"Si quieres una bomba at¨®mica necesitas la mec¨¢nica cu¨¢ntica"
En la perspectiva cotidiana sobre la ciencia y la tecnolog¨ªa se pierde a menudo la reflexi¨®n m¨¢s profunda sobre su papel en la sociedad y en la econom¨ªa, su sentido hist¨®rico y sus tendencias. Por ello es edificante una conversaci¨®n con Dominique Pestre, historiador de la ciencia. Pestre, de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (Francia), dio un seminario en el reci¨¦n estrenado Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, en Madrid. ?l pronostica el futuro protagonismo de la nanotecnolog¨ªa y aconseja invertir en enfoques de investigaci¨®n a?adidos a los tradicionales de la ciencia acad¨¦mica.
Pregunta. ?Ha sido el siglo XX, el siglo de la ciencia?
Respuesta. Creo que sucedieron cosas m¨¢s importantes a¨²n en el siglo XIX, cuando la ciencia acad¨¦mica se convirti¨® en esencial para el desarrollo de las tecnolog¨ªas, de cosas como la electricidad, la qu¨ªmica org¨¢nica, la telegraf¨ªa, la radio, la electro-tecnolog¨ªa (y luego la electr¨®nica)... No ser¨ªa correcto decir que el siglo XX fue el siglo de la ciencia porque tambi¨¦n lo fue el XIX.
"Hay que integrar la sostenibilidad en el desarrollo tecnol¨®gico"
"Se estudia la naturaleza pero a la vez se genera un tecno-mundo"
P. Pero en el siglo XX se han producido grandes avances en ciencia fundamental, por ejemplo en cosmolog¨ªa, en f¨ªsica o en biolog¨ªa. ?Tambi¨¦n las considera orientadas a la tecnolog¨ªa?
R. S¨ª, por supuesto, al menos en su mayor parte. Es el tipo de f¨ªsica que fabrica un nuevo mundo, el mundo de la electricidad, de las sondas electromagn¨¦ticas. Se estudia la naturaleza pero a la vez se genera un tecno-mundo en el que se construyen cosas. Es una ciencia que necesita de la tecnolog¨ªa para existir y que, a la vez, produce nueva tecnolog¨ªa, e inmediatamente entra en el proceso de la tecno-organizaci¨®n de la sociedad.
P. ?Y c¨®mo encaja el hecho de que el siglo XX, dicen, ha sido el de la f¨ªsica y el XXI puede ser el de la biolog¨ªa?
R. Hay que comprender el porqu¨¦ del ¨¦xito de una disciplina. La f¨ªsica se ha descrito, desde la d¨¦cada de 1860 hasta la de 1970, como la reina de la ciencia. Una de las razones es que era la ciencia tecnol¨®gicamente m¨¢s ¨²til. Si quieres una bomba at¨®mica necesitas la mec¨¢nica cu¨¢ntica. La pregunta que hay que hacerse es qu¨¦ ha cambiado en la sociedad para que ahora la biolog¨ªa sea m¨¢s importante. ?Qu¨¦ sucede con la f¨ªsica a partir de 1890, cuando se convierte en microf¨ªsica y la comprensi¨®n se canaliza a trav¨¦s del electr¨®n y luego la radiactividad, el ¨¢tomo, las part¨ªculas elementales...? El mundo se reconstruye como un mecano a partir de sus componentes elementales. Es la revoluci¨®n de la f¨ªsica. Lo mismo pasa con la biolog¨ªa despu¨¦s de la II Guerra Mundial, cuando se convierte en biolog¨ªa molecular y los cient¨ªficos, con la ingenier¨ªa gen¨¦tica, son capaces de reconstruir el organismo a partir del nivel molecular, hacer la oveja Dolly, etc¨¦tera. En eso se basa la fuerza de la f¨ªsica y luego de la biolog¨ªa: una condujo a la bomba at¨®mica, la otra a los organismos modificados gen¨¦ticamente. La posibilidad de controlar el organismo, la biomedicina, se ha convertido en algo fascinante. Pero todav¨ªa la tecno-f¨ªsica es m¨¢s importante. Lo que ha cambiado es la percepci¨®n a escala de visibilidad social.
