Miles de personas rechazan en Gaza el acuerdo de Annapolis
Ham¨¢s y la extrema derecha israel¨ª se oponen tajantemente al plan de paz
"Todo el mundo deber¨ªa rezar por el ¨¦xito de Annapolis", declar¨® ayer el presidente israel¨ª, Sim¨®n Peres. "Dios lo quiera", dese¨® el due?o de una cafeter¨ªa de Ramala (Cisjordania). "Dios bendiga vuestro trabajo", concluy¨® su discurso George Bush, aludiendo a Ehud Olmert y Mahmud Abbas.
En Ramala, la polic¨ªa se emple¨® con sa?a contra los islamistas
"La historia no tendr¨¢ piedad con Abbas", gritaba la gente en Gaza
La misi¨®n de los l¨ªderes hebreo y palestino es tit¨¢nica. Los escollos a salvar, inmensos. Jerusal¨¦n, los refugiados, los asentamientos y la ocupaci¨®n militar, la seguridad de Israel, las fronteras y el reparto del agua suscitan las disputas m¨¢s agrias. En ambos bandos. En el palestino, gran parte de la poblaci¨®n rechaza la negociaci¨®n y nadie conf¨ªa en que el proceso desemboque en la creaci¨®n de su Estado. En el israel¨ª, el primer ministro Olmert afronta tambi¨¦n una feroz oposici¨®n interna: la derecha cada vez m¨¢s extremista y dos aliados fundamentales de su Gobierno se oponen a abordar cuestiones primordiales, e incluso dirigentes de su partido, Kadima, afilan los cuchillos para suceder al gobernante.
Desde el "cielo" de la ciudad estadounidense, Olmert y el presidente Abbas deben ahora bajar a la tierra. En la arena de Gaza, Ham¨¢s se ha hecho fuerte y en su desprecio por el proceso de paz no hay fisuras. "No abandonaremos una pulgada de tierra palestina. La conferencia de Annapolis es est¨¦ril y no nos sentiremos vinculados por ning¨²n compromiso que da?e nuestros derechos", afirm¨® el jefe del Ejecutivo islamista, Ismail Haniya. "Nos mantendremos firmes", a?adi¨®, "frente a los ataques a la voluntad de nuestro pueblo y a la resistencia". Mahmud Zahar, duro entre los duros, advirti¨®: "Quien coopere con la ocupaci¨®n es un traidor", dijo refiri¨¦ndose al presidente. Palabras mayores entre los palestinos. La multitud le apoy¨® en Gaza, donde decenas de miles de personas corearon: "La historia no tendr¨¢ piedad con Abbas".
La fractura entre Cisjordania y Gaza -dos d¨ªas antes del 60? aniversario de la resoluci¨®n de Naciones Unidas que estableci¨® la partici¨®n de Palestina y la creaci¨®n de Israel- es profunda. La brecha entre Ham¨¢s y Al Fatah ya provoca v¨¦rtigo. Como causa preocupaci¨®n la divisi¨®n entre los mandamases de Al Fatah y sus leales. Incluso grupos laicos integrados en la OLP se han sumado a los partidarios del rechazo. Puede estar extendida la impresi¨®n de que s¨®lo los islamistas se oponen a muerte a Israel. Pero basta con preguntar a simpatizantes de Al Fatah para apreciar que el odio al sionismo es casi un¨¢nime.
"Los jud¨ªos son despreciables". "Olmert es un terrorista". Son sentencias de dos j¨®venes veintea?eros que pregonaban en Ramala su respaldo a Abbas. "Yo soy de Fatah", insiste Ahmed, "pero la negociaci¨®n ser¨¢ un fracaso. Ham¨¢s ya es m¨¢s fuerte que nosotros en Cisjordania, aunque est¨¦n escondidos. Porque si alguien dice que pertenece a Ham¨¢s, no lo pasa muy bien". Imposible encontrar a alguien esperanzado con el proceso nacido en Annapolis. "Podr¨¢ haber acuerdo, pero despu¨¦s los jud¨ªos dar¨¢n marcha atr¨¢s, como siempre", asegura Fadi.
El repudio al proceso ya pisa las calles. En Cisjordania, la polic¨ªa fiel a Abbas, que hab¨ªa prohibido toda protesta, no titube¨® a la hora de reprimir las manifestaciones convocadas. En Hebr¨®n falleci¨® un hombre de 35 a?os, y en la capital, Ramala, los agentes se emplearon con sa?a contra cientos de islamistas que, al grito de "S¨®lo hay un Dios", desafiaron la orden. Los tiros al aire dieron paso a violentas cargas. Los polic¨ªas, y una docena de civiles armados con pistolas, de llevaron a 200 detenidos a bastonazos y pu?etazos.
El panorama para Olmert tambi¨¦n requiere coraje. Dos partidos de su coalici¨®n amenazan con dejarle en la estacada si se entabla la negociaci¨®n sobre Jerusal¨¦n, tal como plantea la declaraci¨®n conjunta suscrita en EE UU. Hasta diputados de Kadima acudieron el lunes a un rezo de miles de colonos en el Muro de las Lamentaciones. La mayor¨ªa, chicos y chicas adolescentes, escuchaban extasiados al rabino Mordejai Eliyhau. "Quieren entregar Jerusal¨¦n. Hemos venido para orar. Y puedes estar seguro, no ocurrir¨¢. Las oraciones dar¨¢n resultado", promet¨ªa Noam.
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