Diez negritos con toga
La crisis galopante del Tribunal Constitucional, que amenaza con necrosar una de las instituciones b¨¢sicas de nuestro Estado de derecho, parece seguir en su agitada evoluci¨®n la pauta de Diez negritos, la novela de Agatha Christie cuyo eje narrativo es una canci¨®n infantil inglesa. Pero, a diferencia de la variedad de los imaginativos m¨¦todos descritos en el cuento para eliminar a la decena de v¨ªctimas que salieron a cenar pero nunca regresaron, la docena de jueces con negras togas de nuestra historia est¨¢n amenazados ¨²nicamente por el abuso del derecho procesal.
La baja inaugural fue Pablo P¨¦rez Tremps, objeto en febrero de 2007 de una desleal emboscada tendida por seis colegas para apartarle del conocimiento del recurso de inconstitucionalidad que el PP hab¨ªa presentado contra el Estatuto de Catalu?a. Este primer negrito no fue suprimido al azar: su desaparici¨®n permit¨ªa formar una mayor¨ªa en el tribunal -seis sobre cinco- favorable al desmantelamiento de la norma recurrida.
La segunda sarracina de jueces gir¨® en torno a la estrategia puesta en marcha por los populares para nombrar a un magistrado af¨ªn como presidente del Constitucional, ¨¢rbitro de las disputas en caso de empate por su voto dirimente de calidad y con capacidad decisoria en la fijaci¨®n del orden del d¨ªa. La reforma introducida por las Cortes el pasado 24 de mayo en el art¨ªculo 15 de la Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional (LOTC) convirti¨® en norma el uso forense establecido hace casi dos d¨¦cadas para prorrogar el mandato trienal del presidente hasta la conclusi¨®n del proceso de renovaci¨®n correspondiente: elegida presidenta en junio de 2004, Casas permanecer¨¢ en el cargo hasta ser sustituida como magistrada no antes de diciembre de 2007.
El PP present¨® un recurso de inconstitucionalidad contra la legalizaci¨®n de esa costumbre consolidada del tribunal; el artificial clima de sospecha creado con el fin de deslizar la insidia del supuesto inter¨¦s directo en el pleito de la presidenta Casas y del vicepresidente Jim¨¦nez -para conservar durante unos meses de propina sus cargos- les llev¨® por debilidad a proponer su abstenci¨®n. Como era previsible, la trampilla se abri¨® el 27 de septiembre bajo los pies de los incautos: cinco de los diez magistrados dieron la abstenci¨®n por buena, con el voto de calidad del presidente en funciones. Purgado de esos dos obst¨¢culos el plenario de doce magistrados, el Pleno reducido de diez jueces encargado de la deliberaci¨®n y fallo del recurso de inconstitucionalidad contra la reforma de la LOTC dispondr¨ªa de mayor¨ªa suficiente para invalidar primero la norma, destituir despu¨¦s a Casas como presidenta y cubrir finalmente su puesto por un candidato del Partido Popular.
El obsceno cinismo de la maniobra sirvi¨® de coartada al Gobierno para pedir el 19 de octubre -con argumentos formalmente correctos- la recusaci¨®n en ese mismo pleito de los magistrados Garc¨ªa-Calvo y Rodr¨ªguez-Zapata. Seg¨²n sus c¨¢lculos, el mermado Pleno a ocho -con cuatro jueces eliminados: dos por abstenci¨®n y dos por recusaci¨®n- dispondr¨ªa de una desahogada mayor¨ªa -cinco sobre tres- contra el recurso del PP, validar¨ªa la reforma de la LOTC y confirmar¨ªa a Casas como presidenta. El cuento infantil de Agata Christie tiene, sin embargo, un triste final: ninguno de los diez negritos sobrevive. Sabiendo que el Constitucional no puede adoptar acuerdos plenarios por debajo del qu¨®rum de ocho magistrados, el portavoz de Justicia del PP, Ignacio Astarloa, present¨® el 26 de octubre una descabellada recusaci¨®n contra tres de los ocho jueces restantes -Arag¨®n, P¨¦rez Tremps y Sala- fundamentada en una noticia falsa publicada ex profeso la v¨ªspera -?c¨®mo no!- por el diario El Mundo, relacionada con una reuni¨®n celebrada el 12 de junio. Los seis magistrados concurrentes -incluido Rodr¨ªguez-Arribas, ex presidente de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura- han negado la veracidad de ese bulo bombeado desde el PP a fin de justificar la recusaci¨®n.
Los esfuerzos desplegados por el presidente en funciones, Vicente Conde, para intentar recoger el agua derramada -en buena medida vertida por su culpa- mediante procedimientos excepcionales est¨¢n siendo saboteados por los magistrados Garc¨ªa-Calvo y Rodr¨ªguez-Zapata. La todav¨ªa presidenta Casas, preocupada por las "voces poco respetuosas" hacia el Constitucional provenientes de la pol¨ªtica y de los medios, advierte de los peligros para la instituci¨®n de ese cuestionamiento; el prestigio del alto tribunal, sin embargo, no deber¨ªa servir de burladero a los magistrados que no han estado a la altura de sus responsabilidades exigibles. El portavoz del PP, que bas¨® su escrito de recusaci¨®n contra los tres magistrados sobre una intoxicaci¨®n period¨ªstica ya desmentida, ha apelado a su coraz¨®n de jurista para ratificarse en sus tesis: en la canci¨®n transcrita por Agatha Cristie uno de los diez negritos tambi¨¦n desaparece de escena -?tendr¨ªa coraz¨®n de r¨¢bula?- tras doctorarse en derecho.
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