Ra¨²l, como un reloj
El capit¨¢n del Madrid ha marcado en ocho de los diez partidos jugados en el Bernab¨¦u
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Dice Fabio Capello que alej¨® a Ra¨²l del ¨¢rea porque lo vio necesitado de pr¨¢ctica espec¨ªfica y, sobre todo, "de confianza". Un a?o despu¨¦s de las percepciones del t¨¦cnico, el capit¨¢n del Madrid se ha transformado por completo. Si Capello le ayud¨® a recuperar la certeza en su poder, futbol¨ªstico y pol¨ªtico, su nuevo entrenador, Bernd Schuster, le ha puesto en el ¨¢rea. Al cabo del viaje, el p¨²blico del Bernab¨¦u no sale de su asombro. Tres a?os despu¨¦s de que iniciara lo que parec¨ªa su declive irremediable, Ra¨²l ha vuelto a encontrarse con el gol. Ha marcado en ocho de los diez partidos disputados por el Madrid en su campo esta temporada. Nueve goles en total. Nueve saltitos rabiosos. Los besos l¨¢nguidos al anillo conyugal han dado paso a los arrebatos de furia y autoexaltaci¨®n. Las celebraciones de los goles revelan su estado espiritual.
A los 30 a?os, Ra¨²l experimenta la clase de metamorfosis que los futbolistas atribuyen a la fe y los penitentes a la gracia. Su caso es especial porque no entiende el f¨²tbol como un juego sino como un m¨¦todo de reafirmaci¨®n personal, y, de paso, un camino hacia el perfecto estado de producci¨®n perpetua. El hombre, como dice Capello, no es capaz de hacer goles simplemente jugando. Adem¨¢s, necesita sentirse poderoso.
Los peores a?os de Ra¨²l coinciden con la fase expansiva de Florentino P¨¦rez. Durante las dos ¨²ltimas temporadas de la presidencia de P¨¦rez, el capit¨¢n vivi¨® progresivamente inhibido por jugadores que se sent¨ªan y eran m¨¢s poderosos que ¨¦l. Entre 2004 y 2006 P¨¦rez estableci¨® una serie de relaciones personales con su grupo predilecto de jugadores: Figo, Ronaldo, Beckham y Zidane. El carisma de Ronaldo concentr¨® la atenci¨®n del mandatario y de los agraciados. Que Ronaldo profesara hacia Ra¨²l una mezcla de desprecio e indiferencia no ayud¨® a aliviar las tensiones. El vestuario del Madrid se hizo inh¨®spito para Ra¨²l. El capit¨¢n ostentaba el t¨ªtulo nominalmente, pero carec¨ªa de influencia y su autoridad se cuestionaba a diario.
La llegada de Capello y su ofensiva contra Ronaldo cont¨® con el respaldo incondicional de Ra¨²l. Con el correr de la temporada, el cambio de orden en el vestuario fue un hecho. El traspaso de Ronaldo al Milan y la apuesta del presidente, Ram¨®n Calder¨®n, por la l¨ªnea espa?olista que encabezaba Ra¨²l, acab¨® por consolidar en el poder al delantero. Ra¨²l floreci¨® desde entonces. Esta temporada, el club lo ha rodeado de gente de su confianza. La incorporaci¨®n de Javier Lozano como responsable de la coordinaci¨®n entre la plantilla y la directiva, y el fichaje de Walter di Salvo, el preparador f¨ªsico, fortalecen al capit¨¢n. Ra¨²l es m¨¢s poderoso que nunca. Y marca goles como nunca. Desde la primera jornada de Liga, la secuencia ha sido imparable: Atl¨¦tico, Werder, Betis, Olympiakos, Deportivo, Mallorca, Racing (dos tantos) y Lazio.

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