P. ?Y el futuro, ser¨¢ de la biolog¨ªa, de la f¨ªsica o de ambas?
R. De la nanotecnolog¨ªa, la convergencia de la f¨ªsica, la qu¨ªmica y la biolog¨ªa a nivel nano.
P. Usted habla de tecno-ciencia como algo indivisible, sin embargo, se invierte tambi¨¦n en investigaci¨®n fundamental, sin aplicaci¨®n directa aparente.
R. Se habla de ciencia fundamental, pura, aplicada, tecnolog¨ªa... pero tenemos que ser conscientes de lo fuerte que es la unidad de todas ellas y, desde 1860 hasta 2007, esta relaci¨®n es cada vez m¨¢s intrincada. El l¨¢ser, por ejemplo, es un descubrimiento de ciencia fundamental, pero no se pod¨ªa hacer sin la tecnolog¨ªa para lograrlo y, a su vez, tiene un fuerte impacto tecnol¨®gico.
P. ?Cu¨¢l es el papel de la investigaci¨®n militar en todo esto?
R. De nuevo retrocedamos en el tiempo, hasta el siglo XVI esta vez, y el impulso de la nueva ciencia y la nueva tecnolog¨ªa en Occidente, que nos hace tan poderosos en los siglos siguientes. Ese impulso se sustenta en gran medida en la guerra. En las cortes del Renacimiento italiano, los gobernantes son mecenas de arte, pero tambi¨¦n rigen el estado, necesitan m¨¢quinas que produzcan cosas, pagan ej¨¦rcitos y nuevas armas. El desarrollo de la ciencia va unido a todo eso. Ahora, si al Pent¨¢gono puede serle ¨²til la nanotecnolog¨ªa pues financia su investigaci¨®n. Las nuevas armas precisan ciencia y tecnolog¨ªa. No es nada nuevo.
P. ?Y ahora, c¨®mo se orientan la ciencia y la tecnolog¨ªa?
R. El mundo ha cambiado profundamente y el proceso de globalizaci¨®n es un buen indicador. Pero ha cambiado tambi¨¦n en el sentido de la preocupaci¨®n por las consecuencias del desarrollo tecnol¨®gico e industrial, algo que no estaba claro hace 50 a?os. Cuestiones como el medioambiente, la contaminaci¨®n o el cambio clim¨¢tico deben estar en los programas de investigaci¨®n. El Gobierno que invierta en ellas har¨¢ lo correcto y el que defienda la tecno-ciencia del viejo modo, probablemente quedar¨¢ en una posici¨®n d¨¦bil en un futuro pr¨®ximo. El desarrollo tecnol¨®gico sostenible se ha convertido en cuesti¨®n capital.
P. ?Por su efecto econ¨®mico?
R. Pongamos, por ejemplo, el c¨¢ncer: Hay estudios que muestran que gran parte de los c¨¢nceres, probablemente la mayor¨ªa, est¨¢n relacionados con la contaminaci¨®n. Entonces, puede ser muy inteligente abordar esa enfermedad por ah¨ª. Reducir su impacto, ser¨ªa fant¨¢stico tambi¨¦n desde el punto de vista econ¨®mico. O el cambio clim¨¢tico, cuyo coste puede ser enorme y en el que afrontamos las consecuencias de las formas de desarrollo del pasado. Ahora tenemos que integrar de modo profundo la sostenibilidad en el desarrollo tecnol¨®gico. Una tecnolog¨ªa sostenible significa movilizar otros tipos de conocimientos diferentes de los tradicionales. Por ejemplo, si es cierto que el c¨¢ncer est¨¢ ¨ªntimamente relacionado con el entorno, la biolog¨ªa molecular puede seguir buscando los genes de predisposici¨®n a la enfermedad... Pero hay que movilizar tambi¨¦n otros recursos.
P. ?No puede esto convertirse en un argumento para despreciar la importancia de invertir en ciencia y tecnolog¨ªa?
R. No hay que parar el desarrollo de la ciencia y la tecnolog¨ªa, sino hacerlo de un modo nuevo. La aceptaci¨®n social y la protecci¨®n del entorno, as¨ª como los efectos del sistema tecnol¨®gico, deben ser investigados y para ello hay que movilizar a otros sectores, adem¨¢s de los tradicionales de f¨ªsica, biolog¨ªa, qu¨ªmica o matem¨¢ticas.
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