El Gobierno de Aznar no conden¨® el golpe de Estado

Lejos de condenar el golpe de Estado en Venezuela contra el presidente Hugo Ch¨¢vez, el Gobierno de Aznar lo dio como un hecho consumado, salud¨® al golpista, Pedro Carmona, como "nuevo presidente", dio instrucciones a su embajador en Caracas para que se reuniera con el estadounidense y con Carmona y pact¨® con el Gobierno de EE UU una declaraci¨®n conjunta en la que lanzaban sus primeras peticiones al nuevo gobernante venezolano.

Tras aquella reuni¨®n, el embajador espa?ol, Manuel Viturro, informaba por telegrama: "Desde el primer momento puntualizamos que se trataba de una gesti¨®n de representantes de dos pa¨ªses amigos de Venezuela que por su parte se declaraban amigos del se?or Carmona y que la gesti¨®n no ten¨ªa por objeto inmiscuirnos en asuntos internos". Era 13 de abril de 2002. Ese mismo d¨ªa, Aznar contestaba a una llamada telef¨®nica de quien consideraba su hom¨®logo venezolano.

El actual ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, desataba la pol¨¦mica en noviembre de 2004 al declarar en el programa 59 segundos, de TVE: "El embajador espa?ol recibi¨® instrucciones de apoyar el golpe..." y pocos d¨ªas despu¨¦s, el 1 de diciembre de 2004, en el Congreso, Moratinos a?adi¨®: "El Gobierno [de Aznar] pretendi¨® legitimar el golpe".

La ca¨ªda definitiva

Lo cierto es que nunca lo conden¨® porque lo interpret¨® como la ca¨ªda definitiva de Ch¨¢vez. En la declaraci¨®n conjunta, ni Madrid ni Washington se pronunciaban contra el golpe. Al contrario, lo segu¨ªan "con gran inter¨¦s": "Los Gobiernos de Estados Unidos y Espa?a (...) siguen los acontecimientos con gran inter¨¦s y preocupaci¨®n y en contacto continuo (...) y expresan su deseo de que la excepcional situaci¨®n que experimenta Venezuela conduzca en el plazo m¨¢s breve a la normalizaci¨®n democr¨¢tica plena".

En la misma l¨ªnea, el 14 de abril de 2002, el portavoz de exteriores del PP, Gustavo de Ar¨ªstegui, aseguraba en El Mundo: "La revuelta popular abre una puerta a la esperanza". Estaban tan seguros de su diagn¨®stico que el embajador espa?ol incluso deb¨ªa formar parte de un grupo de tres personas que inclu¨ªa al arzobispo de Caracas, (entusiasta del golpe) para escoltar a Ch¨¢vez hasta el aeropuerto de Caracas y subirlo en un avi¨®n a La Habana.

Tras el fracaso del golpe de Estado, en una reuni¨®n en mayo de 2002 en Madrid, Hugo Ch¨¢vez declar¨®: "Aznar me ha prometido que nunca apoyar¨¢ un Gobierno no constitucional en Venezuela".