del uso de estas armas y carece de efectos retroactivos, por lo que es considerado insuficiente por los partidarios de su prohibici¨®n.
La sociedad catalana ha demostrado reiteradamente su compromiso pacifista
Las municiones de racimo (tambi¨¦n llamadas de fragmentaci¨®n o de dispersi¨®n) son unos proyectiles de ca¨ªda libre o dirigida que pueden ser lanzados desde tierra, mar o aire (en ese caso reciben el nombre de bombas de racimo) y que se abren durante su trayectoria, dejando caer centenares de cargas explosivas que se fragmentan en submuniciones y se dispersan en el momento del impacto. Su uso constituye una violaci¨®n del Derecho Internacional Humanitario, ya que producen efectos discriminados y desproporcionados al da?o que pretenden causar. En primer lugar, al extenderse por una zona de gran amplitud, resulta muy dif¨ªcil delimitar su impacto a un objetivo concreto. Por otro lado, en hasta un 30% de los casos, parte de las municiones que se desprenden de cada racimo no llegan a explotar, convirtiendo el ¨¢rea afectada en un amplio campo de minas, con un peligro evidente para los habitantes de la zona, que se perpet¨²a una vez finalizado el conflicto armado. De hecho, la mayor¨ªa de las v¨ªctimas son civiles y, en una proporci¨®n mayor que en cualquier tipo de arma conocida, ni?os, quienes lejos de asustarse, acuden a ellas atra¨ªdos por sus formas y colores. Este tema ha suscitado el inter¨¦s de las organizaciones de cooperaci¨®n al desarrollo que trabajan en lugares como L¨ªbano, Kosovo o Camboya, as¨ª como de un grupo de pa¨ªses encabezados por Noruega, quienes impulsan un proceso internacional que deber¨ªa concluir con un tratado que proh¨ªba las municiones de dispersi¨®n en 2008. El principal peligro radica en los billones de submuniciones que todav¨ªa permanecen en los arsenales militares de muchos pa¨ªses.
Tal d¨ªa como el pasado 5 de noviembre, fueron (re)elegidos presidentes de EE UU Thomas W. Wilson (1912), Franklin D. Roosevelt (1940), Richard Nixon (1968) y Bill Clinton (1996). En 1872 Susan B. Anthony fue la primera estadounidense en atreverse a votar, por lo que fue multada con 100 d¨®lares. Y en 1987, el activista en contra del apartheid Govan Mbeki, padre del actual presidente de Sud¨¢frica, fue liberado tras pasar 24 a?os de su vida en la c¨¢rcel. Promovido por la coalici¨®n internacional de ONG contra las bombas de racimo, el 5 de noviembre se celebr¨® el d¨ªa mundial de acci¨®n contra las bombas de racimo. La sociedad catalana cuenta con varias ONG miembros de la coalici¨®n internacional, unos pol¨ªticos que est¨¢n a punto de aprobar por ley la creaci¨®n de un Instituto Catal¨¢n Internacional por la Paz y un compromiso pacifista por parte de sus ciudadanos demostrado muchas veces a lo largo de la historia reciente, la ¨²ltima en ocasi¨®n de las movilizaciones contra la guerra en Irak. Por ello, cabe pensar que apoyar¨¢ tambi¨¦n activamente este proceso y recordar que, aunque algunas cosas ya se han conseguido (por ejemplo, moratorias nacionales en pa¨ªses como B¨¦lgica, Austria, Suecia, Noruega, Bosnia-Herzegovina o Camboya), todav¨ªa queda mucho por hacer.
Javier Alcalde es investigador del European University Institute de Florencia.
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