Una nariz electr¨®nica

Se come con los ojos, pero tambi¨¦n con el olfato. Si para catar un vino es imprescindible tener buena nariz, tambi¨¦n conviene tener un sensor para la carne o el pescado. Pero donde lo natural no alcanza llega la electr¨®nica, como demuestra el invento estadounidense SensorFreshQ. Se trata de un ayudante de cocina que detecta si la carne est¨¢ fresca o si su estado puede acarrear intoxicaciones o molestias estomacales, sobre todo si se come poco hecha. Antes de proceder con la prueba hay que adaptar la nariz electr¨®nica a su objetivo, ya que tiene distintos dispositivos seg¨²n se trate de carne de pollo, cerdo o vaca. Para el control de calidad no hace falta tocar la carne; basta con acercar el detector a la pieza guardada en el frigor¨ªfico, y en menos de un minuto se obtiene la respuesta. Si el SensorFreshQ muestra color verde es signo de frescura; si el piloto se ilumina de amarillo, a¨²n se puede comer, pero el rojo es signo de alarma. Cuesta 99 euros y se puede encontrar en la tienda virtual PlanetaPluton (www.planetapluton.com). Se comercializa con una garant¨ªa de dos a?os.