Cinco imputados por cobrar dinero negro en la venta de pisos protegidos
La trama operaba en Arganda e implica al mayor constructor de la localidad
El mayor constructor de Arganda del Rey, Juli¨¢n S¨¢nchez Primo, est¨¢ siendo investigado por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Arganda del Rey por el supuesto cobro de dinero negro en la venta de decenas de viviendas protegidas en la localidad. Junto a S¨¢nchez Primo han sido imputados por los delitos de estafa y fraude fiscal el due?o de la inmobiliaria Vilsa, Francisco Javier Villapalos Aguilar, su yerno, Mariano Trillo Ram¨ªrez, y dos trabajadoras de Vilsa. El juez tambi¨¦n investiga un posible delito de coacciones al que Trillo Ram¨ªrez habr¨ªa incurrido al presionar a una denunciante para que retirara una denuncia presentada contra la trama.
Los imputados, que tambi¨¦n est¨¢n siendo investigados por el Ministerio de Hacienda por presuntas irregularidades fiscales, exig¨ªan a los compradores una cantidad de entre 40.000 y 69.000 euros en dinero B o negro. El caso se refiere a dos promociones con un total de 136 viviendas situadas en la confluencia de la avenida de la Tolerancia y la calle de la Comprensi¨®n, en las zonas de nuevo desarrollo del municipio. Las casas fueron vendidas a lo largo de 2005 y hasta el momento se desconoce cu¨¢ntas habr¨ªan sido vendidas con el sobreprecio ilegal.
El juez investiga si un empresario coaccion¨® a una denunciante
Hasta el momento, una veintena de compradores, algunos denunciantes y otros como testigos, han acudido a declarar ante la juez que instruye el caso. Todos ellos han confirmado el pago del dinero negro, que les era exigido con el argumento de que "era para otras personas que hab¨ªan comprado antes el piso sobre plano y que se hab¨ªan arrepentido", seg¨²n la declaraci¨®n de uno de los testigos llevada a cabo el pasado 22 de octubre.
Un informe de la Guardia Civil, incluido en las diligencias y fechado el pasado 13 de junio, corrobora los pagos irregulares. Tras investigar decenas de contratos de compraventa y la documentaci¨®n aportada por los compradores denunciantes, la Guarda Civil concluy¨® que "la promotora a algunos de los compradores, sobre todo de las ¨²ltimas fases, les exig¨ªa el pago de cierta cantidad de dinero en B".
La Guardia Civil tambi¨¦n concluye que la promotora de S¨¢nchez Primo "ha cobrado de m¨¢s a los propietarios que lo que la Comunidad de Madrid estipul¨®" en la Calificaci¨®n Definitiva de Viviendas con Protecci¨®n P¨²blica. Una tercera irregularidad ser¨ªa la venta de trasteros, que en la Calificaci¨®n constan como "vinculados a los pisos" y que fueron cobrados por separado.
Una ¨²ltima irregularidad comprobada por la Guardia Civil raya la usura. Se trata del caso de una compradora a la que la hipoteca obtenida en el banco se le quedaba 9.000 euros corta para llegar al precio de venta del piso. "La promotora prest¨® a la manifestante 9.000 euros que le faltaban mediante la firma de 60 letras de cambio de 210 euros". Es decir, le cobr¨® un total de 12.600 euros a cinco a?os.
Este caso, adem¨¢s, pone de manifiesto cierta connivencia entre la promotora y la entidad financiera, que no es citada por su nombre en el informe: "La cantidad de 9.000 euros pedida a S¨¢nchez Primo la solicit¨® a ¨¦ste por recomendaci¨®n del banco donde hab¨ªa pedido el pr¨¦stamo hipotecario", concluye el informe de la Guardia Civil.
La juez instructora investiga si es cierto, como intentan demostrar los abogados de los afectados, que la trama exig¨ªa y cobraba el dinero en las oficinas de Vilsa y ¨¦ste era posteriormente entregado a S¨¢nchez Primo. En todas las ocasiones, seg¨²n los denunciantes y testigos, las empleadas de Vilsa cog¨ªan el dinero, lo contaban y lo introduc¨ªan en una bolsa. Poco despu¨¦s, les acompa?aban a las oficinas de S¨¢nchez Primo a firmar el contrato de compraventa.
Hasta el momento, s¨®lo han declarado ante el juez Villapalos y Trillo. S¨¢nchez Primo y las dos empleadas de Vilsa lo har¨¢n en las pr¨®ximas semanas. El promotor ya ha avanzado a varias personas relacionadas con el caso que ¨¦l no se ha llevado "ni un euro en dinero negro" y que no se hace responsable de lo que haya podido hacer Vilsa.
Villapalos, due?o de la inmobiliaria, compareci¨® ante el juez el pasado 23 de octubre. All¨ª fue interrogado sobre varios casos y neg¨® que, en uno de ellos, exigiera 56.750 euros a unos clientes "si quer¨ªan firmar escrituras". En su declaraci¨®n tambi¨¦n eludi¨® cualquier responsabilidad, aunque en este caso no sali¨® en defensa de sus empleadas al afirmar desconocer si "¨¦stas han acompa?ado a clientes de Vilsa a las oficinas de S¨¢nchez Primo", supuestamente para entregar al promotor el dinero que los clientes pagaban en negro.
Trillo Ram¨ªrez, por su parte, tambi¨¦n neg¨® ante el juez haber exigido a una cliente 40.200 euros ni haberla amenazado para que retirara la denuncia presentada contra la trama.
?D¨®nde est¨¢n los billetes?
La trama organizada en Arganda para el cobro de cantidades millonarias en dinero negro en la venta de viviendas protegidas esconde un gran interrogante que ser¨¢ clave en el proceso judicial en marcha. La pregunta a responder es ad¨®nde ha ido a parar el dinero negro, casi todo en billetes de 100, 200 y 500 euros, pagado por los compradores.
Las declaraciones de la veintena de compradores que han comparecido delante del juez se parecen como gotas de agua al describir el proceso de compra de la vivienda protegida y el pago de dinero negro. Los clientes acud¨ªan a Vilsa para informarse de la posibilidad de comprar un piso protegido. All¨ª se les dec¨ªa que un requisito imprescindible era no tener ninguna vivienda en propiedad, por lo que Vilsa se ofrec¨ªa para vender primero la que tuvieran.
Tras la venta, Vilsa informaba de la necesidad de pagar entre 40.000 y 69.000 euros a una supuesta familia que hab¨ªa renunciado a qued¨¢rsela. La ruptura de un matrimonio era la raz¨®n utilizada para justificar que alguien renunciara a comprar un piso protegido cuyo precio era m¨¢s de un 30% inferior al de mercado.
Varios compradores han afirmado ante el juez la sorpresa que se llevaron en la firma del contrato de compraventa al ver que el vendedor era el propio S¨¢nchez Primo y no la supuesta familia.
Para proceder a la compra de la vivienda protegida, Vilsa se reun¨ªa con los compradores en sus oficinas. All¨ª, una empleada les hac¨ªa subir al primer piso, donde contaba el dinero con una m¨¢quina antes de introducirlo en una bolsa. Posteriormente, la misma empleada acompa?aba a los compradores a las oficinas de S¨¢nchez Primo para firmar el contrato de compraventa.
La clave, que hasta el momento no ha podido ser desvelada, es si el dinero se quedaba en Vilsa o era llevado hasta las oficinas de S¨¢nchez Primo por la misma empleada cuando acompa?aba al cliente.
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