Una 'lolita' habanera en clave in¨¦dita
'La ninfa inconstante', novela de Cabrera Infante sin publicar, ver¨¢ la luz a principios de a?o
Estela y yo estamos unidos en este libro, en esta p¨¢gina, en estas palabras que se suceden. Un abismo nos une: ella muri¨® y yo vivo para escribir este libro. Nos salvar¨¢ este para¨ªso, nos condenar¨¢ este infierno: un libro, la vida.
No fue un solo verano de felicidad sino un verano todo de miseria y fuego. Fue un verano inolvidable pero no por razones obvias, sino porque lo recuerdo ahora como si sucediera ahora. No hay mayor dolor, dice Dante, que recordar el tiempo feliz en la desgracia...
Son l¨ªneas de La ninfa inconstante, la novela p¨®stuma que dej¨® acabada Cabrera Infante y que, probablemente, se publicar¨¢ a principios del pr¨®ximo a?o. Un eslab¨®n m¨¢s de esa ya amplia cadena de n¨ªnfulas y lolitas literarias que en esta ocasi¨®n rebosa ambiente habanero por los cuatro costados. "Guillermo trat¨® de acabar esta obra hasta el ¨²ltimo momento", comenta su mujer Miriam G¨®mez. "Escribi¨® a mano cientos de p¨¢ginas, y lo hizo a mano porque ya no pod¨ªa trabajar bien con la m¨¢quina. Me iba explicando c¨®mo deb¨ªan organizarse esos cientos de notas manuscritas y, desde luego, consideraba que la novela estaba acabada aunque me insist¨ªa que si hab¨ªa algo que no me gustaba, lo rompiera".
Una historia de amor imposible con boleros y La Habana como tel¨®n de fondo
Cabrera Infante (1929, Gibara, Cuba-2005, Londres) es uno de esos autores a los que el paso del tiempo les sienta bien. Su vida y su obra se revalorizan con la constancia de los valores seguros. En este final de 2007, por ejemplo, Miriam G¨®mez ha entregado a su agente literario una novela in¨¦dita; los afamados y poderosos Ridley y Tony Scott han iniciado los tr¨¢mites para realizar una nueva versi¨®n de Vanishing point (Punto l¨ªmite cero), la pel¨ªcula que con gui¨®n del escritor dirigi¨® Richard C. Serafian en 1971 y que se ha convertido en un filme de culto (Tarantino le rinde homenaje en Death Proof) y, por ¨²ltimo, la Fundaci¨®n Gabarr¨®n y la Universidad de Murcia patrocinan unas jornadas sobre el autor de Tres tristes tigres, primera piedra de lo que ser¨¢ el Centro de Estudios Cabrera Infante, una tribuna universitaria de an¨¢lisis y difusi¨®n de la cultura latinoamericana.
En la simple relaci¨®n de los acontecimientos ya surgen dos de las pasiones de Cabrera Infante: la literatura y el cine, que, a su vez, no se conciben sin su entusiasmo por la m¨²sica, La Habana y las mujeres. A ello hay que a?adir que el paso del tiempo no ha hecho sino ratificar la lucidez de sus ideas pol¨ªticas: ya nadie, o casi nadie, duda del car¨¢cter dictatorial del r¨¦gimen cubano, del que se exili¨® en 1965.
"Es una novela muy personal, muy cubana y muy inglesa al mismo tiempo", apunta Miriam G¨®mez. "La acci¨®n transcurre entre La Habana para un infante difunto y Tres tristes tigres [1964]. En ella se narran los recuerdos de la historia de amor de un escritor maduro con una joven pero, tambi¨¦n, se estimula constantemente el juego literario. Yo creo que la protagonista, Estela, no ten¨ªa 16 a?os, era mayor, aunque, a la vez, es una forma de rendir tributo a Jonathan Swift y a su joven dama Stella-Esther".
Una cosa era notable en Estelita: llevaba el sexo literalmente a flor de piel. La piel dulce, con labia en su cuerpo. Grandes labios, breves labios. Su sexo no s¨®lo estaba entre sus piernas, sino que se extend¨ªa por todo su cuerpo como una segunda piel -o como su verdadera piel, aquella que revelaba su vestido, pero la piel oculta tambi¨¦n. Era, de veras, de lo m¨¢s perturbador. Nunca toqu¨¦ la carne de Estela porque siempre se interpuso su piel, su frontera...
Mujeres, m¨²sica, La Habana, literatura, cine (La piel dulce fue un filme de Truffaut)..., una vez m¨¢s surge en esta novela el universo de su autor, sus obsesiones y pasiones, todo aquello que le ha convertido en uno de los grandes escritores en castellano.
"Es verdad", contin¨²a Miriam G¨®mez, "que el libro tiene muchos puntos autobiogr¨¢ficos. Hay muchas situaciones y personajes reales del tiempo que refleja pero tambi¨¦n hay mucho de juego. Se puede leer como un enorme flash-back, un ejercicio de memoria. El propio Guillermo escribi¨® en una de sus notas unas l¨ªneas muy significativas de lo que pensaba sobre la historia de la ninfa":
?Le tuve l¨¢stima alguna vez? No tuve tiempo entonces, con mi vida convertida en un v¨¦rtigo. Ahora es demasiado tarde para todos y ni siquiera s¨¦ si la quise o todo fue un espejismo de mi juventud que comenzaba a irse en una fuga de ocurrencias.
Pero esta historia, lectores, quiero que sea de literatura dura, esa que empez¨® con Cain y termin¨® con James M. Cain. El que llam¨® dos veces. Esa que est¨¢ manejada por los dioses menores. Esa que se deleita en atrapar moscas con una mano por el puro placer de arrancarles las alas. Moscas propicias que despu¨¦s de donar las alas dan vueltas y revueltas alrededor de ellas mismas. Una nueva vuelta de tuerca con esa referencia a Cain (G. Cain era el seud¨®nimo que utilizaba para firmar sus cr¨ªticas de cine en la revista Carteles y a las que hace numerosas alusiones en La ninfa inconstante).
Escribir, lo que hago ahora, no es m¨¢s que una de las formas que adopta la memoria. Lo que escribo es lo que recuerdo -lo que recuerdo es lo que escribo, se?ala en el pr¨®logo de la novela.
"A Guillermo", concluye su mujer, "le quitaron todo pero no le pudieron quitar la memoria".
Los mil rostros del escritor
Entre el 12 y el 16 de noviembre, la Fundaci¨®n Gabarr¨®n en Mula, y en colaboraci¨®n con la Universidad de Murcia, acoger¨¢ en su sede unas jornadas de homenaje al escritor cubano. Ser¨¢ el primer paso para la creaci¨®n de un Centro de Estudios Cabrera Infante, patrocinado por las dos instituciones.
En dichas jornadas intervendr¨¢n profesores universitarios, escritores, cineastas y periodistas que comentar¨¢n las muy diversas vertientes de la obra del autor: literaria, cinematogr¨¢fica y musical.
La presencia de Miriam G¨®mez, mujer e inseparable compa?era desde 1958 del escritor cubano, permitir¨¢ tambi¨¦n conocer el aspecto humano del autor de Tres tristes tigres y protagonista de las jornadas.
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