'El lugar del poeta' fue Almer¨ªa

Tras pasar 32 a?os de su vida en Oxford, Ginebra y Par¨ªs, Jos¨¦ ?ngel Valente (Ourense, 1929-Suiza, 2000), uno de los grandes poetas de la generaci¨®n de los a?os 50, decidi¨® buscar en Espa?a el espacio en el que asentarse hasta el final de sus d¨ªas. La respuesta a por qu¨¦ el lugar elegido fue Almer¨ªa, ciudad en la que residi¨® hasta que una grave enfermedad hizo obligado su traslado a una cl¨ªnica suiza, se convierte en el hilo argumental de El lugar del poeta, un documental dirigido por David del ?guila que ofrece ante todo un acercamiento a la figura de Valente capaz de despertar en aquellos que acepten la propuesta el ¨¢pice de curiosidad necesario para seguir indagando en su vida y obra. El documental ha entrado en el circuito de los festivales.

"Es imposible que en ¨¦l no haya algo que interese a cualquier lector porque en Valente, en alguna medida, se puede encontrar todo", asegura en la obra el director de la C¨¢tedra Jos¨¦ ?ngel Valente de Poes¨ªa y Est¨¦tica, Claudio Rodr¨ªguez Fer, uno de los 15 personajes vinculados al poeta a partir de cuyos testimonios se va hilvanando el documental.

Las aportaciones de estas figuras, entre ellas la del escritor Juan Goytisolo, ceden terreno en la estructura narrativa de El lugar del poeta a los propios poemas de Valente que, interpretados por Jos¨¦ Sacrist¨¢n, abren la puerta a un ejercicio audiovisual en el que las im¨¢genes de los paisajes que el gallego descubri¨® en Almer¨ªa se superponen y se fusionan con la propia palabra. Seg¨²n explica el director, con esta estructura quer¨ªa "reflejar lo que Valente ve¨ªa con sus propios ojos cuando paseaba por los lugares que le fascinaron, adem¨¢s de mostrar lo que le pasaba por la mente" cuando se postraba por ejemplo ante el Cabo de Gata o el desierto de Tabernas, donde percibi¨® una suerte de escenificaci¨®n del espacio cero que buscaba para su creaci¨®n, tal y como revelan sus allegados en el documental.

En ellos se atisban respuestas capaces de trazar los motivos por los que un poeta al que Goytisolo llega a definir como el ¨²nico capaz de asimilar las lecciones de San Juan de la Cruz no s¨®lo aterriz¨® en Almer¨ªa, sino que decidi¨® quedarse en ella para siempre. "Mi conclusi¨®n es que, aparte del paisaje como fuente de inspiraci¨®n, encontr¨® sobre todo retiro en esta ciudad digamos ap¨¢tica", afirma Del ?guila, una vez concluido un trabajo al que ha dedicado m¨¢s de un a?o y en el que los que mejor conocieron al poeta gallego apuntan a que se decant¨® por esta provincia como lugar de purificaci¨®n del yo dentro de la idea de alejamiento absoluto que para Valente representaba el desierto.

Conforme avanzan los cerca de 50 minutos de "poes¨ªa audiovisual" que suponen El lugar del poeta, se van desgranando a peque?os saltos aspectos sobre Valente como el valor del que dotaba a la palabra y su idea de intercomunicaci¨®n entre lenguajes art¨ªsticos. El recuerdo de Valente, due?o de las palabras, planea intemporal como un p¨¢lpito misterioso por las calles de Almer¨ªa.