23 detenidos en la Ca?ada Real por robar en 30 casas
Enorme despliegue de la Guardia Civil por temor a la posible resistencia vecinal
La Guardia Civil se acerc¨® el lunes con cierto temor y gran despliegue a la Ca?ada Real Galiana. Los agentes iban a detener a 23 supuestos autores de 30 robos en viviendas, a los que sab¨ªan armados con escopetas y espadas. Un grupo numeroso y peligroso, s¨ª, pero el gran despliegue obedec¨ªa m¨¢s al miedo a toparse con una fuerte resistencia vecinal, como la que se encontr¨® la polic¨ªa el pasado 18 de octubre durante la operaci¨®n de desalojo de una vivienda, que acab¨® con 80 heridos, 30 de ellos agentes del orden. La alerta se corri¨® por la Ca?ada, pero cuando los vecinos comprobaron que iban a por un grupo de ladrones, se limitaron a mirar c¨®mo se ejecutaban las detenciones e incluso algunos intentos de huida campo a trav¨¦s.
El objetivo de la operaci¨®n era un grupo de rumanos especializado en el robo silencioso de viviendas deshabitadas. La banda hab¨ªa sido detectada despu¨¦s de que en mayo de este a?o perpetrara un robo en una casa de Villar de Olalla (Cuenca), una provincia donde se le adjudican otros seis palos. Los agentes comprobaron que el m¨¦todo de actuaci¨®n del grupo era similar al de una banda que hab¨ªa actuado ya en Madrid (seis robos con fuerza), Guadalajara (dos), Toledo (14) y ?vila (uno).
Su m¨¦todo consist¨ªa en mandar a ojeadores por los pueblos de las provincias que rodean Madrid, con el fin de localizar viviendas vac¨ªas, generalmente segundas residencias utilizadas s¨®lo durante los fines de semana o las vacaciones. Localizado el objetivo, la banda se desplazaba en dos coches hasta la casa elegida para el asalto.
Uno de los coches era escondido en las inmediaciones, mientras el otro era estacionado en la puerta de la casa, con el cap¨® abierto como si estuviera estropeado. El grupo entraba en bloque a la vivienda, forzando las ventanas. S¨®lo uno de ellos se quedaba en el exterior, alrededor del coche estropeado, con el fin de vigilar y dar el agua (aviso) a sus compinches para que escaparan en caso de que acudiera uno de los moradores leg¨ªtimos de la vivienda.
El aguador, para dar tiempo a que la banda pusiera pies en polvorosa, entreten¨ªa a la persona que se acercaba a la casa, pidi¨¦ndole ayuda para la reparaci¨®n del veh¨ªculo o entablando una conversaci¨®n intrascendente. El grupo de ladrones s¨®lo se llevaba cosas de f¨¢cil salida: joyas, aparatos electr¨®nicos, ordenadores o ropa de marca. Cuando la Guardia Civil registr¨® el lunes la vivienda que ocupaban los delincuentes requis¨® bienes valorados en m¨¢s de medio mill¨®n de euros.
Los delincuentes tomaban grandes precauciones durante la huida para dificultar su localizaci¨®n. Por eso cambiaban de coche continuamente. Que la Guardia Civil sepa, han llegado a utilizar hasta 15 veh¨ªculos distintos. Pero, tras 30 golpes, los investigadores dieron con la banda en la Ca?ada Real. Mal sitio para actuar, debieron pensar los agentes, que sin duda recordar¨ªan las violentas im¨¢genes del desalojo de octubre.
Por eso, "dadas las caracter¨ªsticas de la zona de actuaci¨®n", se mont¨® "un amplio dispositivo policial", seg¨²n inform¨® ayer oficialmente la Guardia Civil. Traducido al lenguaje oficioso, iban preparados para una fuerte resistencia de los delincuentes y de sus vecinos. Por eso fueron para all¨¢ 160 agentes de las comandancias de Madrid y Cuenca, de la Agrupaci¨®n de Tr¨¢fico, del Seprona, de la Agrupaci¨®n de Reserva y Seguridad (los antidisturbios)... Un helic¨®ptero, motos, veh¨ªculos de todo tipo. Al final, la operaci¨®n discurri¨® sin m¨¢s incidentes que la propia resistencia de los que iban a ser detenidos, algunos de los cuales tuvieron que ser perseguidos por las lomas de la Ca?ada.
La banda, a la que tambi¨¦n se acusa de falsificaci¨®n de documentos, contaba entre sus miembros con cuatro menores de edad, seg¨²n el instituto armado. Los investigadores dan por esclarecidos 30 robos, pero tienen en cartera decenas de delitos similares en la periferia de Madrid, algunos de los cuales se sospecha que han sido perpetrados por los ahora detenidos en la llamada Operaci¨®n Chanete.
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