Miedo, viento y oleaje en los botes salvavidas

"La gente comenz¨® a subir mojada y gritando que abajo hab¨ªa agua", explic¨® ayer Andrea Salas, una argentina de 38 a?os que formaba parte de la tripulaci¨®n del Explorer. En declaraciones a la emisora porte?a Radio Continental relat¨® c¨®mo a pesar de todo la evacuaci¨®n de la nave siniestrada se hizo con mucha tranquilidad. No obstante, una vez en los botes salvavidas todo se volvi¨® m¨¢s dif¨ªcil por la incertidumbre, el fr¨ªo viento y el oleaje.

Seg¨²n Salas, sentir los golpes del casco contra el hielo es una experiencia a la que estaban acostumbrados. De hecho, el capit¨¢n advirti¨® de que se aproximaba un iceberg pero que esperaba que el viento lo alejara, algo que no sucedi¨®. En ese momento Salas se encontraba en el bar de la nave. Fue entonces cuando comenzaron a subir pasajeros empapados procedentes de los camarotes situados debajo que avisaban a gritos de que el agua estaba entrando en grandes cantidades. La mujer asegur¨® que, minutos despu¨¦s, se inform¨® por los altavoces de que se hab¨ªa producido una colisi¨®n contra un iceberg pero que la situaci¨®n estaba controlada. "Pero el barco se inclinaba cada vez m¨¢s". Finalmente el capit¨¢n orden¨® la evacuaci¨®n.

Los equipos de rescate informaron de que el estado de los supervivientes es bueno y que ¨²nicamente algunos presentaban cierta inestabilidad emocional debido a la tensi¨®n vivida.