"Hoy se corre mucho y se piensa poco"
Con Julio Carde?osa (Valladolid, 1949) se retir¨® el f¨²tbol de trazo largo y toque sencillo. Se retir¨® el pase perfecto en profundidad. Se retir¨® un jugador comprometido con su gente. "En poco tiempo pas¨¦ de disfrutar lo m¨¢s grande que te puede pasar como futbolista, participar en un Mundial, a la mayor tristeza que fue no marcar el gol a Brasil, no realizarse el traspaso del Betis al Barcelona y jugar en Segunda", recuerda sobre su famoso fallo ante Brasil en el Mundial de 1978 en Argentina. Pero no lo dice con pena. "Me compens¨® y me sigue compensando, porque el cari?o no se paga con dinero, aunque se me vino el mundo encima. Pero ten¨ªa una deuda con la afici¨®n y decid¨ª con todas las consecuencias".
"Contra Yugoslavia [hace ahora 30 a?os] nos pegaban sin bal¨®n, con los codos"
"Ante Brasil fall¨¦ por pensar. Recordarme por eso simplifica una carrera de 17 a?os"
Carde?osa era un futbolista flaco, m¨¢s bien enclenque, que se hizo jugador en la calle. "Como tantos otros esos a?os, estaba todo el d¨ªa con el bal¨®n y aprendes, porque era la ¨²nica manera de sobrevivir, ya que jugaba contra los mayores y me las ten¨ªa que ingeniar". En esas condiciones lo normal es que se hubiera perdido por desidia, inmadurez o falta de cultura, sin que ese "don t¨¦cnico" hubiera sido suficiente. Pero el hambre de comer y de ser futbolista pod¨ªa con todos los obst¨¢culos.
"Yo viv¨ªa en Valladolid, en la zona sur, y el campo de f¨²tbol donde jug¨¢bamos estaba en el norte y sal¨ªa de mi casa a las ocho de la ma?ana. Cog¨ªa el autob¨²s hasta la Plaza Mayor y desde all¨ª, andando, unos 8 kil¨®metros, hasta el campo, junto al cementerio. En invierno, con seis u ocho grados bajo cero. Un domingo para entrenarnos y otro para jugar. Ducha de agua fr¨ªa y cuando volv¨ªa a mi casa eran las tres de la tarde", recuerda.
La temporada 77-78 y el verano del 78 est¨¢n muy presentes en la memoria de este pucelano que viaj¨® a Sevilla en 1974 pensando que el Valladolid le hab¨ªa traspasado al Sevilla y que en el camino se enter¨® que jugar¨ªa en el Betis. El 30 de noviembre de 1977, hace 30 a?os, debut¨® con la selecci¨®n espa?ola, en Belgrado, en el ¨²ltimo partido de la clasificaci¨®n y con la obligaci¨®n de ganar. El partido fue llamado la batalla de Belgrado.
Pregunta. Ganaron y usted dio el pase del gol a Rub¨¦n Cano.
Respuesta. Un recuerdo imborrable. El debut en un encuentro trascendental que parec¨ªa el menos apropiado. Fue un d¨ªa redondo, aunque es el partido m¨¢s duro de mi vida. Pegaban sin bal¨®n, con los codos, en cualquier lugar del campo. El gol fue un bal¨®n que corta Camacho y se lo pasa a Asensi. Viene Juanito y se lo pide, me ve a la izquierda y lo env¨ªa en profundidad. Lo veo largu¨ªsimo y corro por inercia, pero el bal¨®n se frena. Acelero, saco el centro desde la raya y Rub¨¦n remata a la red. Era el minuto 70 y luego jugaron a la desesperada. Vino el botellazo a Juanito. Pu?etazos, tirones de pelo y la pelea por quitarme el bal¨®n, que me llev¨¦ de recuerdo.
P. En cuanto a su titularidad, ?por qu¨¦ en ese partido?
R. Porque necesit¨¢bamos tener el bal¨®n. Cuando salimos de Madrid, el equipo estaba hecho. La ¨²nica duda era si con el 11 sal¨ªa L¨®pez o yo. Ya en Belgrado, ?ngel Mur, el fisioterapeuta, vino a la habitaci¨®n y me dijo que Kubala quer¨ªa hablar conmigo. Fui a su cuarto y me pregunt¨® que c¨®mo me encontraba. Le dije que muy ilusionado y capacitado. Me pregunt¨® si quer¨ªa jugar y yo le dije: "Tengo muchas ganas". Luego habl¨¦ con Pirri y con otros pesos pesados, Asensi, Migueli, Leal, Camacho, y ellos hab¨ªan pedido que jugara, porque yo administraba el bal¨®n. En el descanso, con 0-0, ellos se hab¨ªan desgastado mucho y dijimos que me buscaran y yo guardara el bal¨®n.
P. ?Qu¨¦ le dio ese partido?
R. Entrar en la historia. Llev¨¢bamos 12 a?os sin ir a un Mundial. Desde Inglaterra en el 66. Me dio continuidad en la selecci¨®n y la posibilidad de ir a un Mundial, que es lo m¨¢s grande.
