"Vivo una prejubilaci¨®n anticipada"

Nueve a?os despu¨¦s, como si fuera v¨ªctima de una maldici¨®n c¨ªclica, Jos¨¦ Mar¨ªa Olaz¨¢bal se vio de nuevo medio paralizado -de la ingle abajo, viejos dolores e inflamaciones recuperando su sitio en su cuerpo-, desempolvando tarjetas de visita de m¨¦dicos y expertos que cre¨ªa innecesarias, recibiendo consejos, visitando consultas conocidas y casi olvidadas.

"Sufro una inflamaci¨®n de las terminaciones que se insertan en los tendones", explica; "me duele el hombro derecho y tambi¨¦n la zona lumbar. Empez¨® por la rodilla izquierda, que produc¨ªa l¨ªquido sinovial. Los m¨¦dicos saben lo que est¨¢ mal, pero no saben por qu¨¦ ha sucedido ni qu¨¦ lo ha producido. De todas maneras, no es tan grave como lo de entonces, que no pod¨ªa ni andar".

Los ¨²ltimos an¨¢lisis han sido alentadores, y el golfista piensa volver en enero

En agosto, la situaci¨®n se hizo insoportable. El rebrote de la afecci¨®n reum¨¢tica que le tuvo postrado en 1998 se mostr¨® en todo su esplendor. Olaz¨¢bal dej¨® la bolsa de palos en un rinc¨®n el 8 de agosto y ah¨ª sigue.

"Vivo una prejubilaci¨®n anticipada", bromea Olaz¨¢bal, que fue capaz de ganar su segundo Masters, en 1999, despu¨¦s de recuperarse de casi dos a?os de enfermedad. Los ¨²ltimos an¨¢lisis cl¨ªnicos han sido alentadores para Olaz¨¢bal, que ya viaja, sale de casa, es capaz de hacer alg¨²n swing y piensa volver a entrenarse en enero. Entre el sof¨¢, horas y horas ante la tele y las consultas m¨¦dicas, se le han ido los d¨ªas. "Primero me vieron en San Sebasti¨¢n. Luego, el m¨¦dico alem¨¢n Hans M¨¹ller-Wohlfahrt, que me diagnostic¨® la vez anterior. Ahora me est¨¢n tratando en la Cl¨ªnica de Navarra. Todos coinciden en el diagn¨®stico, pero tambi¨¦n en no saber la causa. Puede ser un virus o incluso algo que he comido", dice Olaz¨¢bal, que, si super¨® la enfermedad hace a?os con productos tales como aleta de tibur¨®n, ahora conf¨ªa en un antiinflamatorio intravenoso de ¨²ltima generaci¨®n y dosificaci¨®n espaciada.

"Y no juego nada, nada. No hago ni putts en la alfombra.He descubierto c¨®mo pasar el d¨ªa en casa haciendo otras cosas, como sacar la basura, hacer de ch¨®fer de mi madre, ver c¨®mo gana el Madrid, ver c¨®mo gana el Bar?a, ver lo bien que juegan al golf mis compa?eros... No me he perdido nada por la tele", dice el golfista vasco. "Los palos se me han olvidado. Hombre, claro que los echo en falta, pero no me quiero apresurar. F¨ªsicamente, ya me siento mucho mejor y el pron¨®stico es bueno, pero hay que tener paciencia, ir despacito y con buena letra", a?ade.

La tentaci¨®n de los que no lo conocen bien, bien, es pensar que, ya a punto de cumplir los 42 a?os, lo tendr¨¢ complicado para encontrar la motivaci¨®n y el ¨¢nimo para superar las dificultades y regresar a un golf en el que los artistas se ven arrinconados en unos campos dise?ados para los grandes pegadores, en el que no le esperan quiz¨¢s m¨¢s victorias. Pero no, dicen sus amigos, la gente que le rodea, Sergio G¨®mez, su m¨¢nager; Jon Karla Lizeaga, su preparador f¨ªsico. "Pero no", repite Olaz¨¢bal; "echo mucho de menos la competici¨®n. Estando as¨ª es como me he dado cuenta de que soy una persona que necesita estar en la pelea. Si no para ganar un torneo, por lo menos para estar ah¨ª".