Guerra al despilfarro de las bolsas de pl¨¢stico

Se estrecha el cerco a la proliferaci¨®n de las bolsas de pl¨¢stico. Los grandes comercios y supermercados las regalan habitualmente a sus clientes y ello ha disparado un uso abusivo que se ha convertido en una fuente de contaminaci¨®n ambiental que es preciso atajar. En Londres, se estudia prohibir su uso. En Irlanda, se ha logrado reducir su circulaci¨®n en un 90% tras imponer una tasa y este ejemplo es el modelo que proyecta seguir la Generalitat de Catalu?a que estudia gravar su presencia con una tasa ecol¨®gica.

En el mundo hay cuatro medidas para controlar la perniciosa proliferaci¨®n de estos envases: concienciaci¨®n al usario; prohibici¨®n directa de su utilizaci¨®n; promoci¨®n del reciclaje, o la imposici¨®n disuasoria de tasas por el uso de pl¨¢stico.

Seg¨²n publicaba ayer el diario The Independent, Londres y otras 80 ciudades brit¨¢nicas tambi¨¦n est¨¢n debatiendo la posibilidad de imponer esta prohibici¨®n para atajar una pr¨¢ctica que s¨®lo en el Reino Unido es la causa de la puesta en circulaci¨®n de 1.300 billones de bolsas de pl¨¢stico cada a?o que, por ejemplo, matan la vida marina. En Sud¨¢frica hay multas de hasta 13.800 euros, seg¨²n explic¨® ayer en Barcelona Kit Strange, de Resource Recovery Forum, para las empresas que se salten la norma que proh¨ªbe la utilizaci¨®n de estas bolsas.

Ejemplo a seguir

El Ejecutivo catal¨¢n tambi¨¦n estudia c¨®mo acabar con esta pr¨¢ctica despilfarradora. En caso de optar por la tasa ecol¨®gica, la Generalitat tomar¨¢ como ejemplo el de Irlanda pa¨ªs donde, un mes despu¨¦s de aplicar una tasa de 15 c¨¦ntimos, se logr¨® que el consumo de estos envases se redujese en un 90%. Con el tiempo, los consumidores volvieron a las bolsas y se tuvo que incrementar su tasa a 22 c¨¦ntimos. Italia, Suecia, Dinamarca, Alemania e Islandia tambi¨¦n han implantado esta tasa.

La Agencia de Residuos de Catalu?a, el ente auton¨®mico encargado de la cuesti¨®n, reuni¨® ayer en diversas conferencias a representantes de los consumidores, empresas distribuidoras y fabricantes, supermercados y entidades ecol¨®gicas catalanas para encontrar una soluci¨®n com¨²n al problema con el objetivo de reducir la circulaci¨®n de las bolsas de pl¨¢stico. La citada agencia lleva un a?o negociando con estos sectores sin resultado alguno. "La Generalitat quiere que estos sectores se pongan de acuerdo aunque, si no existe consenso, estudiaremos la implantaci¨®n de medidas econ¨®micas", declar¨® ayer Jordi Renom, de la Agencia de Residuos.

Las jornadas pusieron de relieve las diferencias que existen entre los sectores implicados en esta lucha: mientras los empresarios abogan por concienciar al cliente en vez de imponer tasas, las entidades ecologistas ven el gravamen como la sola soluci¨®n. Las organizaciones de consumidores consideran interesante la tasa pero esperan que las empresas presenten otras iniciativas.