La cumbre de Bali acorrala a Bush

La delegaci¨®n de Estados Unidos vivi¨® ayer un d¨ªa de pesadilla en Bali. Desde la ma?ana a la noche, de forma coordinada, Naciones Unidas, la UE, Al Gore, los dem¨®cratas, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ecologistas y cient¨ªficos criticaron su actitud de bloqueo y su negativa a que el mandato de Bali incluya cifras de reducci¨®n de emisiones (entre el 25% y el 40% en 2020). Aprovechan que la Administraci¨®n de Bush est¨¢ de retirada y que ¨¦sta es su ¨²ltima cumbre. As¨ª, si finalmente el acuerdo no incluye cifras, la culpa ser¨¢ de Bush, que lleg¨® con buena cara a Bali y se ir¨¢ solo y malhumorado.

Al Gore propone pactar un texto sin cifras para salvar el bloqueo

Sin la UE, el foro de Hawai, una apuesta de Bush, quedar¨ªa vac¨ªo de contenido

En su posici¨®n tiene aliados (Jap¨®n y Canad¨¢) pero ninguno alz¨® la voz para defenderlo. De Bali saldr¨¢ un acuerdo para renovar Kioto, lo que no es poco, pero tambi¨¦n quedar¨¢ como el momento en que la comunidad internacional se levant¨® contra el m¨¢s poderoso de la clase. En las cr¨ªticas hay mucho de escenificaci¨®n para alcanzar el acuerdo, pero no deja de ser impactante que la mayor potencia mundial reciba tal varapalo en el mismo d¨ªa en una cumbre de 190 pa¨ªses.

Entre las cosas por las que Bush ser¨¢ recordado dentro de 20 a?os figurar¨¢n con total seguridad la guerra de Irak y su negativa a ratificar el Protocolo de Kioto. Primero neg¨® el cambio clim¨¢tico, despu¨¦s lo puso en duda y ayer en Bali la jefa de la delegaci¨®n de EE UU Paula Dobriansky insisti¨® en que esto es s¨®lo el comienzo de la negociaci¨®n de dos a?os y que salir de Bali con unas cifras "prejuzga" el resultado.

Ante la negativa a poner cifras, la comunidad internacional opt¨® por dos estrategias paralelas. Por un lado, tendi¨® la mano a EE UU al modificar el borrador. El texto pas¨® a incluir las cifras en el pre¨¢mbulo -no en la parte dispositiva- y qued¨® redactado de forma que queda claro que Estados Unidos no est¨¢ de acuerdo pero que el resto s¨ª. En teor¨ªa, el plan pod¨ªa salvar la reticencia de EE UU, que oficialmente se opon¨ªa a tener objetivos vinculantes dentro del marco de naciones unidas. Como explic¨® el secretario de la convenci¨®n, Yvo de Boer, de Naciones Unidas: "He o¨ªdo a Bush decir que quiere objetivos claros y a largo plazo en tratados internacionales" pero que su problema es que fuesen vinculantes. La intenci¨®n de la alambicada redacci¨®n era mantener los objetivos de emisiones para los pa¨ªses ricos y que no fuese legalmente obligatorio para EE UU.

El ¨²ltimo borrador conocido ayer dec¨ªa que el 25%-40% era "un rango indicativo" que quer¨ªan los pa¨ªses del Protocolo de Kioto (entre los que no est¨¢ Estados Unidos) y obligaba a las naciones en desarrollo a presentar cada a?o "acciones medibles" para mitigar el cambio clim¨¢tico.

Al encontrar una nueva negativa, Europa aument¨® la tensi¨®n. El ministro alem¨¢n de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, anunci¨® que sin un acuerdo ambicioso en Bali, la UE no acudir¨ªa a la cumbre paralela que organiza EE UU. Se trata de un foro oficialmente llamado de las mayores econom¨ªas (y conocido como de los grandes contaminadores) que busca reducciones voluntarias de las emisiones de CO2. "?sta es una posici¨®n clara de la UE", concluy¨®.

