Palizas en la red
Llev¨¢bamos tiempo barrunt¨¢ndolo, pero lo de Boiro acab¨® por confirmarlo. En el muelle de Escarabote muri¨® la esperanza de quienes nos las promet¨ªamos medianamente felices porque la sociedad gallega todav¨ªa se resist¨ªa a plagas como la de aplaudir en los entierros de las v¨ªctimas (esa forma de robarles el protagonismo, con la excusa de la solidaridad). El tratamiento medi¨¢tico del v¨ªdeo de la paliza de un menor a otro ha eliminado aquellos rasgos de dignidad espec¨ªfica que ahora reconocemos que se han ido perdiendo en el tiempo como l¨¢grimas en la lluvia. Entonces no lo vimos, pero probablemente el primer s¨ªntoma surgi¨® la tarde del 23 de noviembre de 2000, en la aldea de Enxerto (Carballedo-Lugo).
Ofrecemos lo que el p¨²blico quiere, esa es la disculpa que dan los directores de pista
Se llevaban todo el ganado de Jos¨¦ V¨¢zquez y Marina Cabo, los atribulados propietarios de Parrula la primera vaca loca detectada en Espa?a. La requisa de lo que por algo aqu¨ª se llama facenda se desarrollaba en un silencio dram¨¢tico, punteado por los ruidos de las tareas de subir el ganado al cami¨®n y los sollozos de Marina. Una escena impresionante, Las uvas de la ira en pleno Ed¨¦n rural fraguiano, que decenas de periodistas presenciaban sobrecogidos. Salvo uno que pregunt¨® al aire: "Oy¨¦e, ?qu¨¦ piensos gast¨¢is aqu¨ª?". M¨¢s o menos como si en el entierro de un anciano interrogase a los parientes: "Lo ten¨ªais vacunado contra la gripe, ?no?"
Aquel fue el momento cuando-se-jodi¨®-el-Per¨² y desde entonces -y con la excepci¨®n del Prestige, circunstancia en la que la mayor¨ªa de la profesi¨®n crey¨® que podr¨ªa redimirse, y lo hizo fugazmente-, cuesta abajo hasta Boiro. La paliza en el puerto de Escarabote fue brutal, pero yo recuerdo compa?eros de aula se?alados como ex mercenarios por navajazos, pedradas o balinazos. La hace terrible el que fue propinada para que se grabase. Una snuff-youtube. Las instrucciones del que la captaba en su m¨®vil ("m¨¢s fuerte", "dale de este lado") eran las de un realizador de porno o de reality show. En disculpa de los cooperadores necesarios que amplificaron los hechos de Boiro, hay que reconocer que fue un p¨¢lido reflejo de lo que pasa por ah¨ª. Los 40 euros que presuntamente pagaron algunas cadenas por las im¨¢genes no se pueden comparar con las ofertas de 3.000 para ir a contar lo suyo que ha rechazado el testigo inane de la agresi¨®n a la adolescente ecuatoriana en el tren de cercan¨ªas de Barcelona, aquel se?or calificado de cobarde por personajes cuya relaci¨®n m¨¢s directa con la violencia ha sido despedir a una criada o luchar por un canap¨¦ en un acto literario. No hay nada tan medi¨¢tico como una indignaci¨®n moral bien aireada.
En disculpa de la profesi¨®n, todos sabemos que retransmitir ejecuciones ser¨ªa una buena forma de subir audiencia, pero buena parte de los que estar¨ªan dispuestos a hacerlo es porque en su vida no han tenido delante a una v¨ªctima (que no hayan causado ellos, al menos). Tienen con lo que elaboran el mismo trato despegado que aquellos ejecutivos de una cadena televisiva de Nueva York que, seg¨²n cuenta John Langer en su libro La televisi¨®n sensacionalista, estaban comparando las retransmisiones de un incendio en un orfanato cat¨®lico y uno envidi¨® las im¨¢genes de una cadena rival: "Sus llamas son m¨¢s altas que las nuestras", dijo. Pero otro ejecutivo replic¨®: "S¨ª, pero nuestra monja llora m¨¢s fuerte que las otras". No es a?oranza de unos viejos tiempos todav¨ªa peores, ni un lamento porque parte de la informaci¨®n se haya convertido en un circo. Una buena informaci¨®n es siempre un buen espect¨¢culo,una buena historia. El problema es que los responsables tienen tan poca confianza en el espect¨¢culo que creen que mejora metiendo m¨¢s ruido y m¨¢s payasos en la pista.
Ofrecemos lo que el p¨²blico quiere, es la disculpa que dan los directores de pista, a menudo encogiendo los hombros como dando a entender que adem¨¢s de lo que piden, es lo que se merecen. Hace cien a?os ya explic¨® ese fen¨®meno un editor conservador como Joseph Pulitzer: "Una prensa c¨ªnica, mercenaria y demagoga producir¨¢ con el tiempo gente igual de abyecta". Anteayer, un acusado de cuatro violaciones reconoc¨ªa haber cometido una, y que hab¨ªa confesado las otras tres bajo amenazas de la polic¨ªa: "Me dijeron que registrar¨ªan mi casa y avisar¨ªan a la prensa". Yo tambi¨¦n habr¨ªa confesado. sihomesi@hotmail.com
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