"Me gustar¨ªa ser Sancho Panza"
Con 82 a?os, fuma sin parar, y dice que sus aficiones "son personas, no objetos inanimados. Por ejemplo, mis nietos son algo maravilloso". El m¨¦dico le est¨¢ complicando la vida con sus prohibiciones, entre otras, la buena mesa. Dice que ha empezado a hacer comer m¨¢s a su comisario Montalbano por una especie de compensaci¨®n. Sale una hora diaria al aire, "como los presos". En casa, lee y escribe.
Pregunta. En Las ovejas y el pastor no aparece Salvo Montalbano. ?Se ha aburrido ya de ¨¦l?
Respuesta. En absoluto. En Italia ha salido ya otro libro suyo, La pista di sabbia, que est¨¢ en los superventas, y el a?o pr¨®ximo habr¨¢ otro m¨¢s.
P. ?Y en qu¨¦ le mete ahora?
R. Yo no me invento nada. Me fijo en dos o tres noticias de cr¨®nica negra, las recorto y luego empiezo a elaborarlas hasta que se convierten en otra cosa.
P. Montalbano tiene el dilema entre el coraz¨®n y la ley. ?No coinciden casi nunca?
R. Casi nunca. La ley es una entidad abstracta, y el coraz¨®n es una cosa extremadamente precisa.
P. ?Sigue su comisario sin abordar la Mafia?
R. Yo no quiero, deliberadamente. Pienso que un novelista que se ocupa de la Mafia le hace un servicio, porque cualquier escritura ennoblece al mafioso y hace de ¨¦l un personaje fant¨¢stico; y es un grand¨ªsimo riesgo.
P. Usted nunca habr¨ªa escrito El Padrino.
R. No, no, lo detesto. Los que mejor pueden escribir sobre ellos son los polic¨ªas, los carabineros y los jueces que deciden la condena. ?sos son sus literatos.
P. ?Montalbano es buen amigo de Pepe Carvalho?
R. Imposible. En la cocina se hubieran dado de palos. Porque a Montalbano le gustan las cosas tranquilas y genuinas. Estando en Barcelona con Manolo V¨¢zquez Montalb¨¢n, y habi¨¦ndole visto comer morcilla, entend¨ª lo que es Pepe Carvalho. Manolo era un genocida [r¨ªe].
P. Es m¨¢s civilizado su comisario: al menos no quema libros.
R. Pero Carvalho los quema tras haber razonado largamente sobre cu¨¢les quemar. Es un hecho cr¨ªtico.
P. Aunque a su poli se le dan peor las mujeres.
R. Carvalho las busca. Montalbano padece de fidelidad, enfermedad muy extendida en Sicilia, y muy mafiosa. Los mafiosos temen al hombre que no es fiel, porque puede ponerse a hablar con la amante y desvelar cosas.
P. Es que usted es muy cruel: le tiene a la novia en G¨¦nova.
R. Pues son los amores que duran m¨¢s, porque para la convivencia se necesita voluntad de misionero. Habla quien este a?o ha hecho 50 a?os de casado.
P. Este verano record¨® a Berlusconi sus inicios como cantante. ?Se lo ha perdonado?
R. No lo s¨¦, porque no tengo relaci¨®n con ¨¦l. Y, por otra parte, me importa un carajo.
P. ?Cu¨¢ndo se disolvi¨® el PCI muri¨® su coraz¨®n de izquierdas?
R. No. Mi coraz¨®n sigue siendo del PCI, a pesar de la muerte del PCI. Yo soy un viudo fiel.
P. Las ovejas y el pastor es una investigaci¨®n hist¨®rica. Diez monjas mueren de inanici¨®n ofreciendo el sacrificio por su obispo. ?Ya no quedan monjas como las de antes?
R. Me lo ha criticado mucho el actual obispo de Agrigento.
P. Quiz¨¢ est¨¦ celoso, porque no tiene tanta monja dispuesta a dar su vida por ¨¦l.
R. No creo que hoy encuentren diez monjas as¨ª.
P. ?Mandar¨ªa a Montalbano a investigar en el Vaticano?
R. Creo que ser¨ªa el ¨²nico momento en el que se decidir¨ªa a presentar su dimisi¨®n.
P. En La temporada de caza dice: "Las mujeres son un mal sustituto de una buena paja". ?Es mis¨®gino?
R. No puede imputar al autor lo que dice el personaje. Ninguna paja sustituir¨¢ jam¨¢s a una mujer.
P. ?Y c¨®mo nos ve?
R. Soy partidario de dar todo el poder a las mujeres, porque tengo total confianza en ellas.
P. Ha escrito ya el fin de Montalbano. Pero no se atreve a liquidarlo.
R. No muere, por si me trae mala suerte. Una vez en Par¨ªs, Manolo, Jean-Claude Izzo y yo hablamos de c¨®mo hacer desaparecer a los personajes. Izzo hizo que su comisario, gravemente herido, fuera a la deriva en una barca; Manolo pensaba en un no retorno de Carvalho. Los dos han muerto y sus personajes han sobrevivido. Llegados a este punto, yo, tocando madera, hierro y otras partes anat¨®micas, he decidido no hacer morir a Montalbano.
P. ?Usted tiene miedo a algo?
R. Ni siquiera a la muerte.
P. ?Con qu¨¦ personaje se identifica m¨¢s: Don Quijote, James Bond o Indiana Jones?
R. Indiana Jones, en m¨¢s divertido, y Bond, en menos, son dos imb¨¦ciles. Siendo un escritor de novela negra, comprender¨¢ que piense que a un esp¨ªa exhibicionista como Bond se lo liquidar¨ªan en cinco segundos. Don Quijote es uno de los libros m¨¢s grandiosos que la humanidad haya concebido jam¨¢s, un inmenso regalo hecho al hombre. Pero yo no querr¨ªa ser Don Quijote. Si acaso, me gustar¨ªa ser Sancho Panza.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque no tengo el valor abstracto y la locura de Don Quijote. Creo que prevalecer¨ªa en m¨ª el jodido sentido com¨²n.
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