Baloncesto sin barreras

Dispuesto a sacar de banda en la zona rival, ?ngel mira a sus compa?eros de equipo sin decidirse a soltar la pelota. Juanjo, el entrenador, verbaliza la situaci¨®n: "?Si no os abr¨ªs, no hacemos nada!". El equipo, dividido entre jugadores con petos azules y rojos, que entra en una de las canchas de la Polideportiva de Riazor como cada martes y jueves de 20 a 21 horas, es el Brigantium-Aspronaga. Es el resultado de tres a?os de colaboraci¨®n entre un peque?o club de baloncesto, el Brigantium, y la Asociaci¨®n Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga) y est¨¢ formado por personas con distintos grados de discapacidad ps¨ªquica.

Compite en el nivel 1 de la liga espa?ola de Special Olimpics (el a?o pasado qued¨® en sexto lugar), tiene otro equipo en el nivel 3 y ha aportado dos jugadores a la selecci¨®n nacional que consigui¨® el bronce en los campeonatos mundiales celebrados en Shanghai (China) el pasado mes de octubre.

Los muchachos disputar¨¢n un partido la semana que viene en Brasil

Dos de sus miembros fueron seleccionados para el Mundial de China

Aplicar las normas del juego "les viene muy bien para su vida personal"

La semana que viene jugar¨¢n en Brasil. La Fundaci¨®n de Deportes de la ciudad de Blumenau les ha invitado a unas jornadas de baloncesto y la Direcci¨®n Xeral de Turismo de la Xunta les ha apoyado para que acepten. No podr¨¢n llevar a ?ngel, la figura del equipo, que tampoco pudo ir a China, porque tiene p¨¢nico a viajar en avi¨®n. "Me gusta mejorar los bloqueos, tener t¨¢cticas y jugar en equipo", dice ?ngel Carbajo Casti?eira, un agraciado mocet¨®n de 32 a?os, que en su segundo a?o de baloncestista tambi¨¦n juega con el equipo senior del Brigantium a secas.

"Me gusta porque me muevo, corro, disfruto", sonr¨ªe Sergio Barbeito, uno de los jugadores de la selecci¨®n, impaciente por volver al extranjero. Manuel Paz fue tambi¨¦n medallista, en el Special Olimpics de Barcelona con el equipo de f¨²tbol sala, pero dice que prefiere el baloncesto "porque hay menos patadas y se puede jugar con las manos". "Me retir¨¦ por las patadas, esto es m¨¢s entretenido", apoya Pedro Su¨¢rez, un p¨ªvot de 48 a?os al que le gustan Due?as y Gasol. "Hay que mover la porter¨ªa, tirar la pelota, pararla, un rollo", coincide en denostar el balompi¨¦ Rafael Souto, tambi¨¦n p¨ªvot. En el Brigantium-Aspronaga no s¨®lo hay conversos. Hay a quienes la afici¨®n les viene de antiguo como a Iv¨¢n Cea, de 31 a?os, un base que admira a Felipe Reyes. Su sue?o ser¨ªa "jugar en una pista de la NBA, en la de los Chicago Bulls". Y tambi¨¦n quien tiene una pasi¨®n pura y a la vez pr¨¢ctica: "Lo que me gusta del baloncesto es meter canasta", se confiesa Miguel Ca?¨¢s, jugador de f¨ªsico imponente.

Vi¨¦ndolos jugar, no es que evolucionen como sus ¨ªdolos, pero tampoco parece una sesi¨®n de parip¨¦ para las c¨¢maras o las conciencias. "La gente puede pensar que botar un bal¨®n es muy sencillo, pero para estas personas, saber hacerlo, distinguir la l¨ªnea de 6,25 entre tantas, los tres segundos de zona es duro. Hacer todas esas lecturas les viene muy bien para su vida personal", asegura Juanjo Esteban, entrenador, presidente "y lo que haga falta" del Brigantium, y que hasta la formaci¨®n de este equipo hab¨ªa dedicado toda su vida al mundo del baloncesto pero no ten¨ªa relaci¨®n alguna con el de los discapacitados. "Mis mayores satisfacciones las he tenido en estos tres a?os, porque no es s¨®lo ni ante todo el progreso t¨¦cnico, que lo ha habido, sino lo que han evolucionado como personas", dice.

El director gerente de Aspronaga, Pompeyo Fern¨¢ndez, est¨¢ de acuerdo. "Hab¨ªa quien casi no pod¨ªa sostener un bal¨®n y ahora lo botan, pero la evoluci¨®n m¨¢s incre¨ªble es la de las actitudes, porque juegan en equipo personas que antes s¨®lo pensaban en s¨ª mismas". Y no s¨®lo entre ellos. En ocasiones, el Aspronaga se enfrente al equipo de alevines "y es curioso como se protegen mutuamente, y rompen ese miedo al otro", cuenta Esteban. Lo que el entrenamiento s¨ª inculca, independientemente de los principios de la defensa zonal, es autoestima. "Me gusta el baloncesto porque juego muy bien", suelta Laura Pena, la ¨²nica chica, tan peque?a como resuelta.