Un bot¨ªn para los lectores
Piratas por la proa! ?Listos para el abordaje! Las frases son tan t¨ªpicas como el g¨¦nero. Analizados fr¨ªamente no resultan nada atractivos, pero el estereotipo se ha impuesto. Sus haza?as en islas desiertas o navegando por mares embravecidos, en busca de tesoros ocultos, con la botella de ron siempre cerca, han calado en la mente de miles de lectores. El pirata se mantiene como el h¨¦roe por excelencia. Al margen de los cl¨¢sicos, reeditados cada temporada e incluso adaptados al c¨®mic o en versi¨®n desplegable, las novedades editoriales sobre el g¨¦nero se cuentan por decenas cada temporada. Fuera del ¨¢mbito literario, el cine y hasta el circo alimentan una leyenda que no para de crecer.
Pero no s¨®lo avanzan los piratas, con ellos crece la literatura infantil y juvenil. El g¨¦nero parece atravesar uno de sus mejores momentos. La ¨²ltima encuesta de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a sobre h¨¢bitos de lectura ha incluido por primera vez en la edici¨®n del a?o 2006 a los j¨®venes de 10 a 13 a?os, entre los que se dan unos ¨ªndices de lectura de hasta un 70%. En 2006 la facturaci¨®n de literatura infantil y juvenil, que dispone de un fondo de 49.787 t¨ªtulos vivos, fue de 323 millones de euros, lo que supone un 10% de la facturaci¨®n total. "Buenos autores, fant¨¢sticos ilustradores, editoriales apostando por la literatura juvenil y unos lectores que ya se encuentran al nivel europeo". ?sa parece ser la clave para explicar la subida del g¨¦nero, seg¨²n Antonio Mar¨ªa de ?vila, director ejecutivo de la Federaci¨®n del Gremio de Editores de Espa?a. La silueta de la calavera con los dos huesos cruzados debajo se ha convertido ya en emblema de los nuevos bucaneros que sue?an con aventuras. El historiador Fernando Mart¨ªnez Gil (Toledo, 1956), profesor de Historia de Am¨¦rica en la Universidad de Castilla-La Mancha y autor de El juego del pirata, creci¨® leyendo a Jack London y a Herman Melville. Fue en esos a?os cuando empez¨® a amar la historia. El lenguaje marinero le atrap¨® de tal manera que con 12 a?os empez¨® a construir sus propios diccionarios y ahora presume de recrear el lenguaje de la ¨¦poca. Se define como escritor de vacaciones. Durante el curso se ocupa de la docencia y la investigaci¨®n. Las cr¨®nicas de marinos o misioneros que se desarrollan en la Am¨¦rica espa?ola y las antiguas colonias constituyen una fuente inagotable de datos sobre los que trabaja constantemente. "Creo que se trata de un fil¨®n al que no le hemos sacado casi ning¨²n partido, para nosotros viene a ser como el far west", a?ade. Como historiador o como autor de novelas de aventuras el proceso es el mismo. "S¨®lo a la hora de plantear la redacci¨®n me decanto de un lado o de otro". El juego del pirata surgi¨® en medio de un subid¨®n de fiebre: postrado en la cama visualiz¨® un barco con las velas desplegadas. Esa imagen pl¨¢stica provoc¨® que posteriormente hiciera una novela que se desarrolla en una isla del Caribe, en la que se construye un aeropuerto en medio de la protesta de grupos ecologistas. El hijo del ingeniero, que dirige las obras, comenzar¨¢ a seguir las huellas de un pirata que en el siglo XVIII quiso secuestrar a la hija del gobernador.
La novela de Mart¨ªnez Gil acaba de ser reeditada. Mar¨ªa Jos¨¦ G¨®mez Navarro, de Edelvives, acumula sobre la mesa de su despacho las ¨²ltimas novedades. "Durante bastante tiempo la aventura ha estado abandonada a favor de la fantas¨ªa y lo rom¨¢ntico, pero el p¨²blico ha vuelto su mirada a los corsarios", asegura. Un mundo esquem¨¢tico de buenos y malos, a veces, no tan malos, la lucha entre los dos bandos y aventuras que no suele acabar en boda se esconden tras muchas de estas novedades.
