Un siglo de arquitectura en la Red
Un ambicioso inventario en Internet 'visita' 5.600 edificios de toda Espa?a
La m¨¢s ambiciosa base de datos de la historia de la arquitectura espa?ola, que recoge todo un siglo (desde 1901 hasta 2000), se encuentra ya al alcance de todos. S¨®lo con pinchar en www.archxx-sudoe.es, cualquier interesado puede consultar datos b¨¢sicos -como localizaci¨®n, a?o de construcci¨®n y datos del arquitecto (salvo en los casos de autor desconocido)- de un total de 5.600 edificios diseminados por la geograf¨ªa espa?ola.
Las fundaciones Docomomo y Mies van der Rohe est¨¢n detr¨¢s del proyecto
El usuario puede intervenir para impedir un derribo o a?adir datos
A ellos se suman una treintena en Gibraltar y otros 1.500 en el sur de Francia. Estos a?adidos se explican porque la madre del proyecto era inventariar el patrimonio arquitect¨®nico del siglo XX en Espa?a, Gibraltar y las regiones francesas incluidas en el Sudoe, t¨¦rmino que utiliza la UE (que financia el proyecto) para designar este ¨¢mbito territorial. Detr¨¢s tambi¨¦n est¨¢n las prestigiosas y poderosas fundaciones Docomomo y Mies van der Rohe y otros organismos como el Colegio de Arquitectos de Madrid.
El trabajo empez¨® hace dos a?os con un barrido bibliogr¨¢fico. A partir de los a?os noventa sobre todo se hicieron gu¨ªas similares de amplio calado, pero ten¨ªan algunas limitaciones que este canon supera. Cuantitativamente no sobrepasaban los 800 edificios; cronol¨®gicamente estaban muy centradas en el conocido como movimiento internacional (etapa que va desde 1925 hasta 1965) y desde el punto de vista estil¨ªstico algunas arquitecturas, como la franquista y la del turismo, hab¨ªan sido descuidadas por ser poco valoradas.
Este banco de datos supera incluso el registro de Docomomo -que es seguramente el m¨¢s amplio- porque s¨®lo se ocupa del movimiento internacional. De modo que hab¨ªa que incluir, por ejemplo, edificios que aunque desde el punto de vista estil¨ªstico sean poco interesantes merecen ser registrados, como la Universidad Laboral de Gij¨®n, de estilo historicista.
Y hay edificios que se han ca¨ªdo del cartel, v¨ªctimas de la indispensable criba. As¨ª ha ocurrido con la sobredosis de edificios de arquitectura posmoderna de finales de los setenta ("que era una mirada ir¨®nica hacia el historicismo", explica el profesor de Arquitectura en la Universidad de Sevilla Carlos Garc¨ªa V¨¢zquez, coordinador del proyecto).
Hab¨ªa que acotar y hab¨ªa que elegir. Y, en ocasiones, ensanchar los l¨ªmites que se han impuesto, como las fechas. El ineludible Museo Guggenheim de Bilbao aparece en este macroinventario, aunque se termin¨® ya acabado el siglo XX. Esto se explica, seg¨²n Garc¨ªa V¨¢zquez, por ser un edificio "muy emblem¨¢tico" y por su "perdurabilidad". El propio concepto de siglo XX, reconoce, "es artificioso" y entre sus fallos est¨¢ que corta por la mitad el movimiento modernista catal¨¢n que surgi¨® a finales del siglo XIX.
Cap¨ªtulo aparte merece la llamada arquitectura franquista, que se puede situar entre finales de los a?os treinta hasta la d¨¦cada de los cincuenta. El propio t¨¦rmino es calificado por el coordinador de ambiguo, "porque s¨®lo se puede aplicar a un periodo concreto en el que conviven distintas tendencias". Este estilo no fue un prototipo -neocl¨¢sico- del r¨¦gimen fascista como s¨ª lo fue el de Hitler. El franquismo tuvo dos ra¨ªces: "una, historicista, con una vertiente ideol¨®gica muy fuerte, que reivindica las fuentes hist¨®ricas de la arquitectura buscando en los monumentos m¨¢s gloriosos, como en El Escorial; y otra ra¨ªz, vern¨¢cula, que supone un rechazo hacia lo urbano y el ensalzamiento de lo rural", explica Garc¨ªa V¨¢zquez.
Si en un primer momento la arquitectura franquista tuvo un fuerte car¨¢cter historicista-castellano, pronto se diluy¨® (concretamente en los a?os cincuenta). Esto tiene que ver con la propia personalidad del dictador, "al que no le interes¨® en absoluto la arquitectura", dice el coordinador.
En ese tiempo surgen profesionales como Alejandro de la Sota (1913-1996) o Jos¨¦ Antonio Coderch (1913-1984) que dejaron una magn¨ªfica obra, "y que si hubieran vivido en otro pa¨ªs hubieran tenido el reconocimiento internacional".
El equipo que ha llevado a cabo este ingente proyecto ha tenido el mismo esp¨ªritu revisionista con la llamada arquitectura del turismo, que ha podido ser contemplada con m¨¢s distancia y menos prejuicios.
El inventario, que se ha dividido en cinco zonas geogr¨¢ficas, tiene una encomiable vertiente de servicio p¨²blico. Sin ir m¨¢s lejos, los ciudadanos pueden organizarse a trav¨¦s de la web para impedir, por ejemplo, que la falta de sentido com¨²n derribe edificios que no lo merecen. O poner la firma a edificios an¨®nimos. Los datos se ampliar¨¢n en otra fase del proyecto que los autores conf¨ªan empezar pronto.
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