Titulares de banquillo

Los titulares del diario El Mundo "Chaves orden¨® espiar al presidente de la Caja San Fernando" y "Chaves mand¨® espiar durante meses a los presidentes de las cajas", publicados el 29 de noviembre de 2001, se sentaron ayer en el banquillo en el ¨²ltimo d¨ªa del juicio por un delito de injurias graves con publicidad.

El defensor de uno de los acusados les dijo a los periodistas, tambi¨¦n acusados, que se pod¨ªan haber ahorrado seis a?os de pleito si en vez de asumir como propia esa afirmaci¨®n lo hubieran puesto en boca de una tercera persona. Por ejemplo, en la del ex presidente de la entidad financiera Juan Manuel L¨®pez Benjumea.

"Lo ¨²nico que pod¨ªan publicar es que el se?or L¨®pez Benjumea se sent¨ªa espiado y vigilado una vez descartado el seguimiento de ETA", dijo Miguel Salas, letrado del falso detective Joaqu¨ªn Corpas e hijo de periodista. En su opini¨®n, los periodistas de El Mundo "no han acreditado la realidad de la afirmaci¨®n" del titular.

Los letrados de las defensas abundaron ayer en los argumentos en torno a la colisi¨®n entre el derecho a la informaci¨®n y el derecho al honor, en el ¨²ltimo d¨ªa del juicio contra L¨®pez Benjumea, los periodistas Francisco Rosell y Javier Caraballo, adem¨¢s de Corpas. Todos ellos han sido sido acusados de un delito de injurias graves con publicidad por el presidente andaluz, Manuel Chaves, el secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Luis Pizarro, el entonces presidente de la comisi¨®n de control de la caja, Miguel ?ngel Pino, y el ex jefe de escoltas del presidente, Juan Esc¨¢mez.

La defensa de Benjumea, a quien las acusaciones consideran como el mu?idor de la operaci¨®n de descr¨¦dito contra Chaves, asegur¨® que es evidente que el ex cajero no "redact¨®" la noticia. Tampoco, dijo, se ha probado durante la vista que haya sido el inductor de la misma porque para eso es necesario convencer a una persona decidida a no cometer un delito. "No existe base para mantener la inducci¨®n porque nadie puede responder por los actos de otros", afirm¨® Francisco Baena Bocanegra, abogado de L¨®pez Benjumea, a quien al inicio del juicio le son¨® el tel¨¦fono m¨®vil con la musiquilla del himno del Sevilla. Este letrado, al igual que la abogada de los periodistas, se esforz¨® en restar valor al auto dictado el 26 de julio de 2005 por la secci¨®n s¨¦ptima de la Audiencia de Sevilla, considerada una de las m¨¢s progresistas, en el que se afirma que Benjumea urdi¨® una "confabulaci¨®n" para "aparentar una noticia de supuesto inter¨¦s" con el fin de "engatusar a alg¨²n medio de comunicaci¨®n" y "desprestigiar" a dirigentes del PSOE. "Eso no es un auto, ni una sentencia, sino un auto de fe y no en la justicia, sino de aquellos por los que se ejecuta a los sentenciados por la Inquisici¨®n". Seg¨²n ¨¦l, el juicio que ayer qued¨® visto para sentencia es "un pulso" de Chaves contra El Mundo, como se demuestra, a su entender, en que cada vez que un juez archivaba la causa aparec¨ªa otra querella de los socialistas para buscar musculatura procesal.

La representaci¨®n del ex cajero dijo que el hecho de que no se hayan demostrado los seguimientos a Benjumea, como declararon tanto la polic¨ªa como los escoltas de ¨¦ste, no significan que no hubieran existido. Y mantuvo que el hecho de que "se haya editado mal" la cinta de v¨ªdeo -donde supuestamente el falso esp¨ªa Antonio Castellano dice a Corpas que "entre Pino, Pizarro y Chaves me han mandado seguir a Benjumea y Beneroso"- no significa que "se haya manipulado".

La abogada de los periodistas, Cristina Pe?a, arguy¨® diversa jurisprudencia para concluir que Chaves es un personaje p¨²blico que "debe soportar la cr¨ªtica y el conocimiento p¨²blico de sus actividades" y asegur¨® que el director de la edici¨®n andaluza de El Mundo, Francisco Rosell, no debi¨® sufrir la "pena de banquillo" porque no es el autor del reportaje.

Sobre el periodista que s¨ª firm¨® la informaci¨®n, Javier Caraballo, su letrada dijo que la hab¨ªa comprobado "exhaustivamente" con cuatro fuentes fiables. Pe?a despach¨® la cr¨ªtica de las acusaciones de que lo publicado no estaba contrastado con los protagonistas de la historia con la siguiente afirmaci¨®n: "Los sujetos sobre los que versan la informaci¨®n no son fuentes para los periodistas".

De periodistas y de peri¨®dicos habl¨® Rosell, en el turno de ¨²ltima palabra. Cit¨® a Ben Bradley, el legendario director del Washington Post que destap¨® el caso Watergate. Defendi¨® lo publicado y se lament¨® de que la prensa que busca la verdad se siente en el banquillo. "Es duro, pero nos sentimos muy honrados", concluy¨®.