El nuevo mercado de San Miguel
Un "centro de ocio gastron¨®mico" sustituir¨¢ a los antiguos 75 puestos, aunque dos de ellos siguen oponiendo resistencia en los tribunales
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La reciente historia del mercado de San Miguel tiene algo de comedia negra, tiene algo de Delicatessen, esa espl¨¦ndida pel¨ªcula de principios de los noventa dirigida por los franceses Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro. Es tambi¨¦n una historia de supervivientes ambientada en una comunidad peculiar, la del mercado. Los principales protagonistas son un pescadero, Jos¨¦ Bonales, de 47 a?os y un frutero, Joaqu¨ªn Nieves, de 60, que se enfrentan y se resisten aferrados a sus puestos, alquilados hace casi 20 a?os, a las decisiones de los nuevos due?os.
En los ¨²ltimos cuatro a?os una sociedad denominada el Gastr¨®nomo de San Miguel, SL, ha ido adquiriendo uno a uno los 75 puestos de este emblem¨¢tico mercado construido a principios del XIX por el arquitecto espa?ol Alfonso Dub¨¦ y D¨ªez. Es el ¨²nico que queda de esa ¨¦poca en la capital y que conserva intacta su estructura de hierro, pese a haber sufrido varias rehabilitaciones a lo largo de su historia. La ¨²ltima en 1998, de 1,35 millones de euros y subvencionada por la Comunidad de Madrid. Ahora, de nuevo completamente en obras, se enfrenta a un nuevo gran cambio: pasar de ser el t¨ªpico mercado de barrio a un mercado de ¨¦lite, y sustituir las moscas de la pescader¨ªa y los mosquitos de los puestos de frutas por higi¨¦nicos expositores convertidos casi en perfectos bodegones.
La obra est¨¢ valorada en dos millones y tiene un plazo de nueve meses
Los nuevos due?os est¨¢n dispuestos a convivir con los dos antiguos 'inquilinos'
En el proyecto de remodelaci¨®n lo llaman "centro de ocio gastron¨®mico". As¨ª lo muestran los planos de los arquitectos, guardados con escrupuloso celo por la sociedad que acomete la nueva obra (valorada en dos millones de euros y a realizar en un plazo de nueve meses, seg¨²n el proyecto del arquitecto Juan Miguel Alarc¨®n Garc¨ªa, aprobado por la Gerencia de Urbanismo en febrero de este a?o).
EL PA?S ha podido acceder a los planos del proyecto en marcha (v¨¦ase gr¨¢fico), en los que puede verse c¨®mo ser¨¢ el nuevo mercado. Ya no habr¨¢ 75 puestos porque muchos de los cajones se han reunido para dar lugar a zonas de degustaci¨®n de productos, a zonas de menaje o incluso a librer¨ªas.
La obra, no tendr¨ªa nada de particular si no fuese porque Montserrat Valle, presidenta del Gastr¨®nomo, SL, y su marido y administrador de la sociedad Victor Alarc¨®n Garc¨ªa (y hermano del arquitecto) no contaron, cuando comenzaron su estrategia de compra puesto por puesto, con que algunos propietarios ten¨ªan antiguos contratos de arrendamiento y traspasos hist¨®ricos que les daban derecho a terceros, como a Jos¨¦ Bonales y a Joaqu¨ªn Nieves, que han regentado sus puestos hasta hace d¨ªas, "sitiados por las obras", dicen. El pasado lunes se precint¨® temporalmente la fruter¨ªa de Joaqu¨ªn, lo ¨²nico que quedaba abierto en todo el mercado. "Era peligroso que siguieran all¨ª porque hemos tenido que acometer obras de mayor calado. Estaba peor de lo que cre¨ªamos", explica Valle.
Un interdicto judicial ha limitado las actuaciones, en los puestos de Bonales y Nieves, a obras de consolidaci¨®n. "Quieren cambiar el forjado para poner los nuevos expositores a otra altura. No es una cuesti¨®n de peligro", aseguran los afectados.
El problema se complica porque a¨²n hay otro antiguo propietario que, a su vez, posee participaciones en otros puestos ya vendidos. Se trata de Pl¨¢cido Contado, al que le corresponde un 1% del s¨®tano y hasta casi un 4% sumando sus partes en diferentes puestos, seg¨²n figura en las escrituras originales.
Valle asegura que en el resto de los casos se compraron tanto los puestos como sus partes indivisas y que Pl¨¢cido fue una excepci¨®n "por sus razones personales", y no descarta que Bonales y Nieves sigan con sus peculiares puestos en el nuevo mercado si los jueces les dan la raz¨®n: "Ser¨¢ raro, pero bueno". La decisi¨®n, en los tribunales.
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