Moyua ignora por qu¨¦ entidades p¨²blicas eluden evaluar la igualdad
La directora de Emakunde atribuye el hecho a que el informe lo hace la UPV
"No s¨¦ por qu¨¦ no responden", reconoci¨® ayer en el Parlamento la directora de Emakunde, Izaskun Moyua, al ser interpelada sobre las razones por las que dos departamentos del Gobierno (Medio Ambiente y Agricultura), casi todas las sociedades y entes p¨²blicos y 200 de los 251 ayuntamientos de la comunidad aut¨®noma han evitado remitirle sus datos sobre la aplicaci¨®n que han realizado del cuarto Plan de Igualdad. Dicho plan, la principal actividad que realiza Emakunde en aplicaci¨®n de la ley de Igualdad, entr¨® en vigor el a?o pasado.
Las actuaciones en materia de igualdad incidieron en 2006 en siete de los 32 programas del plan
Moyua s¨®lo hall¨® argumentos para el caso de los ayuntamientos y aludi¨® al peque?o tama?o de la mayor¨ªa de ellos. "Muchos no tienen dimensi¨®n ni recursos para abordar estas pol¨ªticas", justific¨®.
Respecto al resto, la directora de Emakunde no ofreci¨® ninguna explicaci¨®n en sede parlamentaria. Este peri¨®dico pregunt¨® ayer a varios de los organismos concernidos por qu¨¦ no han enviado a Emakunde sus evaluaciones, que son preceptivas, pero ninguno facilit¨® sus motivos.
Moyua pareci¨® m¨¢s bien echar balones fuera y achacar lo ocurrido a los autores materiales del informe, que realiza la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV): "Se trata de una evaluaci¨®n externa. La hace la UPV y yo no soy qui¨¦n para decir por qu¨¦ no contestan. No s¨¦ por qu¨¦ no responden", recalc¨®. Los municipios que cuentan con su propio plan de igualdad eran 41 en 2006, dos m¨¢s que el ejercicio anterior, adem¨¢s de una mancomunidad de cuatro consistorios.
En el caso de los dos departamentos del Gobierno -Medio Ambiente en manos de EA y Agricultura y Pesca, del PNV-, Moyua incluso los defendi¨® al se?alar que su posici¨®n no obedece a que no hayan desarrollado acciones encuadradas en el marco plan, porque, seg¨²n asegur¨®, s¨ª lo han hecho, aunque no las concret¨®.
El informe recibi¨® una acogida desigual en los grupos de la oposici¨®n. La socialista Esozi Leturiondo felicit¨® a la directora del Instituto Vasco de la Mujer por el documento, que consider¨® "muy concreto y completo", mientras que la parlamentaria del PP Laura Garrido lo tach¨® de "excesivamente enumerativo y falto de conclusiones". "Est¨¢ cojo y es confuso, como ya dijimos hace un a?o que era el propio plan", a?adi¨®.
Garrido no acept¨® como explicaci¨®n de las carencias de la evaluaci¨®n la autor¨ªa "externa" a cargo de la UPV en la que se hab¨ªa escudado la directora de Emakunde. "El informe lo encargan ustedes y supongo que marcar¨¢n unas pautas y unas directrices sobre lo que quieren estudiar", dijo.
Respecto a la falta de conclusiones y el car¨¢cter "enumerativo" del trabajo, Moyua replic¨® que las conclusiones "cualitativas" no se har¨¢n hasta que el plan, de car¨¢cter cuatrienal, haya realizado todo su recorrido temporal, es decir en 2010.
Del informe remitido a la C¨¢mara se deduce que una gran parte de las ¨¢reas de actuaci¨®n y objetivos fijados en han quedado sin ni siquiera esbozar en este primer a?o de trabajo realizado.
El plan fij¨® 32 programas y las actuaciones que el informe de evaluaci¨®n contabiliza s¨®lo han incidido en siete de ellos. A los otros 25 ninguna administraci¨®n p¨²blica le ha dedicado ni una sola de sus acciones. EHAK se interes¨® por las medidas que Emakunde adoptar¨¢ respecto a estos programas y para forzar el sometimiento de todas las instituciones a la evaluaci¨®n anual del plan de igualdad.
Sacar la conciliaci¨®n del ¨¢mbito privado
El avance en la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar pasa por "romper el car¨¢cter privado de esta batalla cotidiana, hacerla p¨²blica", resalt¨® Moy¨²a al presentar las conclusiones extra¨ªdas de una experiencia impulsada por Emakunde a trav¨¦s de doce grupos de discusi¨®n de perfiles diversos, entre ellos uno de hombres que se han acogido a medidas de conciliaci¨®n. El resto han estado compuestos por mujeres en diferentes situaciones laborales y familiares.
Seg¨²n la investigaci¨®n, las mujeres contin¨²an siendo las gestoras de la conciliaci¨®n y, a la vez, el recurso principal que se moviliza para hacer compatible el trabajo y la familia. Es decir, son ellas las que prev¨¦n las necesidades y las que organizan el modo de solventarlas, muchas veces con variaciones en su propia dedicaci¨®n laboral o con el socorrido recurso a las abuelas, o, en todo caso, a otras mujeres.
La directora de Emakunde explic¨® en la Comisi¨®n de Mujer y Juventud del Parlamento que, en la consideraci¨®n social, la conciliaci¨®n sigue siendo un asunto privado y fundamentalmente de mujeres. Por eso son ¨¦stas las usuarias casi exclusivas de las medidas institucionales de conciliaci¨®n, a excepci¨®n, ahora, de la baja por nacimiento de hijos que usan generalizadamente los hombres. Cuando se trata de reducir una jornada o de toma una excedencia, son las mujeres las que las piden.
Las participantes en los doce grupos de discusi¨®n concluyeron que las medidas institucionales existentes no afrontan de modo estructural la conciliaci¨®n: son insuficientes desde el punto de vista econ¨®mico y penalizan la trayectoria profesional y la situaci¨®n laboral de las mujeres. El sistema exige que las mujeres trabajen -hacen falta dos sueldos-, pero no arbitra medidas paralelas para sustituirlas en el ¨¢mbito de lo privado, vinieron a quejarse las mujeres. Los grupos concluyeron que las pol¨ªticas existentes sirven s¨®lo como "primeros pasos", pero pidieron un nuevo modelo. La reconsideraci¨®n de los horarios y los tiempos de trabajo, as¨ª como actuaciones empresariales de flexibilidad sobre la presencia f¨ªsica en el puesto de trabajo parecen medidas imprescindibles para un abordaje completo de la cuesti¨®n.
Por ello, "las instituciones tendr¨ªan que hacer efectivas" las medidas establecidas para que los responsables de las organizaciones empresariales "asuman como una variable propia las cuestiones relacionadas con la conciliaci¨®n", indican.
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