Petr¨®leo a 100
La respuesta a un crudo caro pasa, tambi¨¦n en Espa?a, por las energ¨ªas alternativas y el ahorro
EL PRECIO del barril de petr¨®leo super¨® ayer por primera vez en la historia el m¨ªtico list¨®n de los 100 d¨®lares. Fue el Tapis, el crudo de referencia en Asia, el primero en superar una barrera que ya rozan tambi¨¦n el brent europeo y el West Texas estadounidense. Tiene algo de simb¨®lico que haya sido el petr¨®leo asi¨¢tico el primero en franquear la barrera, pues es precisamente la pujanza de pa¨ªses como China e India la que est¨¢ impulsando la demanda mundial frente a una oferta relativamente inel¨¢stica.
El Organismo Internacional de la Energ¨ªa (IEA) lanz¨® ayer mismo la voz de alarma al advertir que el mundo va camino de ser cada vez m¨¢s dependiente de la OPEP, el cartel que se encarga de regular la oferta para tratar de hacer subir los precios. La historia de ese organismo demuestra que su pol¨ªtica s¨®lo da resultado si las fuerzas del mercado la acompa?an. Pero eso es lo que est¨¢ sucediendo ahora y lo que se espera que ocurra durante los pr¨®ximos a?os. De hecho, la IEA ve probable una crisis de suministro de petr¨®leo antes de 2015 si no se toman las medidas apropiadas para reducir el consumo.
El precio actual est¨¢ cerca, pero no llega al nivel de 1981, corregido por la inflaci¨®n (unos 102 d¨®lares). Por otro lado, la subida del petr¨®leo en d¨®lares (un 52% en lo que va de a?o) se ve algo amortiguada (hasta el 37%) al calcularse en euros, dada la debilidad del billete verde.
Lo que parece claro es que vamos hacia un mundo de energ¨ªa cara y escasa, lo que explica tambi¨¦n que las grandes empresas petroleras, el¨¦ctricas y gas¨ªsticas se hayan convertido en estrat¨¦gicas para los Gobiernos.
En la medida en que incentiva el ahorro energ¨¦tico y el desarrollo de energ¨ªas alternativas, la subida del petr¨®leo se convierte en un arma contra el cambio clim¨¢tico, si bien tambi¨¦n es cierto que convierte en extraordinariamente competitivo al denostado carb¨®n.
No deben subestimarse (y menos desde un pa¨ªs tan dependiente como Espa?a) los efectos sobre la producci¨®n y los precios derivados del choque de oferta que constituye la subida del crudo. Pero la buena noticia es que la econom¨ªa ha demostrado una creciente y sorprendente capacidad de adaptaci¨®n a un mundo con petr¨®leo caro. Eso se debe tanto a una menor intensidad energ¨¦tica por unidad de producto como a una mayor diversificaci¨®n de las fuentes de energ¨ªa.
En los manuales de econom¨ªa se estudia como un error garrafal la pol¨ªtica compensatoria con que Espa?a trat¨® de hacer frente a la primera crisis del petr¨®leo, cuando las subvenciones y desgravaciones tributarias incentivaron el consumo y agravaron los desequilibrios. El d¨¦ficit de tarifa el¨¦ctrica (una subvenci¨®n encubierta de las generaciones futuras al consumo de energ¨ªa actual) demuestra que la lecci¨®n no se ha aprendido del todo. La respuesta debe estar en el ahorro, la eficiencia energ¨¦tica y el fomento de energ¨ªas alternativas.
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