La ni?a de la estaci¨®n
Supongamos que, para mi desgracia, me encuentro en una estaci¨®n de la maltrecha red ferroviaria catalana esperando a que llegue el tren (o algo que se le parezca). Supongamos tambi¨¦n que trato de conservar la cordura. No es f¨¢cil. Desde que el caos de Cercan¨ªas nos castiga, los viajeros sufren problemas psicol¨®gicos graves. Hasta los pobres, los m¨²sicos y los carteristas han emigrado a vagones m¨¢s benignos. Es normal. Con la que est¨¢ cayendo, cualquiera se atreve a subir a un vag¨®n repleto de pasajeros de mirada vidriosa para recitarles el mon¨®logo "Es triste pedir...".
Intento no mirar a mi alrededor y concentrarme en la lectura de los peri¨®dicos. No quiero ver al se?or de mi lado, que sufre delirios y se imagina que todas las viajeras son la ministra ?lvarez. No quiero ver a ese padre de familia de m¨¢s all¨¢, que, despeinado y con la corbata floja, se mece hacia delante y atr¨¢s mientras contempla la fotograf¨ªa de su beb¨¦ reci¨¦n nacido al que apenas conoce por culpa de los retrasos. Y es concentr¨¢ndome en la lectura cuando descubro un anuncio de Renfe a toda p¨¢gina. Caramba, me digo. Y me dispongo a leer.
"Pronto, la Real Academia Espa?ola recoger¨¢ el neologismo. 'Rodalies: servicio deficiente de Cercan¨ªas"
Lo primero que me llama la atenci¨®n es su titular. "Restablecimiento parcial de los servicios de Rodalies de la l¨ªnea 2 sur". Vaya. Escriben "Rodalies" en catal¨¢n, en lugar de "Cercan¨ªas" como ser¨ªa correcto en castellano. (El anuncio est¨¢ redactado en castellano a pesar de que se ha publicado en un peri¨®dico en catal¨¢n). Y lo escriben sin cursivas y sin entrecomillado. Es l¨®gico. Al escribirlo directamente en catal¨¢n todo el mundo comprende que est¨¢n hablando de un servicio tercermundista y ca¨®tico. Es como cuando el periodista enrollado escribe "botiguer" en lugar de "tendero". La palabra "botiguer" tiene unas connotaciones despreciativas e ir¨®nicas que no tendr¨ªa "tendero". Con "Rodalies" pasa igual. Pronto, la Real Academia Espa?ola recoger¨¢ el neologismo. "Rodalies: servicio deficiente de Cercan¨ªas".
Pero sigo leyendo y veo otra frase que me emociona. "Se mantiene el servicio directo de autobuses desde Gav¨¤...". Aqu¨ª, el sustantivo "directo" cumple una precisa funci¨®n reconfortante. El servicio de autobuses podr¨ªa no ser directo. Podr¨ªa ocurrir que los viajeros, una vez en Gav¨¤, tuviesen que ser transportados en carretillas hasta Barcelona. Pero la sensaci¨®n de bienestar que me embarga crece en mi interior a¨²n m¨¢s al toparme con otra frase, la de m¨¢s abajo. Dice: "Se mantienen las modificaciones en las l¨ªneas 7 y 10 de Rodalies". (Otra vez te ponen "Rodalies" para que no se te olvide que est¨¢s en el pa¨ªs del "botiguer"). Como ven, lo interesante del p¨¢rrafo es que escriban "modificaciones". Podr¨ªan poner que se mantienen las restricciones, pero "restricciones" es una palabra muy fea y muy agresiva. "Modificaciones", en cambio, es mucho m¨¢s adecuada. Si yo, por ejemplo, quiero que dimita la ministra de Fomento (es un ejemplo tonto) quedar¨¦ mucho mejor si digo que quiero "hacer una modificaci¨®n en su agenda laboral"
Pero, la revelaci¨®n m¨¢s maravillosa del anuncio de Renfe es la que he guardado para el final. Empieza con un prometedor "circular¨¢ un tren por sentido cada 20 minutos hasta las 9.00 horas" y acaba con un no menos prometedor: "oferta limitada a un m¨¢ximo de 4.500 plazas/hora por sentido".
Que los de Renfe usen la palabra "oferta" para explicarnos que los trenes no funcionan con normalidad y que habr¨¢ 4500 privilegiados que podr¨¢n subirse a un tren borreguero, es m¨¢s de lo que merecemos. Una "oferta" es un favor que te hacen cuando quieren tener un detalle contigo. Es un producto rebajado. Es un dos por uno. Y ahora es tambi¨¦n la limitaci¨®n de plazas en los trenes que no funcionan.
De manera que ya lo veo venir en el pr¨®ximo anuncio de Renfe. La propia ministra ?lvarez saldr¨¢ del t¨²nel con Carlos Sobera. Ambos, con el tono de quien anuncia un cr¨¦dito r¨¢pido, tambi¨¦n nos ofertar¨¢n que si les compramos un bote de ansiol¨ªticos nos regalar¨¢n otro de pastillas para dormir. Ser¨¢ muy ¨²til, porque de entre los usuarios de Renfe los hay que est¨¢n pensando en arrojarse a la v¨ªa para acabar con todo. Pero no lo hacen, porque, ahora mismo, esto supone una muerte un poco lenta. Puedes envejecer entre los ra¨ªles hasta que llegue el pr¨®ximo tren. Y cuando llegue, ser¨¢ dif¨ªcil que alcance la velocidad suficiente para quitarte de en medio.
moliner.empar@gmail.com
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