Sarkozy vive su 'martes negro'

Los trabajadores del sector p¨²blico de Francia escenificaron ayer la gran jornada de bronca social y caos que hab¨ªan prometido al presidente Nicolas Sarkozy desde el d¨ªa de su elecci¨®n, el pasado mes de mayo. Los transportes p¨²blicos cumplieron su s¨¦ptimo d¨ªa de huelga, y los funcionarios, profesores, sanitarios, carteros y controladores a¨¦reos, entre muchos otros, se declararon en huelga y desfilaron en gran n¨²mero por las calles de las principales ciudades de Francia. Pero Sarkozy decidi¨® ayer romper su silencio de los ¨²ltimos d¨ªas y contraatac¨®: "No quiero que haya un vencedor y un vencido", dijo, "pero la reforma se har¨¢, que nadie lo dude, aunque seguir¨¦ hasta el final abierto al di¨¢logo, porque es mi deber".

"No se debe tomar a los usuarios como rehenes", dice el presidente

En las calles se manifestaron m¨¢s de 375.000 empleados p¨²blicos (700.000, seg¨²n los sindicatos) en protesta por el deterioro de su poder adquisitivo y tambi¨¦n contra la promesa de Sarkozy de reducir la Administraci¨®n p¨²blica -actualmente integrada por casi seis millones de personas- por el sistema de no reponer m¨¢s que a dos de cada tres funcionarios que se jubilen.

Sarkozy llam¨® a los sindicatos a solucionar el conflicto en las negociaciones que comienzan hoy.

Frente a la peor jornada de su mandato hasta la fecha, el presidente franc¨¦s decidi¨® poner fin a su desacostumbrado silencio de los ¨²ltimos d¨ªas y aprovech¨® un discurso ante la Asociaci¨®n de Alcaldes de Francia para arremeter contra los huelguistas. "Hay que saber c¨®mo acabar una huelga", les dijo a los trabajadores de los ferrocarriles p¨²blicos (SNCF) y a los del transporte urbano del ¨¢rea metropolitana de Par¨ªs (RATP).

Ambos mantienen los transportes paralizados en protesta por la reforma de su privilegiado r¨¦gimen de pensiones, a pesar de que el ¨ªndice de participaci¨®n en la huelga est¨¢ en franco descenso: ayer en la RATP s¨®lo un 17% de los empleados hizo huelga, aunque Par¨ªs permaneci¨® sin servicio de metro.

El presidente acab¨® por acusar a los transportistas de mantener como "rehenes" a los ciudadanos. "Cada cual debe preguntarse sobre la continuaci¨®n de una huelga que ya ha costado cara a los usuarios, que no deben ser tomados como rehenes de un conflicto que no les concierne".

Sarkozy hizo un llamamiento a solucionar r¨¢pidamente el conflicto en las negociaciones tripartitas que comienzan hoy entre los representantes de los trabajadores y las empresas, con la presencia de miembros del Ejecutivo como garantes. "Es en la mesa de negociaciones donde la gente debe hacer valer sus puntos de vista", advirti¨®, rechazando que "una peque?a minor¨ªa" quiera imponer su voluntad a la mayor¨ªa en las empresas p¨²blicas o las universidades. "La democracia y el orden p¨²blico los har¨¦ respetar simplemente porque es mi deber", indic¨®.

El Gobierno cifr¨® la incidencia de la huelga en la Administraci¨®n p¨²blica en un 30,12%, un porcentaje cuestionado por los sindicatos. El de la ense?anza fue el sector m¨¢s afectado. Seg¨²n los sindicatos, el paro se sigui¨® por un 65% de los profesores de Instituito y el 58% de los de primaria. El Ejecutivo rebaj¨® la cifra al 40%. En 2008 est¨¢ prevista la supresi¨®n de 22.921 puestos de la funci¨®n p¨²blica y la mitad afectar¨¢ a los educadores. Por su parte, los controladores a¨¦reos se hicieron notar provocando retrasos de entre 45 y 60 minutos en los aeropuertos de Par¨ªs, y la anulaci¨®n de vuelos con destino a Barcelona, Madrid, Casablanca o Niza.

Para endulzar el caramelo de la reforma, Sarkozy anunci¨® que en los pr¨®ximos d¨ªas har¨¢ p¨²blicas una serie de medidas destinadas a responder "a la cuesti¨®n angustiosa" del poder adquisitivo, el crecimiento econom¨®mico y el empleo, una cuesti¨®n que est¨¢ en el fondo de toda la ola de protestas que se ha desatado este oto?o, m¨¢s all¨¢ de que haya sido manipulada o no por los sectores m¨¢s radicales del mundo sindical. Como se?alaban ayer muchos economistas, el poder de compra de los funcionarios depende del que tienen el resto de los franceses que, en definitiva, son los que sufragan los salarios p¨²blicos con sus impuestos.

En este sentido, el Gobierno se encarg¨® ayer de machacar a los huelguistas por lo que la portesta le est¨¢ costando a Francia. El ministro de Finanzas, ?ric Woerth, dijo que hasta la fecha ya hab¨ªa costado 500 millones de euros. Sarkozy insiti¨® en lo mismo: "En una democracia apaciguada se dialoga", dijo, "y en una democracia civilizada se para la huelga antes de poner a la econom¨ªa de rodillas".

Los funcionarios p¨²blicos consideran que su poder adquisitivo se ha deteriorado en un 6% desde 2000, y aunque el Gobierno no comparte el c¨¢lculo del porcentaje, el ministro Woerth reconoci¨® ayer que "est¨¢n mal pagados".

El sector p¨²blico franc¨¦s pone en jaque a Sarkozy con una huelga en todo el pa¨ªs