Solbes rechaza vincular la nueva financiaci¨®n a las balanzas fiscales

El Ministerio de Econom¨ªa no publicar¨¢ las balanzas fiscales, incumpliendo una promesa de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Tampoco se pronuncia acerca del reciente estudio de la Fundaci¨®n BBVA sobre lo que aportan y reciben las comunidades de la Administraci¨®n central, que ha levantado una enorme polvareda pol¨ªtica y acad¨¦mica. Varios partidos critican lo resultados y anuncian una guerra de cifras.

Y algunas comunidades, como Madrid, se han aferrado a los datos para reclamar cambios en el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, que se reformar¨¢ la pr¨®xima legislatura. En el centro de esa pol¨¦mica, el departamento que dirige Pedro Solbes rechaza de plano "vincular el cambio en el sistema de financiaci¨®n a cualquier resultado de las balanzas fiscales", seg¨²n un portavoz.

Madrid, Catalu?a, Baleares y la Comunidad Valenciana aportan a la Administraci¨®n Central m¨¢s de lo que reciben, seg¨²n el estudio. El d¨¦ficit fiscal de Madrid duplica el de Catalu?a con la metodolog¨ªa elegida, "una de las dos posibles", destaca un portavoz de Solbes para justificar el silencio del ministerio respecto a los datos.

Lo ¨²nico que avanza Econom¨ªa es que los resultados de las balanzas no van a influir en las negociaciones para la reforma de la financiaci¨®n, que se pondr¨¢ en marcha tras las elecciones y se presume complicada. Al margen de la creaci¨®n de un consorcio entre la Agencia Tributaria central y la catalana, Solbes apenas ha dado pistas sobre las novedades, m¨¢s all¨¢ de principios generales: mayor corresponsabilidad fiscal para las comunidades, y la garant¨ªa de una financiaci¨®n similar de los servicios b¨¢sicos para todos los ciudadanos, lo que supondr¨¢ un mayor peso de la poblaci¨®n en las normas que rigen la solidaridad del sistema.

Los ricos pagan m¨¢s

"Las balanzas no son el instrumento adecuado" para encarar las negociaciones con las comunidades aut¨®nomas, destacan fuentes de Econom¨ªa. El estudio confirma que las regiones ricas pagan m¨¢s, y las m¨¢s pobladas reciben m¨¢s recursos, por lo que la solidaridad interterritorial "est¨¢ funcionando", en palabras de la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega. El problema es la intensidad de esos super¨¢vit y d¨¦ficit fiscales.

Como ocurre tambi¨¦n con la misma controversia en la UE, nada m¨¢s t¨®xico que la publicaci¨®n de las balanzas para el enconado debate territorial. Solbes vaticin¨® hace unas semanas que la publicaci¨®n de las balanzas provocar¨ªa "confrontaciones territoriales". No se ha equivocado. Tras conocerse su abultado d¨¦ficit fiscal, Madrid no ha tardado en presumir de "solidaridad". Su vicepresidente, Francisco P¨¦rez, reclama a la Administraci¨®n m¨¢s inversi¨®n y cambios en el modelo que reflejen el aumento de poblaci¨®n de la comunidad.

"Catalu?a aporta much¨ªsimo menos que Madrid", apunta Javier Arenas, del PP. CiU, ERC e ICV critican el "sesgo" del estudio y piden la publicaci¨®n de las balanzas oficiales, al igual que el PSC. Ante el super¨¢vit fiscal del Pa¨ªs Vasco, el PNV niega que el concierto econ¨®mico sea insolidario y solicita tambi¨¦n los datos al Gobierno. Andaluc¨ªa y Extremadura, dos de las regiones con mayor super¨¢vit fiscal, rechazan que las balanzas se tomen como referencia para la financiaci¨®n y aclaran que los impuestos "no los pagan los territorios, sino los individuos", dice Manuel Chaves.

Uno de los autores del estudio, el catedr¨¢tico de la Universidad de Zaragoza Ram¨®n Barber¨¢n, echa de menos "una mayor cordura en el an¨¢lisis de la solidaridad". Porque incluso los expertos entran en la escalada de declaraciones. El trabajo opta por no incluir las inversiones de empresas p¨²blicas (los aeropuertos, el AVE, etc.). Y, por ejemplo, asigna el gasto en el Museo del Prado en un 75% a Madrid, y el 25% al resto de comunidades en funci¨®n de la poblaci¨®n. El enfoque no utilizado atribuir¨ªa a Madrid el gasto en el Prado.

"El d¨¦ficit fiscal de Madrid ser¨ªa inferior, y el de Catalu?a mayor, con la metodolog¨ªa no utilizada. Los resultados son discutibles", analiza N¨²ria Bosch, de la Universidad de Barcelona. Guillem L¨®pez, de la Pompeu Fabra, anticipa "una guerra de cifras" porque el estudio "no atiende al mandato de la comisi¨®n de expertos", informa Seraf¨ª del Arco. Para Alfonso Utrilla, de la Complutense, y Pablo Alcaide, de Funcas, los datos "son fiables". "Pero no pueden servir como arma arrojadiza en t¨¦rminos de solidaridad", remacha Alcaide. Luis Caram¨¦s, de la Universidad de Santiago de Compostela, aduce que la falta de empresas p¨²blicas incide en "el riesgo de influir en el saldo fiscal".

"Son llamativos algunos ataques cuando el libro a¨²n no se ha distribuido y la metodolog¨ªa no se conoce en detalle", se defiende Ram¨®n Barber¨¢n, que aclara que de los resultados en valores absolutos "no se pueden sacar conclusiones rotundas sobre solidaridad". "No se han incluido las empresas p¨²blicas porque no se dispone de informaci¨®n. Y si la acusaci¨®n, en el caso del Prado, es la arbitrariedad en la asignaci¨®n del gasto, eso mismo pasa con buena parte de las estad¨ªsticas que estiman macromagnitudes", apostilla.