M¨¢s tesoros del Ateneo
La instituci¨®n 'descubre' ¨®leos del XIX y una m¨¢scara mortuoria de Azor¨ªn
De las entra?as del Ateneo de Madrid, la instituci¨®n cultural m¨¢s veterana de la ciudad -naci¨® en 1820-, siguen surgiendo tesoros. Una docena de obras de arte han sido identificadas ahora en el ¨²ltimo inventario de la instituci¨®n madrile?a.
La ¨²ltima, una m¨¢scara mortuoria de Jos¨¦ Mart¨ªnez Ruiz, Azor¨ªn, vaciada al bronce por el escultor Gabino Amaya. Tambi¨¦n acaban de conocerse: la doble y cruzada r¨²brica de un soberbio retrato de Mariano Fortuny, obra de Joaqu¨ªn Sorolla y Francisco Peralta; las efigies atribuidas a Emilio Sala o Wifredo Lam, en claves precursoras del cubismo, o la puesta en valor de telas del hoy tan cotizado Antonio Reyna y otros alumnos de la primera promoci¨®n de pintores de la Academia de Espa?a en San Pietro in Montorio, en Roma, aleccionados por Vicente Palmaroli.
Unos 400 lienzos fueron desviados a paradores de turismo
Tales son algunos de los m¨¢s recientes hallazgos que incluye el inventario de la colecci¨®n de pinturas del siglo XIX del Ateneo de Madrid, que acaba de ser culminado tras dos a?os de esfuerzos. Pronto, su copioso contenido, que acredita a la instituci¨®n madrile?a el liderazgo de la iconograf¨ªa decimon¨®nica, podr¨¢ ser volcado en el programa inform¨¢tico y archiv¨ªstico Arca de la Comunidad de Madrid, que permitir¨¢ el acceso generalizado a sus fondos. La galer¨ªa de retratos tendr¨¢ que ser remozada y recobrado su bastidor ornamental, hoy cubierto por algunos de ellos.
Los concernientes a la colecci¨®n de retratos constan de 187 lienzos que incluyen la mejor galer¨ªa biogr¨¢fica del Madrid de aquel siglo -y presumiblemente de toda Espa?a- a juicio de Alfonso Herr¨¢n Acebes, historiador del arte. ?l ha invertido los ¨²ltimos dos a?os en rescatar, documentar, identificar y cotejar este magno repertorio sin el cual nadie ser¨ªa capaz de poner rostro a tan intenso siglo de la historia espa?ola, cuyos designios culturales y pol¨ªticos pasan innegablemente por el Ateneo de Madrid. "Siempre que se necesita iconograf¨ªa de aquella ¨¦poca se recurre al Ateneo", explica el historiador, que cita el caso de la Expo de Zaragoza 2008: exhibir¨¢ un retrato de Joaqu¨ªn Costa perteneciente a la instituci¨®n atene¨ªsta. La culminaci¨®n de la tarea ha sido posible gracias al cotejo de diversos inventarios elaborados en el Ateneo desde 1878, siendo el realizado en 1913 por Manuel Aza?a, a la saz¨®n secretario del pulm¨®n cultural madrile?o, "el mejor de todos cuantos se confeccionaron", seg¨²n subraya Herr¨¢n.
La colecci¨®n de retratos hab¨ªa comenzado a formarse a partir de 1868, cuando el Ateneo ten¨ªa su sede en la calle de la Montera. Se ha prolongado hasta nuestros d¨ªas, a la sede de Prado, 21.
En un principio, los retratados hab¨ªan de ser los presidentes de la instituci¨®n y luego se les incorporaron socios de m¨¦rito, por su cualidad de personalidades de la cultura espa?ola: desde pol¨ªticos y pensadores a m¨²sicos, escritores, diplom¨¢ticos, militares y hombres y mujeres de ciencia y del arte. De tal elenco formaron parte pues personalidades como el general Francisco Javier Casta?os, duque de Bail¨¦n, primer presidente del Ateneo; el diplom¨¢tico y dramaturgo ?ngel Saavedra, duque de Rivas; la escritora Cecilia Bohl de Faber; el pol¨ªtico Antonio C¨¢novas del Castillo o el pensador Juan Donoso Cort¨¦s. Luego, se allegar¨ªan los retratos de Ram¨®n de Mesonero Romanos; el marino Casto M¨¦ndez N¨²?ez; el sacerdote e intelectual Alberto Lista; el orador Emilio Castelar y, m¨¢s adelante, las efigies al ¨®leo de Jos¨¦ de Espronceda, Eduardo Rosales, Ram¨®n de Campoamor, Luis Gonz¨¢lez Bravo y Claudio Moyano, entre muchos otros.
De los retratistas descollaron Enrique M¨¦lida y Alinari, Vicente Esquivel, Joaqu¨ªn Espalter o Jos¨¦ Casado del Alisal. Los pintores ofrec¨ªan gratuitamente sus retratos al Ateneo, que les confer¨ªa as¨ª la condici¨®n de socios.
Por otra parte, el Ateneo ha cosechado otra excelente colecci¨®n de pintura contempor¨¢nea, en sus dos galer¨ªas de las calles del Prado, la llamada 'Saloncito de Arte', a partir de 1916, y la de la calle de Santa Catalina, entre 1924 y 1939. Jos¨¦ Moreno Villa o Ricardo Baroja fueron algunos de sus artistas invitados. Esta sala fue una de las poqu¨ªsimas que sigui¨® exponiendo durante la Guerra Civil.
En 1937, fue muy celebrada una muestra de Arte comunista, que gener¨® grandes hileras de visitantes en el Barrio de las Letras. Tal vez por esa causa, la sala de Santa Catalina fue en la posguerra franquista degradada a carbonera del Ateneo. En 1951, el escultor y acad¨¦mico Jos¨¦ Luis S¨¢nchez logr¨® recobrar este recinto. Despu¨¦s de los a?os cincuenta expondr¨ªan all¨ª desde Eduardo Chillida, el grupo El Paso -nacido en el Ateneo- y Antonio L¨®pez, hasta Henry Moore, que mostr¨® extraordinarias litograf¨ªas. Ochocientas pinturas y esculturas integran tal colecci¨®n; 400 lienzos fueron desperdigados bajo el franquismo por paradores de turismo. El Ateneo gestiona recuperarlos.
El Gobierno regional, que ha participado en las recientes reformas del Ateneo, contempla ahora integrarlo en una serie de circuitos culturales y tur¨ªsticos.
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