Del 'underground' a la vanguardia

No ha podido tener m¨¢s acierto el jurado del primer Premio Nacional de C¨®mic al reconocer a Bard¨ªn el Superrealista, de Max. No s¨®lo es el t¨ªtulo m¨¢s importante publicado en 2006, sino que obra y autor simbolizan perfectamente la lucha que el mundo del tebeo ha tenido en nuestro pa¨ªs por su reconocimiento.

Formado en las filas del underground barcelon¨¦s m¨¢s militante de los a?os setenta, Max ha sido el protagonista de una continuada evoluci¨®n formal gr¨¢fica y como narrador de historias. Sus primeros trabajos representaban perfectamente las exigencias de libertad que impregnaban a los j¨®venes autores que comenzaron su carrera durante los ¨²ltimos a?os de la dictadura, plenos de reivindicaci¨®n y provocaci¨®n. Es la ¨¦poca de personajes como Gustavo o Peter Pank, que vieron la luz en la revista El V¨ªbora, la misma que ver¨ªa c¨®mo Max se revelaba como un inquieto investigador de la forma y los recursos narrativos, absorbiendo las ense?anzas de autores como Ever Meulen, Yves Chaland o Chris Ware, en una mutaci¨®n constante en busca de nuevas experiencias est¨¦ticas. Un progreso que se desarroll¨® en paralelo a su continuada defensa del espacio creativo propio del autor, que le llev¨® a ser el protagonista de una de las experiencias m¨¢s revolucionarias que ha tenido el c¨®mic espa?ol: la revista Nosotros Somos Los Muertos (NSLM).

Obra rompedora en su forma y en su fondo, Bard¨ªn el Superrealista es fruto de la pasi¨®n del autor por el humor sarc¨¢stico y zahiriente de los Conti, Cifr¨¦ o V¨¢zquez, autores de la escuela de humor de Bruguera, que encuentra perfecto maridaje con la est¨¦tica de la ilustraci¨®n actual o la vanguardia m¨¢s radical de la historieta mundial, convirti¨¦ndose en inigualable s¨ªntesis de lo que ha sido y es el tebeo espa?ol.