Tras el auge del g¨¦nero se percibe claramente la influencia del cine y especialmente de la saga de Piratas del Caribe, convertida ya en una de las m¨¢s taquilleras del momento; las aventuras de Jack Sparrow llevan m¨¢s de mil millones de euros recaudados en todo el mundo desde su primera entrega en 2003. Las cifras no se corresponden con las ventas literarias, pero se han realizado para algunos de estos t¨ªtulos primeras tiradas que rondan los 10.000 ejemplares, una cifra nada desde?able. Tan antigua casi como la navegaci¨®n, la pirater¨ªa no ha dejado de practicarse. En los mares de Somalia hay aguas infestadas de piratas dispuestos a asaltar al viajero y el hecho de que todav¨ªa queden numerosos tesoros enterrados bajo los mares y compa?¨ªas dedicadas a su captura dan mayor ¨¦nfasis a estas aventuras.
G¨®mez Navarro destaca el lugar que ocupan los libros ilustrados y los c¨®mics. Las nuevas generaciones responden a esquemas m¨¢s visuales y muchas de las aventuras de estos filibusteros se presentan en esos formatos. "Con la literatura no conviene ser intolerante. Es mejor que conozcan los mitos que no los conozcan".
En la librer¨ªa de Ana Escarabajal en Cartagena los libros de aventuras se muestran agrupados y ocupan un lugar destacado. En el muestrario se exhiben libros asombrosos que, una vez desplegados, se convierten en barcos o cofres de cart¨®n con mapas, rosas de los vientos y anillos. "Los ni?os necesitan tocar los libros y hemos facilitado un espacio para que puedan moverse a sus anchas", cuenta la librera. "Hay aut¨¦nticos fan¨¢ticos, gente que se lo lleva todo. Lo normal es que empiecen los padres comprando novedades y que luego contin¨²en la tradici¨®n los hijos", a?ade. Escarabajal vive en una ciudad ba?ada por el Mediterr¨¢neo, lo que puede influir en los lectores a la hora de decantarse por estos temas, pero no de manera exclusiva puesto que se trata "de una tradici¨®n y una demanda universal". Tiene claro tambi¨¦n que el gusto del lector ha cambiado en la ¨²ltima d¨¦cada. "El ¨¦xito de Harry Potter y la oferta de novela fant¨¢stica ha quitado el miedo a los libros gordos. Antes lo m¨¢s lejos que se llegaba era a la colecci¨®n de Barco de Vapor, que no suele sobrepasar las cien p¨¢ginas, pero ahora los chicos que leen se enfrentan a tomos de hasta mil p¨¢ginas". En las tendencias de lectura actuales ha influido tambi¨¦n el hecho de que las traducciones tengan un nivel de calidad m¨¢s que aceptable, algo nada corriente hace unos a?os. Para la librera, el apoyo de los centros escolares para fomentar la lectura es fundamental. Entre las actividades de la librer¨ªa destaca lo que denominan La maleta viajera, en la que se guarda una bibliograf¨ªa tem¨¢tica y una gu¨ªa de lectura para los ni?os que se entrega temporalmente en colegios y bibliotecas para que los peque?os puedan ver todo el material. Los piratas o los libros de animales han pasado ya la prueba con soltura.
"La culpa fue de Stevenson y de su libro La isla del tesoro", asegura el dibujante Jordi Vila, para justificar una pasi¨®n que le acompa?a desde ni?o. En lo profesional ha ilustrado cl¨¢sicos como Trafalgar y lleva a?os coleccionando cat¨¢logos, libros y dibujos sobre unos personajes tan "repudiables como fascinantes". Se queda con la parte de sue?o de libertad que se desprende de sus aventuras. "Ten¨ªan sus propias reglas no escritas y sus contratos a la hora de repartir los botines. La gente los imagina siempre borrachos y asaltando barcos, pero su existencia era de lo m¨¢s cruda; asusta pensar c¨®mo se produc¨ªan las batallas entre galeones, donde si no te alcanzaba un ca?onazo te saltaba una astilla. Para comprender la ferocidad de los ataques y los medios con que se contaba conviene recordar que la herramienta m¨¢s usada del cirujano era la sierra. Se trata de un mundo que me hace pensar mucho". Es precisamente en la fina l¨ªnea que separa realidad y ficci¨®n donde mejor se mueve como dibujante. Como profesional cada vez le interesan m¨¢s las figuras y menos el decorado que les rodeaba. Cuando quiere probar una t¨¦cnica nueva siempre se estrena con los piratas. Le atrae hasta su manera de vestir, sin ning¨²n sentido est¨¦tico, pero que con el tiempo ha acabado por crear cierta tendencia, especialmente entre algunos m¨²sicos. De hecho, Johnny Depp, que protagoniza al capitan Sparrow, confesaba que se hab¨ªa inspirado en Keith Richards para ilustrar mejor su personaje cinematogr¨¢fico, el m¨¢s rentable de su carrera.
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