"No creo que los jueces del 'caso Ibarretxe' est¨¦n encantados"
"Lo peor de ETA no es el cortejo de muertos, es la fractura social"
Joaqu¨ªn Gim¨¦nez recibe a EL PA?S en su despacho. A su derecha, una ikurri?a de mesa sorprende al visitante y recuerda sus a?os de destino en Euskadi. El pr¨®ximo 3 de diciembre, junto a otros 14 magistrados del pleno de la Sala Penal del alto tribunal, resolver¨¢ un recurso que influir¨¢ decisivamente en el juicio contra el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe: se ventila si se puede abrir vista oral s¨®lo con la acusaci¨®n popular.
Pregunta. ?La decisi¨®n que adopten tendr¨¢ consecuencias en el caso Ibarretxe-L¨®pez?
"Las recusaciones en el Constitucional buscan un tribunal a la carta"
"No queremos palmeros, ni inquisidores de los jueces"
Respuesta. Es una cuesti¨®n relevante y se decidi¨® por unanimidad llevarla a pleno. La Sala, como ¨²ltimo int¨¦rprete de la legalidad penal ordinaria, tiene que dar seguridad jur¨ªdica.
P. El lehendakari puede ir al banquillo por sus reuniones con la ilegalizada Batasuna.
R. Ah¨ª no puedo entrar. Me imagino que no es una situaci¨®n c¨®moda para el Gobierno vasco.
P. ?No lo hab¨ªa ventilado ya el Supremo al rechazar la querella de Manos Limpias contra el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero?
R. En la medida de que la jurisprudencia es evolutiva, permite que una ley se aplique en una realidad cambiante. Y estas doctrinas que hace a?os eran minoritarias, ahora no lo son.
P. El Gobierno vasco acusa a esos jueces de actuar por impulso pol¨ªtico.
R. El juez, en general, est¨¢ presionado porque se mueve en un campo de conflicto, a veces minado. El problema surge cuando los contendientes son de relumbr¨®n. S¨¦ la situaci¨®n por la que est¨¢n pasando esos jueces y conozco la reacci¨®n del Gobierno vasco. El Tribunal est¨¢ formado por profesionales, habr¨¢n investigado el tema y tampoco creo que est¨¦n encantados con el asunto. Creen que deben actuar as¨ª y tienen que ser respetados, sin perjuicio de la cr¨ªtica a las resoluciones, pero sin descalificar a las personas. Dejemos que el sistema judicial act¨²e.
P. Le veo muy cauteloso.
R. Es que no puedo entrar ah¨ª. Pero como reflexi¨®n general s¨ª dir¨ªa una cosa: mucho ojo con los apologetas de la independencia judicial, muchas veces son los mismos que no dudar¨ªan ni un segundo en atropellar al juez del que sospechan no va a dictar las resoluciones que deben de ser dictadas. No queremos palmeros, ni inquisidores.
P. La crisis del Constitucional casi rompe sus costuras.
R. Es una crisis seria. El Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han ca¨ªdo en la voracidad pol¨ªtica. La reflexi¨®n que debe hacerse es: ?puede ser recusado un magistrado del Constitucional? Esa herramienta que es perfectamente legal y sirve para garantizar la imparcialidad de un tribunal, ?debe estar ah¨ª?
P. ?Se est¨¢ abusando?
R. S¨ª, con el objetivo de buscar un tribunal a la carta. Y la carta se pide en los restaurantes. Y los partidos que recusan lo hacen desde un principio de oportunidad pol¨ªtica, no de legalidad. Las leyes las hace el Parlamento y los jueces somos creadores de Justicia; y en ese hacer justicia puede haber elementos creativos. No somos vicarios del poder pol¨ªtico como cre¨ªa Montesquieu. Y el principio de legalidad penal no termina en el C¨®digo Penal, sino en la Constituci¨®n.
P. Algunos sostienen que el PP no asumi¨® su derrota y se ha hecho fuerte en determinadas instancias judiciales para ganar lo que pierde en el Congreso.
R. El resultado electoral fue el que el pueblo espa?ol quiso, y hay que aceptarlo no formalmente, sino en el d¨ªa a d¨ªa. Ha habido una alt¨ªsima crispaci¨®n pol¨ªtica y un contagio de algo que en Euskadi conocemos bien: el cuanto peor, mejor.
P. El CGPJ est¨¢ en funciones.
R. El Consejo, en cuanto a la renovaci¨®n, hizo sus deberes: ah¨ª est¨¢n sus 36 candidatos. El responsable del bloqueo est¨¢ en el Parlamento. Mi pron¨®stico es que en la pr¨®xima apertura judicial seguir¨¢ el mismo Consejo.
P. Ha hablado de Montesquieu, pero esta foto fija parece m¨¢s bien de Maquiavelo.
R. [Risas] Es que el camino del juez es el de la legalidad. Y ah¨ª choca con el poder pol¨ªtico. Muchas veces, ese camino por el que transita el juez es el de la inoportunidad para el pol¨ªtico.
P. Visit¨® Euskadi la semana pasada, ?c¨®mo ve la situaci¨®n?
R. Cuando ejerc¨ªa all¨ª, la capacidad mort¨ªfera de ETA era grande, pero hab¨ªa una gran cohesi¨®n institucional y de partidos. Ahora, ETA est¨¢ m¨¢s d¨¦bil que nunca y el desapego de la sociedad vasca al terrorismo es irreversible. Pero tenemos un desencuentro institucional absoluto, entre nacionalistas y no nacionalistas. Y no me remontar¨ªa a las causas, porque tendr¨ªamos que hablar de Miguel ?ngel Blanco, de Lizarra... En el Pacto de Ajuria Enea cab¨ªamos todos. La realidad vasca es muy tozuda, no es la que unos u otros pretenden ver. Lo peor que ha dejado ETA no es el cortejo de muertos, ni la fractura pol¨ªtica, lo preocupante es la fractura social.
P. Vuelven los a?os de plomo.
R. Por eso hay que recuperar ya ese m¨ªnimo com¨²n denominador, porque los r¨¦ditos de ETA se los da el rifirrafe entre nacionalistas y no nacionalistas.
P. ?D¨®nde queda ahora la interpretaci¨®n de las leyes en funci¨®n de la realidad social como algunos defend¨ªan en la tregua?
R. El sistema judicial y la polic¨ªa deben investigar y actuar. Las treguas no se deben premiar con nada. Y si reciben instrucciones para que dejen de investigar est¨¢n cometiendo un delito. El sistema penal tiene que ser sensible si dejan de matar y optan por la democracia.
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