Un grupo de ladrones daba pr¨¦stamos con usura a bandas en apuros
Wilson Ricardo H. C., m¨¢s conocido como el Flaco Wilson, y sus hermanos se hab¨ªan dado cuenta de que si robar es un negocio lucrativo, el de hacer de usureros sale m¨¢s a cuenta. La banda daba pr¨¦stamos a otros delincuentes de origen colombiano, a los que cobraba intereses de entre un 5% y un 7% mensual. Y ojito con no devolver el dinero (hab¨ªa prestado 800.000 euros), porque el Flaco y sus hermanos Herbert, m¨¢s conocido como el Gordo, y Omar Arturo, eran muy violentos.
La banda del Flaco Wilson es una vieja conocida de las fuerzas del orden. En 1998 le destroz¨® una pierna a tiros a un representante de joyer¨ªa, su tipo de v¨ªctima predilecta. El Flaco fue detenido pero, tras salir libre, asalt¨® en 2002 un club de alterne, en Almer¨ªa como el anterior, donde clientes y trabajadores fueron apaleados. Detenido de nuevo, ahora estaba ampliando el negocio.
La Brigada Central de Crimen Organizado de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial le mordi¨® (detect¨®) hace tres meses, al enterarse de que estaba reclutando a delincuentes compatriotas en Colombia y EE UU. La banda debi¨® sentirse vigilada, ya que en octubre una parte de ella se fue a Holanda y B¨¦lgica. El grupo cay¨® in fraganti cuando intentaba atracar a un representante de joyer¨ªa belga.
El Gordo y el Flaco
Pero el Flaco Wilson segu¨ªa en Espa?a. Estaba preparando otro de sus cr¨ªmenes favoritos: el robo de coca¨ªna a un compatriota que resid¨ªa en Madrid. Ya hab¨ªa dado un palo similar en Elda (Alicante), donde se hizo con 30 kilos de coca¨ªna. La polic¨ªa los rode¨® y los detuvo en Madrid. El Gordo, el Flaco, el Calvo (Jes¨²s Alirio P. H.), Omar y un tal Jos¨¦ Luis S. C. guardaban cinco armas en un coche robado, donde hab¨ªan construido un ingenioso escondite.
El grupo hab¨ªa invertido sus ganancias, valoradas en varios millones de euros, en numerosas propiedades inmobiliarias. Pero parte de sus beneficios en met¨¢lico los dedicaban a hacer prestamos a delincuentes colombianos en apuros econ¨®micos o que necesitaban un primer pellizco de dinero para instalarse.
Los cinco detenidos hab¨ªan celebrado en 2004 matrimonios de conveniencia para legalizar su situaci¨®n. Tuvieron mala suerte porque la Fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia de Valencia los pill¨®. Los matrimonios ya han sido anulados judicialmente.
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