P. S¨ª, pero si hubiera sabido lo que le esperaba, quiz¨¢ se hubiera arrepentido...
R. No, nunca.
P. Sobre usted se escribe: "Es conocido por el gol que fall¨® a porter¨ªa vac¨ªa contra Brasil en el Mundial de Argentina 78".
R. Eso simplifica mucho una carrera de 17 a?os. Si hubi¨¦ramos ganado, o clasificado, se habr¨ªa quedado en una an¨¦cdota. En lo personal no me quit¨® nada. Ni el fichaje por el Bar?a.
P. ?Y hoy aquel error tiene alguna explicaci¨®n?
R. Fall¨¦ por pensar. Vengo en carrera y veo la porter¨ªa libre. Lo primero que pienso es golpear el bal¨®n, pero me bota mal y decido controlarlo para asegurar. Luego no miro y no veo a Amaral. Si no hubiera pensado, hubiese sido gol, pero me dio miedo el bote.
Aquel fallo sirvi¨® para tapar otros muchos, y no precisamente por los jugadores. Por ejemplo, la famosa Martona, la sede de la concentraci¨®n, "donde no debimos entrar. Ten¨ªamos que habernos quedado en el autob¨²s porque era antihigi¨¦nico. Cuadras para caballos. Pero tragamos"; las peleas entre directivos de clubes y federaci¨®n; las presiones para quitar y poner jugadores. Se anunci¨® una primera alineaci¨®n contra Austria y un par de horas despu¨¦s cambiaron dos jugadores. Carde?osa se qued¨® en el vestuario en el descanso. "Chico, v¨ªstete", le dijo Kubala. Pero lo malo es que justific¨® el cambio por Leal, sin conocerlo el jugador, "porque estaba enfermo", cosa falsa. A Pirri le culparon del gol de la derrota y no volvi¨® a jugar m¨¢s con Espa?a. Eso y mucho m¨¢s camufl¨® el error de Carde?osa.
P. ?Y de verdad eso no frustr¨® su traspaso al Barcelona?
R. Creo que no. Los socios del Betis presionaron al presidente, Jos¨¦ N¨²?ez Naranjo, y decid¨ª quedarme cobrando tres millones de pesetas por a?o cuando en el Bar?a hubiera cobrado 12, pero no me arrepiento. Jugu¨¦ un a?o en Segunda y lo pas¨¦ muy mal. Mi mujer lo sufri¨® conmigo, pero gan¨¦ el cari?o, el respeto. Eso no se paga con dinero.
P. Y ahora sigue al Betis.
R. Desde casa y por televisi¨®n. Desde que lleg¨® el actual propietario [Ruiz de Lopera] no he vuelto al campo nada m¨¢s que cuando alg¨²n medio me invita como comentarista. Me di de baja como socio. Como otros compa?eros de mi ¨¦poca. Cuando esto cambie volver¨¦ a ser socio y a la grada.
P. ?Y por qu¨¦ esta situaci¨®n? Hablamos del jugador que m¨¢s partidos jug¨® con el Betis.
R. Adem¨¢s del carnet de socios, ten¨ªamos uno de veteranos y nos lo quit¨®. Dijo: "El que quiera ir al campo que pague, que ya han comido bastante del Betis".
P. ?Le gusta el f¨²tbol de hoy?
R. Menos que el de mi ¨¦poca. Es igual en lo f¨ªsico y en lo t¨¢ctico, pero peor en lo t¨¦cnico. Se corre mucho y se piensa poco.
Entre los jugadores, Carde?osa admira a Cruyff "por su elegancia"; a Manolo Vel¨¢zquez "por su clase"; y a sus compa?eros: "Antonio Ben¨ªtez. Un portento, pero futbolista de jueves [el d¨ªa del partidillo]. El domingo rend¨ªa al 30%. Era nuestro Curro Romero. Si le chillaban, jug¨¢bamos 10. Pero si empezaba bien, se sal¨ªa". Como entrenador destaca a Iriondo: "Nos sorprendi¨®, sus ideas eran muy novedosas. Sac¨® lo mejor de cada uno. Le gustaban las estrategias y el bal¨®n al suelo desde el portero. Nos impact¨®". Tambi¨¦n alaba al Real Madrid "porque ten¨ªa su sello. Te ganaba por dos cosas, por huevos o por f¨²tbol".
En cuanto a la selecci¨®n, estuvo en la Eurocopa de Italia 80, pero s¨®lo jug¨® ocho partidos. "A los seleccionadores les gustaba otro f¨²tbol". Lo mismo que ahora: "A Luis le ha costado dar con la tecla, pero ¨¦ste es el camino".
Y as¨ª podr¨ªamos seguir horas hablando de f¨²tbol. De los valores que se pierden y hay que recuperar. Podr¨ªa estar resentido por lo injusto de estar marcado por no marcar a Brasil en un Mundial. Pero eso no va con ¨¦l. Con el se?or Carde?osa, el jugador m¨¢s querido por la afici¨®n verdiblanca, hoy agente de seguros y feliz en Sevilla.
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