Inflaci¨®n peligrosa

La subida de los precios en el mes de noviembre, que ha llevado la tasa interanual de inflaci¨®n hasta el 4,1%, confirma que la econom¨ªa espa?ola vivir¨¢ en 2008 una situaci¨®n muy inc¨®moda. En primer lugar, obliga a un esfuerzo importante de compensaci¨®n a los pensionistas, calculado en la cantidad r¨¦cord de 3.121,8 millones de euros. Pero es que, adem¨¢s, empeora la estructura de costes de producci¨®n de las empresas espa?olas, de por s¨ª deteriorada respecto a los competidores europeos, puesto que el diferencial de inflaci¨®n con la eurozona se sit¨²a en 1,1 puntos. Causa incertidumbre que esta subida escalofriante de la inflaci¨®n a partir de septiembre se convierta en una amenaza grave para la moderaci¨®n salarial, que es uno de los pilares de la prosperidad econ¨®mica de los ¨²ltimos ocho o nueve a?os.

No hay sorpresas en las causas del repunte inflacionista. En tasa interanual, los precios del transporte han subido el 6,3%, los combustibles, el 13,4%, y los de los alimentos aumentaron el 6,3%. Resulta especialmente escandaloso el encarecimiento de la leche -casi el 30% en el ¨²ltimo a?o- y del pan -que supera el 14%-. Las autoridades econ¨®micas no explican satisfactoriamente esta desorbitada subida de los alimentos b¨¢sicos, que perjudica m¨¢s a las rentas m¨¢s bajas. Las acusaciones gen¨¦ricas a los precios internacionales del crudo o de los cereales deber¨ªan ir acompa?adas, para resultar cre¨ªbles, de informaciones precisas sobre costes y m¨¢rgenes de las cadenas de comercializaci¨®n y distribuci¨®n. El Gobierno transmite una imagen de resignada pasividad ante la escalada de los precios y la opini¨®n p¨²blica percibe con creciente desconcierto esa resignaci¨®n.

Para evitar el riesgo de una espiral precios-salarios, desde el Gobierno se sugiere que los salarios se negocien con la inflaci¨®n media del a?o como referencia y que no se atienda a las subidas moment¨¢neas de inflaci¨®n. Pero resulta que mientras la tasa de inflaci¨®n fue descendente y la inflaci¨®n media era superior a la de cierre del a?o, nadie defendi¨® esa idea. Por otra parte, tras los repuntes de inflaci¨®n, los precios no vuelven a sus posiciones de origen; se enquistan como bases de nuevas subidas. Si quiere convencer a los agentes sociales, el Gobierno tendr¨¢ que afinar m¨¢s sus argumentos.