Dispuesto a darlo todo

No podemos hablar de Gregorio L¨®pez Raimundo sin referirnos necesariamente al PSUC, al partido de los comunistas de Catalu?a. Constituyen dos elementos indiscernibles. Porque Gregorio L¨®pez Raimundo es, con mucho, el hombre m¨¢s representativo de este partido, su m¨¢s destacado s¨ªmbolo, su m¨¢s conocido dirigente.

Gregorio L¨®pez Raimundo, como otros tantos j¨®venes del 36, pas¨® de la Joventut Socialista Unificada al PSUC. Fue uno de aquellos j¨®venes revolucionarios que estaban dispuestos a darlo todo, a arriesgarlo todo, para luchar por un mundo mejor y m¨¢s justo. Quer¨ªan cambiar la sociedad, acabar con la explotaci¨®n del hombre por el hombre y resolver los conflictos sociales a favor de los m¨¢s desfavorecidos.

Fue esta firme voluntad de querer cambiar la sociedad, el hecho de estar convencido de actuar a favor del progreso social, y de tener la raz¨®n hist¨®rica, lo que impuls¨® su larga y tenaz militancia comunista.

El nunca olvidado Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n sosten¨ªa que en el PSUC coexist¨ªan tres imaginarios: "el partido heroico", de la Guerra Civil y la primera posguerra; "el partido enraizado en el tejido social catal¨¢n" de las d¨¦cadas de 1960 y 1970 y, finalmente, el "partido autodestructivo" de las d¨¦cadas de 1980 y 1990.

Es a este segundo imaginario, el de las d¨¦cadas de 1960 y 1970, al que quisiera referirme, pues es el momento en que Gregorio L¨®pez Raimundo asume la m¨¢xima responsabilidad del partido y, por tanto, buena parte de lo que entonces era el PSUC, de lo que divulg¨® y sostuvo y de lo que signific¨®, es en buena parte obra o responsabilidad suya. La historia de aquel PSUC y la de Gregorio L¨®pez Raimundo han estado siempre estrechamente vinculadas.

A finales de la d¨¦cada de 1950 y principios de la de 1960 puede afirmarse que, en la pr¨¢ctica, se inici¨® la creaci¨®n de un nuevo PSUC, con nuevos militantes y simpatizantes, gente diferente, gente muy joven, gente que no hab¨ªa conocido la Guerra Civil.

En pocos a?os, el PSUC consigui¨® convertirse en un referente fundamental de la lucha antifranquista en Catalu?a. Fue el gran impulsor de la pol¨ªtica de unidad, el protagonista principal de buena parte de las movilizaciones y luchas sociales. Un elemento clave para la constituci¨®n de este cambio era tambi¨¦n el resultado de la superaci¨®n del pensamiento y las actitudes m¨¢s doctrinarias y de la defensa de nuevos planteamientos: la necesidad de luchar por un socialismo democr¨¢tico, el distanciamiento cr¨ªtico y progresivo de la ¨®ptica sovi¨¦tica en pol¨ªtica internacional, y tambi¨¦n a la cr¨ªtica y el desacuerdo respecto del modelo socialista de la Europa del Este.

Pero, sobre todo, porque supo divulgar planteamientos profundamente democr¨¢ticos. Porque defend¨ªa firmemente la democracia y sus principios, como unos valores necesarios por ellos mismos. Porque propugnaba la democracia como una parte sustancial de su propia estrategia y no como un instrumento o etapa provisoria.

As¨ª, a mitad de la d¨¦cada de 1960, el PSUC dirigido por Gregorio L¨®pez Raimundo era uno de los partidos -por no decir el que m¨¢s- activos e influyentes de la oposici¨®n en Catalu?a a pesar de ser objetivo predilecto de la represi¨®n policial.

Fragmento del discurso le¨ªdo el 17 de enero de 2006 con motivo de la entrega de la Medalla de la Oro de la Generalitat a Gregorio L¨®pez Raimundo..