Los empresarios van a Rumania y los trabajadores vienen a Espa?a

La emigraci¨®n masiva de los rumanos a Espa?a est¨¢ llena de paradojas. Una de ellas es que se produce justo cuando la UE reduce paulatinamente las ayudas a Espa?a y abre el grifo para Rumania, que entre 2007 y 2013 recibir¨¢ 17.000 millones de euros en fondos estructurales y de cohesi¨®n. Mientras Espa?a creci¨® el a?o pasado el 3,9%, Rumania lo hizo el 7,7%.

Todo est¨¢ por hacer en el pa¨ªs balc¨¢nico: carreteras, hoteles, edificios. El auge de la construcci¨®n, que se agota en Espa?a, comienza a arrancar en Rumania. As¨ª lo entienden, al menos, los empresarios espa?oles (el 75% de las 2.500 sociedades rumanas con capital espa?ol han sido creadas desde 2005) y tambi¨¦n los rumanos, que se han lanzado a abrir negocios en su pa¨ªs. Deber¨ªa haber trabajo de sobra, y lo cierto es que el paro se ha reducido hasta el 5,2%. Pero los ciudadanos emigran y las empresas se nutren de inmigrantes orientales.

El presidente de la Asociaci¨®n para el Desarrollo Econ¨®mico y Cultural Rumano en Espa?a, Daniel Tecu, y el de la Asociaci¨®n de Empresarios Rumanos de Castell¨®n, Nilu Scrofan, coinciden en el diagn¨®stico. "En Rumania, el sueldo medio en la construcci¨®n es de 400 euros, mientras que en Espa?a no baja de los mil. Hasta que el sueldo de all¨ª no alcance al menos el 70% del de aqu¨ª, los rumanos no volver¨¢n a su pa¨ªs".

El hecho de que las perspectivas econ¨®micas de la construcci¨®n, sector en el que trabajan la mayor¨ªa de los rumanos, sean cada vez m¨¢s negras en Espa?a no parece desanimar a los inmigrantes. "La gente se est¨¢ reciclando: los alba?iles se convierten en azulejeros, camareros...", dice Scrofan. Para los que tienen empleo legal, la decisi¨®n es m¨¢s f¨¢cil: "Incluso si se quedaran en paro, cobrar¨ªan lo mismo que trabajando en Rumania".