Un 'handicap' que disminuye
El deporte del golf experimenta un imparable crecimiento en el Pa¨ªs Vasco, con 5.000 nuevas licencias en los tres ¨²ltimos a?os
En Euskadi, la tierra de uno de los mejores profesionales europeos de las ¨²ltimas d¨¦cadas, Txema Olazabal, la asociaci¨®n entre golf y exclusividad pervive. Este deporte trabaja para borrar ese inc¨®modo v¨ªnculo, y parece que lo est¨¢ consiguiendo. El aumento de instalaciones, algunas de ellas de car¨¢cter p¨²blico, posibilita que crezca el n¨²mero de licencias federadas, que roza ya las 20.000. De ellas, 5.000 se han producido en los tres ¨²ltimos a?os, per¨ªodo en el que se han abierto los campos de Meaztegi, sobre las antiguas minas de La Arboleda, Artxanda y Palacio de Urgoiti en Laukariz, en Vizcaya, el territorio donde m¨¢s adeptos est¨¢ consiguiendo fidelizar la especialidad.
En total, son 12 las instalaciones de este tipo que existen en la comunidad, y existen planes para lanzar otra decena, algunos de ellos con la oposici¨®n de colectivos ecologistas y formaciones pol¨ªticas, como los casos de Bakio y Labastida. "Hay una falta de informaci¨®n: un campo de golf ahorra mucha m¨¢s agua que algunas plantaciones", defiende el presidente de la Federaci¨®n Vasca de Golf, Guillermo Garc¨ªa. No obstante, Garc¨ªa advierte que "detr¨¢s de un campo muchas veces hay un negocio inmobiliario, y eso no es lo que le beneficia al golf".
Existen 12 campos en funcionamiento y hay proyectos para abrir otros 10
Para la federaci¨®n, "se necesitan m¨¢s campos p¨²blicos". El de Izki, en ?lava, fue el primero, en 1994 y el a?o pasado se le sum¨® el de Meaztegi. Campos situados en zonas antes dedicadas a la agricultura y la miner¨ªa, respectivamente. "Es el tr¨¢nsito a una sociedad de servicios", analiza el soci¨®logo y profesor de la UPV Ander Gurrutxaga. "Antes hab¨ªa pocas instalaciones, y se dec¨ªa que era elitista. Ahora hay m¨¢s, y eso permite que se incorporen miles de aficionados. Son muchos los que est¨¢n descubriendo el golf ahora", a?ade Garc¨ªa. "Con los nuevos campos se est¨¢ respondiendo a la demanda que exist¨ªa", asegura Josu Larrauri, vicepresidente de Club de Golf de Artxanda.
El sector quiere experimentar una transformaci¨®n similar a la del esqu¨ª, que en la ¨²ltima d¨¦cada ha incrementado su tir¨®n entre las capas medias. Un abono individual de tipo anual en Meaztegi, donde el n¨²mero de usuarios es de 2.200, cuesta 640 euros, y cerca del doble en Artxanda. Pero el formato de asistencia m¨¢s empleado es el familiar, especialmente en fines de semana. Aunque el golf a¨²n se conserva como m¨¦todo para estrechar relaciones de negocios, los campos se reciben la visita, cada vez en mayor medida, de n¨²cleos familiares. "La mitad de los 800 socios del club tienen este abono, porque el golf puede ser practicado por todo el mundo y desde las edades m¨¢s tempranas. Pero este tambi¨¦n es un deporte que elimina barreras y acerca a las personas, porque se comparten cinco horas de juego, lo que pueden durar los 18 hoyos, con varios jugadores m¨¢s", dice Larrauri. Y sin olvidar el cada vez m¨¢s frecuente maridaje entre golf y turismo. Brit¨¢nicos y franceses, los visitantes m¨¢s frecuentes en Euskadi, han empezado a conocer los campos. "Un paquete tur¨ªstico con Guggenheim y golf es algo que deber¨ªa ser estudiado por las instituciones p¨²blicas", asegura el vicepresidente de Artxanda. A pesar de su tama?o y su complicada orograf¨ªa, la vasca es la cuarta comunidad con m¨¢s licencias, a¨²n lejos de Madrid, Catalu?a y Andaluc¨ªa. Pero, ?c¨®mo borrar la imagen de muchos de que el golf es un deporte caro? "Es tan asequible como lo puede ser la pr¨¢ctica del esqu¨ª", asegura Larrauri. "Es cierto que ha perdido parte de la idea elitista, pero a¨²n no se puede generalizar, porque sigue sin ser asequible para todos. Est¨¢ lejos de la popularidad absoluta, y crecer¨¢ en la medida en que lo hagan las clases medias", reflexiona Gurrutxaga. "Los aspectos l¨²dicos son fundamentales en la sociedad actual. Antes, un trabajador apenas ten¨ªa tiempo para tomarse un vino con sus amigos. Ahora la gente quiere saber c¨®mo aprovechar su tiempo libre, y el golf no deja de ser un reflejo de eso", concluye.
Una de cada tres licencias es femenina
Alrededor del 35% de las casi 20.000 licencias que registra la Federaci¨®n Vasca de Golf pertenece a mujeres, que se han incorporado con fuerza a este deporte. "La mujer se preocupa cada vez m¨¢s por su bienestar, y el golf es una opci¨®n, ya sea de manera individual, con amigas o con la familia", explica Jule ?lvarez, gerente de la federaci¨®n.
Por fortuna, en Euskadi no sucede lo mismo que en Augusta, donde se disputa el reconocido Masters y se impide que las mujeres se inscriban como socias o disputen torneos en sus instalaciones. "No he sufrido cosas as¨ª, pero parece mentira que todav¨ªa contin¨²en con esas tradiciones", dice Tania Elosegui (San Sebasti¨¢n, 1981), actual campeona de Espa?a.
Elosegui -al igual que las hermanas Amaia y Marina Arruti, pioneras del golf femenino en el Pa¨ªs Vasco - comenz¨® a practicar en los primeros hoyos de la mano de sus padres.
Concentraci¨®n
"Este es un deporte que engancha mucho. Cada d¨ªa es un reto, y quieres superar lo que has hecho el d¨ªa antes. Pero es necesaria una gran concentraci¨®n y paciencia", avisa.
Elesegui defiende el golf como un m¨¦todo m¨¢s para la evasi¨®n. "Te permite disfrutar del entorno, y tienes diversas opciones de juego en funci¨®n del nivel. Pienso que el golf femenino va a seguir al alza", a?ade.
Incluso se atreve a citar unos cuantos nombre de golfistas que ya est¨¢n destacando por su calidad. "Paola Etchart, Ana Urchegui, Amaia y Nerea Salaberria son jugadoras que tienen mucho futuro", asegura.
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