Uribe acepta negociar sobre los rehenes con la guerrilla colombiana
El presidente ofrece una zona desmilitarizada para emprender el di¨¢logo
El presidente ?lvaro Uribe ofreci¨® ayer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "una zona de encuentro" para poder sortear el mayor impedimento que frena un acuerdo humanitario para poner en libertad a decenas de secuestrados en manos de la guerrilla. Las FARC exigen el despeje o desmilitarizaci¨®n de dos municipios, Pradera y Florida, en el suroeste del pa¨ªs.
Uribe les ofrece 150 kil¨®metros cuadrados, pero en una zona rural deshabitada.
No es la primera vez que se plantea esta propuesta. La Iglesia ya hab¨ªa discutido esta opci¨®n con las FARC. Tambi¨¦n la hab¨ªan puesto sobre la mesa los llamados pa¨ªses amigos: Francia, Espa?a y Suiza. Su propuesta contemplaba un ¨¢rea de 200 kil¨®metros cuadrados de los municipios exigidos por las FARC, y fue aceptada en su momento por Uribe.
Lo nuevo son algunas de las condiciones. Tiene que ser una zona "preferiblemente sin poblaci¨®n civil, o poca, para no crear riesgos"; "que no cuente con puestos de polic¨ªa o militares que sea necesario remover", precis¨® el presidente. La zona estar¨ªa bajo la supervisi¨®n de observadores internacionales y nadie podr¨ªa entrar en ella armado durante un plazo de 30 d¨ªas.
Uribe ha cedido en su posici¨®n f¨¦rrea de no destinar ni un "mil¨ªmetro de territorio colombiano" para negociar el acuerdo. Ha aceptado por petici¨®n expresa de la Iglesia. El siguiente paso ser¨¢ un encuentro del Alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, y un delegado de la Conferencia Episcopal, con la guerrilla m¨¢s antigua y dura del pa¨ªs. La misi¨®n: encontrar el lugar adecuado para localizar esta zona de encuentro.
En general, la flexibilizaci¨®n de Uribe, ha despertado esperanzas. "Se?ores de las FARC necesitamos una respuesta pronta", pidi¨® Ricardo Malag¨®n, hermano de uno de los militares canjeables secuestrado hace ya nueve a?os. "El Gobierno abri¨® una puerta; ojal¨¢ que la guerrilla abra la suya", dijo optimista otro familiar. "Se rompe el hielo y el mito de no aceptar una zona de encuentro para prop¨®sitos humanitarios", dijo el ex presidente Ernesto Samper una de las personas que m¨¢s ha criticado a Uribe en este asunto. Mauricio Lizcano presidente de la Comisi¨®n de Paz del Congreso, e hijo de un secuestrado, tambi¨¦n aplaudi¨® la propuesta; cree que la guerrilla debe aceptar, pues recoge su petici¨®n fundamental.
Luis Castro, presidente de la Conferencia Episcopal, recibi¨® la aceptaci¨®n de Uribe a la petici¨®n de la Iglesia como un "regalo de Navidad". Espera que la reuni¨®n con las FARC se celebre pronto para empezar a buscar la zona de encuentro. El tiempo se agota para los que est¨¢n en las c¨¢rceles de las FARC.
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