Los sindicatos amenazan a Sarkozy con ampliar la protesta al fin de semana
El segundo d¨ªa de paros del transporte vuelve a sembrar el caos en Francia
La huelga de los transportes p¨²blicos en contra de la reforma de los reg¨ªmenes especiales de pensiones provoc¨® de nuevo ayer el caos en Francia, creando enormes atascos y extendiendo una sensaci¨®n de cansancio entre la poblaci¨®n que por la noche se preparaba, con resignaci¨®n, a una agotadora tercera jornada de grandes caminatas y largas esperas para poder acudir al trabajo.
El conflicto tom¨® ayer una doble direcci¨®n: por un lado, la participaci¨®n en la huelga bajaba considerablemente, por otro, los representantes de las principales centrales sindicales, que el mi¨¦rcoles parec¨ªan dispuestos a negociar y poner fin a la huelga, reaccionaban ayer contra la presi¨®n del Gobierno proponiendo ampliarla al fin de semana. El enfrentamiento se endurece.
Las espadas siguen en alto. La posibilidad de que la bater¨ªa de reformas puesta en marcha por el presidente, Nicolas Sarkozy, choque contra la barrera sindical se vislumbra en el horizonte. Si la huelga de transportes atraviesa el fin de semana, nada impedir¨¢ que enganche con la protesta de los funcionarios, que tienen previsto paralizar la Administraci¨®n el pr¨®ximo 20 de noviembre.
La jornada de ayer fue algo menos complicada que la del mi¨¦rcoles, aunque para los usuarios el matiz era dif¨ªcil de percibir. En cualquier caso, las cifras de participaci¨®n -proclamadas triunfalmente por el portavoz del El¨ªseo- se?alaban un claro descenso del n¨²mero de huelguistas. En los ferrocarriles p¨²blicos (SNCF), la huelga fue seguida por el 42,8% de los trabajadores (46%, seg¨²n el sindicato mayoritario, la CGT), un claro descenso sobre el 61,5% de la jornada del mi¨¦rcoles. En los transportes metropolitanos de Par¨ªs (RATP), el Eliseo aseguraba que el movimiento hab¨ªa sido seguido por un 27,2% de los empleados, frente al 44% del d¨ªa anterior y el 58% de la convocatoria del pasado 18 de octubre.
El Ejecutivo insist¨ªa ayer en que no negociar¨ªa la aplicaci¨®n de la reforma si no se desconvocaba la huelga. El ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, proclamaba: "La pelota est¨¢ ahora en el campo sindical". El primer ministro, Fran?ois Fillon, ped¨ªa "responsabilidad" y tranquilizaba a la opini¨®n p¨²blica asegurando que "cada cual ha hecho un paso hacia el otro y, por tanto, ahora la negociaci¨®n tiene que comenzar". El mi¨¦rcoles por la noche, los l¨ªderes sindicales hab¨ªan aceptado las condiciones fijadas por Fillon para negociar la aplicaci¨®n de la reforma: aumentar hasta 40 a?os del periodo de cotizaci¨®n que da derecho al 100% de la pensi¨®n (ahora se necesitan 37,5 a?os), que las pensiones evolucionen al ritmo de la inflaci¨®n, no al de los salarios, y que se penalicen las prejubilaciones. Pero ayer, las centrales sindicales, cuyos l¨ªderes sienten ya la presi¨®n de las bases y las maniobras de algunos sindicatos sectoriales que les recriminan haber cedido mucho y muy pronto, reaccionaron pidiendo a las asambleas que hoy prolonguen la huelga al fin de semana.
Previsiones
Sin embargo, las previsiones son mucho m¨¢s tranquilizadoras. La direcci¨®n de la SNCF anuncia que circular¨¢n hasta 250 TGV sobre los 700 programados en condiciones normales. Tambi¨¦n aumentar¨¢ la cadencia de los trenes regionales.
Peores son las previsiones para los transportes del ¨¢rea metropolitana de Par¨ªs, donde s¨®lo habr¨¢ entre uno y cuatro trenes de cercan¨ªas por hora. El metro parisiense parece irse recuperando. La mitad de las l¨ªneas funcionar¨¢n, aunque a un 50%.
En otro de los frentes donde se combaten las reformas de Sarkozy, el de las universidades p¨²blicas, la crisis segu¨ªa un desarrollo similar. Hasta 45 de las 85 universidades estaban afectadas por los bloqueos. El encuentro entre las organizaciones estudiantiles y la ministra de Educaci¨®n, Val¨¦rie P¨¦cresse, no tuvo un final feliz. Bruno Julliard, dirigente de la UNEF, el mayor sindicato universitario -parad¨®jicamente negoci¨® la ley sobre la autonom¨ªa cuando se aprob¨® hace tres meses-, sali¨® de la reuni¨®n decepcionado y llam¨® a continuar la movilizaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.