La luz de Tito

Cada vez que triunfa Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®, la serie de La Primera, que acapar¨® los premios de la Academia, viene a mi memoria la imagen de Tito Fern¨¢ndez, su iniciador, sentado en la mitad de una silla, en el Caf¨¦ Gij¨®n, de Madrid. Tito era un hombre descre¨ªdo, ir¨®nico, capaz de re¨ªrse de su sombra, y de su luz. Entre algunas de sus luces, fue el director m¨¢s taquillero de Espa?a, antes de que apareciera Torrente, y se llev¨® a la tumba este triunfo que no cesa: Cu¨¦ntame. ?Por qu¨¦ ha llegado a enganchar a tantos? Felipe Gonz¨¢lez dec¨ªa, la primera semana que apareci¨® en la peque?a pantalla esta serie de cr¨®nicas pol¨ªticas y sentimentales de Espa?a, que un d¨ªa se ense?ar¨ªa en los colegios.

Lo dec¨ªa en una reuni¨®n de amigos, informalmente, muy interesado ante la aparici¨®n de una serie que de pronto iba a situarnos en el franquismo y en sus consecuencias sin dramatizar, creando tramas que pudieran interesar por igual a los que ya lo hab¨ªan vivido y a los que no tienen ni idea.

Al principio, el car¨¢cter de ficci¨®n que se le confer¨ªa a la historia hizo saltar de sus sillas, espantados, a los puristas y a los historiadores; pero la serie se impuso y ahora se permite el lujo de incluir documentaci¨®n mezclada con la ficci¨®n, de modo que lo que se imagina se combina con lo que se sabe. Y ya la serie se aprende en los colegios, que muchas veces no llegan, en su ense?anza de la historia, a lo que todav¨ªa tocamos con los dedos.

Otro de los premios, el que obtuvo Informe semanal, lo dedic¨® su directora, Alicia G. Montano, a los espectadores; hizo bien. La fidelidad con que se acoge ese programa informativo desmiente la creencia reciente de que la gente huye ante el rigor. Buenafuente hubiera disfrutado, en esta misma gala que ¨¦l condujo en La Sexta, teniendo a Tito Fern¨¢ndez a mano; ten¨ªan el mismo distanciamiento, el mismo buen humor para descorrer los velos de las solemnidades.