Guinovart, tel¨²rico y moderno
La dilatada trayectoria de Josep Guinovart (Barcelona, 1927- 2007) ha permitido que su obra fuera estudiada por los m¨¢s conspicuos analistas: Eugeni d'Ors, J. E. Cirlot, Alexandre Cirici, Josep M. Castellet, Joan Perucho, Blai Bonet, Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera, J. M. Moreno Galv¨¢n, J. Corredor-Matheos, Valeriano Bozal, Francisco Calvo Serraller, Juan Manuel Bonet, entre muchos otros cr¨ªticos de arte, la mayor¨ªa de los cuales han considerado que su contribuci¨®n a nuestro arte contempor¨¢neo ha sido fundamental.
Parad¨®jicamente, la carrera de este artista con may¨²sculas -fallecido ayer en Barcelona- no sigui¨® los caminos consuetudinarios, ya que no tuvo una formaci¨®n art¨ªstica convencional, sino que su implicaci¨®n en lo pict¨®rico surgi¨® de la pr¨¢ctica m¨¢s directa del oficio que realizaba junto a su padre, pintor de paredes. Y aunque ocasionalmente visit¨® la Escuela de Artes y Oficios de la Llotja y asisti¨® a algunas clases de dibujo en el FAD, su pasi¨®n por los colores, por las posibilidades expresivas del ¨®leo y por la sensualidad de la materia pict¨®rica la descubri¨® por s¨ª mismo. En estas condiciones, sin sentirse lastrado por el peso de la tradici¨®n acad¨¦mica y convencido de sus capacidades, en 1951 decidi¨® abandonar la pintura decorativa para dedicarse por completo al arte, llegando a desarrollar una l¨ªnea peculiar que sintoniz¨® con las corrientes que le fueron contempor¨¢neas, a¨²n sin dejarse arrastrar por sus postulados, fiel a su propia premisa de "rechazar al estilo".
Pero no siempre fue as¨ª. Su obra inicial se desenvuelve dentro de una figuraci¨®n primitiva, pr¨®xima al lenguaje de V¨¢zquez D¨ªaz y Zabaleta, una f¨®rmula que evolucion¨® hacia una versi¨®n propia del informalismo a finales de los a?os cincuenta a consecuencia de las visitas que Guinovart hizo en 1952 al Museo del Prado, donde descubri¨® a Goya, y a sus contactos ese mismo a?o con la pintura de Braque, Picasso, Mir¨® y Gris durante su estancia en Par¨ªs, la lectura de poetas como Foix, Salvat Papasse?t, Lorca o Miguel Hern¨¢ndez, el descubrimiento del jazz americano y su progresiva toma de conciencia social, sin olvidar el inter¨¦s que suscitaron en ¨¦l aquellos pintores que supieron conjugar la dimensi¨®n expresionista con la riqueza textual de la materia pict¨®rica, me refiero a Van Gogh, Nonell, Gimeno, Raurich, Mir, Vill¨¤, etc¨¦tera, de los que siempre se sinti¨® deudor.
En estas obras, de clara denuncia social, Guinovart integr¨® maderas quemadas y policromadas, trapos, los m¨¢s diversos objetos de la vida cotidiana, asimilando elementos del pop americano, de los assamblages neodadaistas, de la llamada "cr¨®nica de la realidad" y de lo que en su momento se denomin¨® Estampa Popular, pero desde una dicci¨®n netamente pict¨®rica, que por su fuerza expresiva y contundencia formal M. Llu?sa Borr¨¤s defini¨®, acertadamente, como "brutalismo cr¨ªtico".
A partir de este momento, Guinovart efectu¨® m¨²ltiples exposiciones en Espa?a, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos... y particip¨® en las bienales de Venecia, S?o Paulo y Alejandria, donde present¨® unas obras en las que ya se pon¨ªa de manifiesto que hab¨ªa alcanzado una plenitud expresiva que daba a conocer un lenguaje inconfundible, situado entre la figuraci¨®n y la abstracci¨®n, que le sirvi¨® para seguir desarrollando nuevos temas derivados de sus viajes, de sus lecturas, de sus reflexiones intelectuales o pol¨ªticas, a las que nunca renunci¨®.
Es cierto que Guinovart fue un gran artista. As¨ª lo han reconocido nuestras instituciones, entre otras, el Ayuntamiento de Barcelona que le otorg¨® el Premi Ciutat de Barcelona en 1981, el Gobierno de Espa?a que le concedi¨® el Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en 1982, la Generalitat de Catalunya que le entreg¨® el Premi d'Arts Pl¨¤stiques en 1990, y el Ayuntamiento de Agramunt que le nombr¨® hijo adoptivo de esta poblaci¨®n, que desde 1994 acoge un museo dedicado a su obra. Pero por encima de todo, Guinovart ha sido un artista en el sentido m¨¢s completo de la palabra, que ha cultivado durante m¨¢s de sesenta a?os la pintura, la escultura, el grabado, la ilustraci¨®n, la escenograf¨ªa, el cartelismo, que ahora se muestra de una forma exhaustiva en el Museu d'Hist¨°ria de Catalunya, donde puede comprobarse su grado de compromiso con la cultura y la libertad. Y s¨®lo me queda a?adir que si algo define a Guinovart es que fue un investigador incansable, que supo combinar magistralmente la fuerza de lo tel¨²rico con el esp¨ªritu de la modernidad.
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