El n¨²mero de rumanos se duplica en 10 meses y supera ya el medio mill¨®n
Una moratoria impuesta por el Gobierno les impide trabajar hasta 2009
Dice un refr¨¢n rumano: "Dios te da, pero no te lo pone en tu saco". A veces, ni siquiera te lo pone en tu tierra. Eso deben pensar las 505.670 personas que han abandonado Rumania para instalarse en Espa?a y que ya integran el mayor colectivo extranjero, a mucha distancia del marroqu¨ª (298.424 miembros), que ocupa el segundo lugar. Si los rumanos de Espa?a se reunieran, formar¨ªan la s¨¦ptima ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs, por delante de Murcia (416.996 habitantes), Las Palmas (377.056) o Bilbao (354.145).
La mayor¨ªa de ellos (294.345, el 139,3%) han llegado durante los primeros diez meses de este a?o, inmediatamente despu¨¦s de que su pa¨ªs ingresara en la Uni¨®n Europea (UE) y se levantaran las barreras fronterizas. Como nuevos ciudadanos europeos, disponen de libertad para circular y residir donde les plazca. Sin embargo, sus derechos laborales est¨¢n limitados.
Para evitar que una llegada masiva de los nuevos ciudadanos europeos desequilibrara el mercado laboral, el Gobierno estableci¨® una moratoria de dos a?os, a contar desde el pasado 1 de enero. Hasta que finalice ese plazo, los rumanos y los b¨²lgaros que quieran trabajar deben cumplir pr¨¢cticamente los mismos requisitos que los inmigrantes procedentes de pa¨ªses ajenos a la UE.
Pero ni siquiera las autoridades que dise?aron esa medida pudieron imaginar una avalancha como la que se ha producido. "Supon¨ªamos que iban a llegar muchos rumanos, pero han llegado muchos m¨¢s de los que esper¨¢bamos", admiti¨® el pasado jueves la secretaria de Estado de Inmigraci¨®n y Emigraci¨®n, Consuelo Rum¨ª.
La moratoria hab¨ªa sido suficientemente publicitada en Rumania. Pero en la mayor¨ªa de los reci¨¦n llegados pes¨® m¨¢s el ejemplo de los conocidos que en los ¨²ltimos a?os hab¨ªan logrado salir adelante en Espa?a. S¨®lo cuando llegaron y se encontraron con la negativa de los empresarios a contratarlos empezaron a pensar que hab¨ªan cometido un error. Algunos no pudieron soportar el fracaso y cayeron en la desesperaci¨®n. ?se fue el caso de Marian Mitrita, el hombre de 44 a?os que en septiembre se quem¨® a lo bonzo frente a la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Castell¨®n. Otros han remediado su frustraci¨®n al margen de la ley.
"Nuestro principal problema son ahora los rumanos", se?ala un alto mando policial. Muchos de los reci¨¦n llegados han comenzado a trabajar ilegalmente. Otros, como se ha visto recientemente en la vendimia de Castilla-La Mancha, malviven a la intemperie siguiendo la ruta de las cosechas. Y algunos han ca¨ªdo en la delincuencia: prostituci¨®n y todo tipo de robos: coches de lujo, placas solares y kil¨®metros de cables de cobre de las redes el¨¦ctricas p¨²blicas.
La moratoria es el principal asunto que trae en la agenda el presidente de Rumania, Traian Basescu, quien hoy inicia una visita de Estado a Espa?a. Durante la gira, se reunir¨¢ con representantes de las asociaciones de inmigrantes. Nilu Scrofan, presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios Rumanos de Castell¨®n, lo ve de esta forma: "Con la moratoria perdemos todos: Espa?a, porque los reci¨¦n llegados que encuentran trabajo no pagan impuestos, y los trabajadores, porque no disfrutan de los beneficios de la cotizaci¨®n".
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