Cerradas dos residencias de mayores por graves deficiencias sanitarias

El primero ya ten¨ªa una orden de cierre cautelar por malos tratos desde junio, ahora confirmada. El edificio, vac¨ªo desde hace meses, est¨¢ en alquiler. La administradora de la residencia, Mar¨ªa Antonietta Corradi, "debe un a?o de cuotas", explicaba ayer la inmobiliaria propietaria del inmueble. El segundo centro, propiedad de Mar¨ªa Rosa S¨¢nchez, conoc¨ªa desde agosto la amenaza de cierre, cuando se realiz¨® la ¨²ltima inspecci¨®n, que no super¨®. "Desde entonces no han contestado. Por eso hemos decidido el cierre definitivo", explica una portavoz regional.

El mal estado de las habitaciones, los aseos, la ropa de cama o los comedores, y el personal escaso y no cualificado (familiares de los residentes hablan de dos a tres personas para cuidar a 65 ancianos) son algunos de los motivos que han llevado al cierre de San Eduardo. En su puerta, el abogado de Mar¨ªa Rosa S¨¢nchez afirmaba conocer "los verdaderos motivos del cierre". Sin embargo, no quiso desvelarlos. Con halo de misterio, el letrado no dej¨®, "por orden" de su clienta, que los periodistas visitasen las instalaciones para comprobar la veracidad de lo denunciado.

Dentro del recinto s¨®lo entraron familiares que llegaban poco a poco a la residencia, preocupados por lo difundido a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n. Hab¨ªa opiniones opuestas. Desde los que aseguraban que la calidad era buena hasta los que pensaban justo lo contrario. Entre los primeros, los que a¨²n conf¨ªan en el asilo, coincid¨ªa, o bien que hace pocos meses que tienen a sus mayores viviendo en San Eduardo, o bien que los visitan apenas una vez al mes. Sin embargo, las mayores quejas ven¨ªan de aquellos que hac¨ªa m¨¢s a?os que tienen a sus familiares en la residencia o que los hab¨ªan tenido en el pasado. "No puedes imaginar la diferencia que hay entre venir un fin de semana y venir hoy", dec¨ªa un familiar tras visitar a su madre. Dentro, aseguraba, reinaba el desorden, la suciedad y el descontrol. Por poco tiempo. Un inspector de Asuntos Sociales vigilar¨¢ la residencia hasta el cierre, que una portavoz da por seguro: "La residencia se va a cerrar. La decisi¨®n es firme. Las irregularidades son muy graves. Informaremos a los familiares".