Entre 'pottokas' y ferrer¨ªas

Las 2.860 hect¨¢reas del parque natural de Pagoeta, en el coraz¨®n de Guip¨²zcoa, combinan la conservaci¨®n de formas de vida casi en v¨ªas de extinci¨®n, vinculadas al medio rural vasco, en las que todav¨ªa se cr¨ªan pottokas y vacas betizu, con el espl¨¦ndido jard¨ªn bot¨¢nico de Iturraran, donde crecen plantas de los cinco continentes. Tambi¨¦n se puede visitar la ferrer¨ªa de Agorregi, las cuevas de Altxerri, sin olvidar el propio municipio de Aia, cuyo front¨®n se presenta como una atractiva atalaya desde que se divisa el conjunto del parque.

Ubicado alrededor de los barrios aiatarras de Laurgain y Altzola, esta gran reserva natural toma su nombre de la cima de Pagoeta, 678 metros, desde la que el cura Santa Cruz, famoso guerrillero carlista, dominaba sus andanzas por la zona, todav¨ªa hoy recordadas en Aia y alrededores. La sede principal del parque se encuentra en el caser¨ªo reformado de Iturraran, cuya construcci¨®n se remonta al siglo XV, junto al jard¨ªn bot¨¢nico. Configurado como un centro de interpretaci¨®n del parque, en su interior una exposici¨®n etnogr¨¢fica muestra al visitante c¨®mo viv¨ªan los campesinos de la regi¨®n. Desde el caser¨ªo parte el camino que llega al colmenar did¨¢ctico, en el que se muestra la estructura de las colmenas y su organizaci¨®n, y se puede contemplar las actividades de las abejas sin peligro de picadura. Iturraran tambi¨¦n se establece como punto de partida para visitar, por ejemplo, en el fondo del valle, la ferrer¨ªa de Agorregi, una de las centenares que funcionaron entre el siglo XIII y el XVIII en el Pa¨ªs Vasco.

La originalidad de la de Agorregi estriba en sus carencias. Al contrario que otras que ten¨ªan una buena corriente de agua que alimentara sus fuelles y martillo, la ferrer¨ªa del parque de Pagoeta se surt¨ªa de regatos que ya eran de escaso caudal en invierno. Ante esto, Joaqu¨ªn de Lardizabal, su propietario, como buen ilustrado, encarg¨® al arquitecto Francisco de Ibero el dise?o de una ferrer¨ªa que funcionara con el m¨¢ximo aprovechamiento del agua. Pero el resultado no fue del todo satisfactorio. Es m¨¢s, no hay datos que avalen que esta industria llegara a ponerse en marcha alguna vez. De todos modos, el conjunto es digno de visita: ubicado al fondo de un cerrado valle, despu¨¦s de pasar el caser¨ªo, y en tiempos tambi¨¦n ferrer¨ªa, de Manterola, Agorregi es un prodigio de ingenier¨ªa y arquitectura para el aprovechamiento de la fuerza hidr¨¢ulica.

Cerca de Agorregi, mientras regresa a Iturraran, el paseante puede llegar a encontrarse con alg¨²n corzo o ciervo de los que habitan, con jabal¨ªes, liebres y ardillas los bosques del parque. Adem¨¢s, una pareja de alimoches vuelve todos los a?os desde tierras africanas para hacer su nido en primavera. Su contemplaci¨®n se convierte en uno de los entretenimientos de los habituales de Pagoeta.

Y el paseo concluye en el jard¨ªn bot¨¢nico, que se encuentra dividido en grandes zonas tem¨¢ticas, dedicadas al roble, el arce, las mimosas o la flora mediterr¨¢nea. En total, 25 hect¨¢reas, 15 de ellas dedicadas a los ¨¢rboles y arbustos aut¨®ctonos, con un apartado especial que incluye plantas en v¨ªas de extinci¨®n. El jard¨ªn se encuentra en zona de clima privilegiado que ha permitido que crezcan, y hasta se puedan reproducir sin problemas, m¨¢s de 3.500 variedades de zonas fr¨ªas y c¨¢lidas de todo el mundo.