Las palabras de la ¨²ltima noche
Cobos Wilkins novela la sed de libertad de un homosexual y un reo de muerte
La noche inunda uno de esos encuentros que se dan pocas veces en la vida. Dos hombres se lanzan a tumba abierta en una conversaci¨®n en la que se desvelan secretos, se exorcizan fantasmas y el alma se expone en carne viva. Son dos perseguidos, dos seres condenados a la soledad. Uno est¨¢ entre rejas porque combate una dictadura y porque es homosexual; el otro, al que se acusa de un doble asesinato, ser¨¢ ejecutado en el garrote vil cuando amanezca. La dictadura franquista vive sus ¨²ltimos momentos. Lorenzo Alange, maestro de escuela que ama la libertad y lucha por ella, y Dami¨¢n Jaramundi, reo de muerte, ex boxeador y ser ind¨®mito con el instinto de un puma, recuerdan sus vidas al margen del reba?o humano, que los teme y desprecia a la vez.
As¨ª se inicia la novela El mar invisible, del escritor onubense Juan Cobos Wilkins. El mar invisible, que ha sido publicada por Plaza y Jan¨¦s, ha quedado finalista del VI Premio de Novela Ciudad de Torrevieja. "El mar es el gran s¨ªmbolo de la libertad para el ser humano. Parece que el agua y el cielo se unen en el mar. Y nos empe?amos en llegar a ese punto de uni¨®n. Pero el horizonte siempre est¨¢ m¨¢s all¨¢; siempre se nos escapa. Parece que sobre las aguas no rigen las leyes de los hombres en la tierra. Cuando se va navegando, el mar es como otro mundo que tiene otras coordenadas, otras normas, con una libertad superior. En el inconsciente, el mar es el lugar por donde huir, por el que tomar otro rumbo de vida", explica Cobos Wilkins al hablar del t¨ªtulo de la novela.
Sus personajes tienen muy cerca el mar, pero no pueden sumergirse en su liberaci¨®n. "El mar se puede oler y sentir en los muros de la c¨¢rcel. Pero no se puede ver; no se puede estar en su orilla; no se puede sentir c¨®mo rompen las olas en los pies", matiza el escritor, que es autor de varios poemarios y de la novela El coraz¨®n de la tierra. El ansia de libertad se hace m¨¢s lacerante para los presos por la cercan¨ªa de un bien imposible.
Lorenzo Alange sufre prisi¨®n porque no se adapta a la barbarie cotidiana de una tiran¨ªa codificada por suced¨¢neos de leyes. "Lorenzo tiene todas las papeletas para que le encarcelen en una dictadura. Es un defensor de las libertades civiles y la democracia, lo que es un aspecto exterior. Pero, adem¨¢s, es homosexual. En lo privado es alguien que se considera indigno de poderse manifestar tal y como es; alguien al que la dictadura franquista considera vago, maleante o peligroso social. Lorenzo est¨¢ doblemente marginado: como paria social y como paria del amor", comenta.
Dos seres muy diferentes en apariencia, el homosexual idealista y combativo y el buscavidas experto en estrategias de supervivencia, logran hacer de su encuentro y conversaci¨®n una ceremonia ¨ªntima y esencial. "Quise escribir una novela que hablara del amor, de las soledades, de la libertad y del poder sanador de la palabra. Quer¨ªa utilizar la palabra como las espadas de los h¨¦roes mitol¨®gicos, que con el mismo filo que her¨ªan, a la vez cicatrizaban y curaban la herida. La intensidad del tema, incluso su dureza, en una situaci¨®n tan extrema encontraba el b¨¢lsamo en la palabra del escritor y en las palabras que se dicen los dos protagonistas. Quiz¨¢s, lo ¨²nico de lo que no te puede privar la c¨¢rcel es de la imaginaci¨®n y su materializaci¨®n: la palabra", asevera.
"Esto lo comprend¨ª cuando los presos de la c¨¢rcel de alta seguridad de Huelva crearon un club de lectura y le pusieron mi nombre. Y vi que, en vez de alinearse paralelos los barrotes privadores de libertad, se alineaban los lomos de los libros que conten¨ªan eso que no pod¨ªa ser amordazado: las palabras", concluye Cobos Wilkins.
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