Mirar hacia otro lado

Escribo esta carta leyendo en el diario que una mujer saud¨ª ha sido condenada a cientos de latigazos y varios meses de c¨¢rcel por ser violada. Una barbarie m¨¢s de las casi infinitas que se producen a diario en muchos pa¨ªses. Yo, el lector, paso de p¨¢gina y me olvido del tema. No, hoy no, ya est¨¢ bien.

A mitad del siglo pasado, parec¨ªa que se ve¨ªa la luz al final del t¨²nel para los pa¨ªses de ?frica, Oriente Medio, y otras zonas del Tercer Mundo. El fin del colonialismo, las fuentes de riquezas naturales y las ganas del pueblo hac¨ªan pensar lo mejor. Hoy en d¨ªa, siglo XXI, la situaci¨®n no ha mejorado. Incluso en muchas zonas se puede decir que ha ido a peor. Falta de educaci¨®n y de recursos sanitarios, gobiernos corruptos sin escr¨²pulos, violaci¨®n de derechos humanos, y un largo etc¨¦tera que todo el mundo sabe pero nadie quiere asumir. Para qu¨¦, si aqu¨ª ya se est¨¢ bien. Ego¨ªsmo, puro y duro.

Hace falta muy poco por nuestra parte para cambiar las cosas. No s¨®lo a nivel econ¨®mico, que raramente resuelve algo para siempre, sino a nivel social y moral, de mentalidad. Informarse, comprometerse y actuar en concordancia. Darlo a conocer. Ejercer una presi¨®n global. Luchar contra esa ignorancia, no pasar la p¨¢gina del diario y olvidarse del tema.