La leyenda de la Venus desnuda
El Prado reaviva el misterio de una de las obras maestras de Vel¨¢zquez
Carne de enigma y morbo art¨ªstico a trav¨¦s del tiempo, La Venus del espejo lleva ya dos noches durmiendo en las salas del Museo del Prado. La Venus m¨¢s misteriosa del mundo y una de las obras cumbre de Diego Vel¨¢zquez (1599-1660) se exhibir¨¢ dentro de unos d¨ªas sin pudor ante los ojos del visitante, en lo que supone una de las contad¨ªsimas salidas que ha hecho de la londinense National Gallery.
El ¨²nico desnudo de la pintura espa?ola del siglo XVII ser¨¢ la estrella de la exposici¨®n que el Prado dedica a las obras mitol¨®gicas del artista, F¨¢bulas de Vel¨¢zquez. Mitolog¨ªa e historia sagrada del Siglo de Oro, que se podr¨¢ visitar a partir del d¨ªa 19.
La modelo fue Olimpia Triunfi, con la que el pintor tuvo un hijo
La Inquisici¨®n ten¨ªa en aquella ¨¦poca desterradas las im¨¢genes carnales
Toda la historia que rodea a esta gran obra, la joya de la temporada, es del todo singular: una Venus completamente desnuda como esta era algo totalmente ins¨®lito para una ¨¦poca en la que la Inquisici¨®n ten¨ªa desterradas las im¨¢genes carnales.
Las primeras dudas de lo que podr¨ªa llamarse el misterio de la Venus se plantean en torno a su fecha de ejecuci¨®n. La mayor parte de los historiadores cree que fue pintada durante su segundo viaje a Italia, en 1648. Pero lo cierto es que la primera noticia de la obra es de 1651, a?o en el que aparece inventariada entre las propiedades de Gaspar M¨¦ndez de Haro, marqu¨¦s de Eliche, sucesor del conde-duque de Olivares ante Felipe IV.
Pero la gran inc¨®gnita es saber qui¨¦n es esa bell¨ªsima mujer que posa de espaldas y cuyo rostro se percibe borroso en el espejo que sostiene Cupido. Existe la teor¨ªa que apunta a una de las muchas amantes del marqu¨¦s de Eliche, hombre con fama de libertino y promiscuo. La versi¨®n m¨¢s difundida es que la mujer es inventada y que Vel¨¢zquez se inspira en la escultura cl¨¢sica conocida como el Hermafrodita borghese, cuyo original se encuentra en el Louvre y del que existe una copia en el Prado.
Tambi¨¦n se ha escrito que se inspir¨® en uno de los modelos pintados por Miguel ?ngel en la Capilla Sixtina. Las discusiones entre profesores han generado y siguen generando abundant¨ªsima literatura. Sin embargo, las ¨²ltimas investigaciones se?alan a Olimpia Triunfi como la aut¨¦ntica Venus. Todos los indicios apuntan a que se conocieron en Roma cuando el pintor ten¨ªa 50 a?os y ella, entre 18 y 20.
Vel¨¢zquez hab¨ªa hecho su primer viaje a Italia en 1629. Ten¨ªa entonces 30 a?os y se qued¨® durante casi un a?o. En el segundo viaje, hecho por encargo del rey para mandar reproducir grandes esculturas, es ya un grand¨ªsimo artista que se relaciona con los mayores creadores del momento. Le nombran acad¨¦mico, le agasajan y a ¨¦l le encanta el ambiente de libertad que hay en Italia. Le gusta tanto que el rey le pide que regrese en varias ocasiones y ¨¦l retrasa el viaje lo m¨¢s que puede. Parece que le une el amor por la joven Olimpia, pero, sobre todo, el hijo que tiene con ella.
La historiadora brit¨¢nica Jennifer Montagu descubri¨® a comienzos de la d¨¦cada de los ochenta que Vel¨¢zquez, casado en Espa?a y padre de dos hijas, hab¨ªa tenido un hijo en Italia.
Apoyada en documentos, la investigadora demostr¨® que el pintor hac¨ªa pagos peri¨®dicos a Olimpia para el mantenimiento del peque?o, un ni?o llamado Antonio. En esos documentos se descubre un Vel¨¢zquez preocupado por la precaria salud del ni?o y desconfiado ante los cuidados que le prodiga la madre. El ni?o muri¨® cuando contaba s¨®lo ocho a?os de edad, por causas desconocidas.
Posteriormente se han encontrado en archivos romanos numerosos documentos que completan los descubrimientos de Montagu. En ellos se detallan las cantidades y la periodicidad de aquellos env¨ªos de dinero.
Vel¨¢zquez muere a los 60 a?os, lo que significa que pinta a la Venus en su ¨²ltima d¨¦cada, en su etapa de m¨¢xima madurez, cuando realiza sus obras maestras m¨¢s conocidas, entre ellas El barbero del Papa, Las meninas, Las hilanderas...
?Se atreve a realizar m¨¢s desnudos? Dependiendo de los historiadores que se consulte, parece que pudo pintar dos m¨¢s. Hay escritos en los que se habla de uno de ellos y de que se tratar¨ªa de otra Venus. Si la hizo, est¨¢ desaparecida. El inter¨¦s por ese segundo desnudo velazque?o es tal que dos novelas lo tienen como tema central. Una es La mano de Vel¨¢zquez, de Lourdes Ortiz. El segundo libro es obra de Thomas Hoving, conservador del Metropolitan de Nueva York.
No se sabe cu¨¢nto cobr¨® Vel¨¢zquez por la La Venus del espejo pero los expertos se arriesgan a asegurar que debi¨® tratarse de una suma alta, dado que era el pintor de c¨¢mara del rey. Del due?o inicial, el marqu¨¦s de Eliche, el cuadro pas¨® a manos de unos coleccionistas privados brit¨¢nicos en Rokeby, condado de Yorkshire, de ah¨ª que esta pintura sea tambi¨¦n conocida como La Venus de Rokeby. En 1905 fue adquirida por la National Gallery de Londres. Muy pocas veces ha abandonado este santuario. El acuchillamiento de la tela en 1914 por una sufragista que consideraba escandalosa la obra hace que las medidas de seguridad del cuadro sigan siendo extremas. La Venus no pisaba suelo espa?ol desde 1990.
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