Con ese foro paralelo, EE UU quiere socavar el liderazgo de Naciones Unidas y la UE y construir un edificio paralelo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Aunque para eso haya que hacer fracasar a la cumbre del clima de la ONU. Al foro est¨¢n invitados 15 pa¨ªses responsables del 80% de las emisiones de CO2 y De Boer ironiz¨® cuando le preguntaron si ir¨ªa: "Me han dicho que estoy en el programa pero yo no s¨¦ nada". Lo que irrita a la UE es que fue el d¨ªa anterior cuando Washington anunci¨® la convocatoria de la segunda reuni¨®n de este foro y el asesor para el clima de la Casa Blanca, James L. Connaughton, lo confirm¨® en Bali.

Por la UE acuden cuatro pa¨ªses (Italia, Alemania, Francia, y Reino Unido) y el anuncio alem¨¢n se hizo de manera formal junto al representante de la presidencia de turno de Portugal. Aunque no le toca ning¨²n cargo, Alemania ha tomado la direcci¨®n de la postura de la UE de una forma abrumadora, ya que Angela Merkel ya presidi¨® con gran acierto una de estas cumbres, en 1999, en Bonn.

La amenaza de boicoteo de la UE tiene mucho de postura de fuerza en la negociaci¨®n, pero si al final lleva a cabo su amenaza, aparte de suponer un golpe a las relaciones, deja vaci¨® de contenido el foro, la gran apuesta de Bush contra el cambio clim¨¢tico. El portavoz de la UE era algo que llevaban reclamando los ecologistas, como Greenpeace, que celebr¨® la actitud de Gabriel. Al pulso a Bush se sum¨® el alcalde de Nueva York y ex miembro del partido republicano, Michael Bloomberg, que ayer defendi¨® en Bali m¨¢s impuestos para luchar contar el calentamiento, y aplaudi¨® que cada vez m¨¢s estados y ciudades en Norteam¨¦rica han asumido los compromisos de Kioto. Pero sobre todo, estuvo Al Gore, reci¨¦n llegado de Oslo de recibir el premio Nobel. Gore denunci¨® ante 500 delegados la inmoralidad de no combatir el cambio clim¨¢tico y pidi¨® "una relaci¨®n con el sistema ecol¨®gico radicalmente nueva". Tras exponer las evidencias del problema avalado por informes cient¨ªficos. Y clam¨®: "Afrontamos un momento ¨²nico. Les hablo como persona, como padre y como abuelo. No tengo ning¨²n cargo. Les hablo como americano y digo que mi pa¨ªs est¨¢ obstruyendo la negociaci¨®n aqu¨ª en Bali". La sala, puesta en pie rompi¨® a aplaudir, algo que repiti¨® otra decena de veces en los 41 minutos de discurso.

Al resto de pa¨ªses les espet¨®: "Pueden sentir cabreo y frustraci¨®n hacia EE UU o dejar un hueco en blanco en el mandato donde deber¨ªan ir los objetivos de emisiones y decir que ya se completar¨¢. Uno de los mejores jugadores de hockey sobre hielo de mi pa¨ªs dec¨ªa que ¨¦l era bueno porque no lanzaba la pastilla al lugar adonde estaban sus compa?eros, sino adonde iban a estar. Y en dos a?os, Estados Unidos no va a estar donde ahora est¨¢". Gore reconoci¨® que no iba a ser diplom¨¢tico y llam¨® a EE UU el elefante o el agujero negro de la cumbre.

En dos a?os, cuando se tiene que firmar el acuerdo que sustituya al de Kioto, habr¨¢ una nueva Administraci¨®n en la Casa Blanca. Gore apostaba as¨ª por salvar la negociaci¨®n, aceptar un mandato de Bali sin cifras de reducci¨®n de emisiones (pero con avances muy importantes en deforestaci¨®n y adaptaci¨®n y transferencia de tecnolog¨ªa limpia a los pa¨ªses pobres) y pactar las cifras antes de la cumbre de Copenhague en 2009.

La posici¨®n de Gore de eludir a EE UU y pactar un texto sin cifras parec¨ªa ayer la m¨¢s probable.