Dos regalos

El f¨²tbol, l¨®gico, arras¨® el martes en Antena 3. Pero casi tres millones de personas —la mitad que el partido— pudieron disfrutar, qu¨¦ placer, con The Queen (TVE-1). La espl¨¦ndida pel¨ªcula de Stephen Frears explica c¨®mo la muerte de Lady Di introdujo a la anquilosada realeza brit¨¢nica en la cultura de masas de la mano del modernizador Tony Blair. Y, de paso, deja constancia del poder de los medios de comunicaci¨®n en todo lo que hoy sucede. Impagable y fascinante lecci¨®n sobre la din¨¢mica social que nos rodea, The Queen es una joya que ni siquiera la publicidad destroza. Hay que celebrar que la televisi¨®n sea capaz de ofrecernos estos regalos.

Merecidos premios a audiencias mucho m¨¢s listas de lo que permiten suponer esos programas par¨¢sitos del famoseo de vecindad, escuela Tomate, cuya decadencia salta a la vista. Desde el momento en que los par¨¢sitos crean sus propios par¨¢sitos en clave ir¨®nica —El hormiguero (Cuatro), S¨¦ lo que hicisteis y El intermedio (La Sexta)— y convierten a sus estrellas, como Jorge Javier, en sustitutos de Isabel Pantoja, est¨¢n sentenciados. La tele quema generaciones a velocidad de v¨¦rtigo. Cuidado con esta voracidad: el estrellato puede acabar estrell¨¢ndose.

Los estadounidenses saben mucho de estas cosas, est¨¢n de vuelta del nuevo riquismo de la popularidad y, cuando pueden, se r¨ªen como fieras de los monstruos que crean. Ah¨ª est¨¢ esta asombrosa y recomendable comedia, Entourage (aqu¨ª llamada El juego de Hollywood), que La Sexta programa en la madrugada del martes al mi¨¦rcoles como si le diera verg¨¹enza mostrar las debilidades del star system. Los ¨²ltimos dos episodios muestran c¨®mo el protagonista, Vince, aspirante a estrella, y su entorno aprenden que "un mill¨®n de d¨®lares ya no es lo que era", y que el ¨¦xito en Hollywood es fruto de inimaginables habilidades, casualidades y contradicciones. Su ingenuidad de novatos entusiastas es otro regalo.