Reflexi¨®n europea
La elecci¨®n de Gonz¨¢lez al frente del comit¨¦ de sabios de la UE es una garant¨ªa de europe¨ªsmo
No deja de ser una paradoja que nada m¨¢s firmar el jueves en Lisboa el Tratado que culmina 10 a?os de negociaciones y crea las instituciones para este principio del siglo XXI, los Veintisiete encargaran ayer a un nuevo Grupo de Reflexi¨®n pensar sobre el futuro de la Uni¨®n. No de sus instituciones, pues no quieren entrar en nuevos pulsos desgarradores, ni de sus finanzas, que se abordan en otro ¨¢mbito, pero s¨ª de su adaptaci¨®n a la globalizaci¨®n. El mensaje m¨¢s positivo es que sea Felipe Gonz¨¢lez el elegido para encabezar este nuevo comit¨¦ de sabios, no porque sea espa?ol, sino por su profundo compromiso, dentro y fuera del Gobierno, con el europe¨ªsmo y la modernizaci¨®n de la Uni¨®n Europea.
El horizonte de esta reflexi¨®n sobre el modelo socioecon¨®mico y otros aspectos como la energ¨ªa o el terrorismo se sit¨²a en 2020-2030. De aqu¨ª a entonces el mundo cambiar¨¢ sobremanera con el ascenso de China, India y otros poderes emergentes y la revoluci¨®n permanente tecnol¨®gica. Que le acompa?e en este quehacer el presidente de Nokia es otra garant¨ªa de buen hacer y de no limitar la reflexi¨®n a la pol¨ªtica. Pero en este grupo habr¨ªan de entrar tambi¨¦n las nuevas generaciones. Si no quiere convertirse en un gran museo, Europa deber¨¢ salir de su sopor. Es de esperar que Gonz¨¢lez y los otros ocho que le acompa?en en este ejercicio que ha de concluir en junio de 2010, en coincidencia con la presidencia semestral, consigan desperezarla.
El Tratado de Lisboa le da a la UE los medios para funcionar con 27 miembros, y alguno m¨¢s, y avanzar. En ¨¦l se ha salvado casi todo lo operativo de la fracasada Constituci¨®n europea, aunque con un texto carente de hilo conductor y de alma pol¨ªtica, incomprensible salvo para los m¨¢s expertos, y concluido de espaldas a los ciudadanos. Con ¨¦l, salvo nuevas sorpresas en el proceso de ratificaci¨®n, se cierra un cap¨ªtulo importante en la construcci¨®n europea. Como indic¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Dur?o Barroso, la Uni¨®n se ha dotado de m¨¢s capacidad de acci¨®n en todos los ¨¢mbitos, pero a¨²n le falta la voluntad pol¨ªtica. Y pese al Tratado y las buenas palabras en Lisboa, el discurso que emana de Par¨ªs y otras capitales es esencialmente soberanista. En cuanto a los brit¨¢nicos, todo queda reflejado en el rid¨ªculo gesto de Gordon Brown de no acudir a firmar el tratado con los dem¨¢s para evitar salir en una foto de exaltaci¨®n de Europa.
Los debates previos y en el Consejo Europeo ayer en Bruselas sobre el mandato al comit¨¦ Gonz¨¢lez indican lo que separa a¨²n al actual grupo de dirigentes europeos. La reflexi¨®n ha de abordar "la estabilidad y la prosperidad de la Uni¨®n y del conjunto de la regi¨®n", una forma de evitar directamente la cuesti¨®n de los l¨ªmites geogr¨¢ficos de la Uni¨®n, pues no hay acuerdo sobre Turqu¨ªa. D¨®nde puede y debe acabar la UE es una cuesti¨®n importante e insoslayable por m¨¢s que se vaya postergando.
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