"El 98% de los asesinatos en Guatemala queda impune"

El fiscal del Tribunal Supremo Carlos Castresana (Madrid, 1957) es el primer jefe de la Comisi¨®n Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), creada recientemente por la ONU con el respaldo de una treintena de naciones. Devastado por 36 a?os de una guerra civil (1960-1996) que caus¨® 260.000 muertos y desaparecidos, el pa¨ªs centroamericano, de 11,5 millones de habitantes, est¨¢ en plena descomposici¨®n social por los zarpazos de la violencia y la incapacidad de las instituciones. A este para¨ªso de la impunidad llegar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas Castresana, que puso la primera piedra de la persecuci¨®n judicial de Augusto Pinochet, al presentar en julio de 1996 una denuncia contra el dictador chileno, ampar¨¢ndose en la jurisdicci¨®n universal establecida en los principios de Nuremberg. El fiscal espa?ol, que ha estado al frente de la oficina antidrogas de la ONU en la ciudad mexicana de Monterrey, se convierte en el espa?ol que ocupa el cargo de mayor rango en el organismo internacional.

"Los acuerdos de paz de 1996 ten¨ªan buenos deseos, pero no se hicieron realidad"

El mandato de la CICIG es "combatir a los grupos delictivos bien organizados y poderosos que est¨¢n insertados en las instituciones del Estado, b¨¢sicamente de seguridad p¨²blica y de justicia", explica Castresana en una entrevista concedida en su casa de Monterrey.

Pregunta. ?Qu¨¦ precedentes tiene la CICIG?

Respuesta. El modelo m¨¢s parecido es el de la comisi¨®n de investigaci¨®n que se cre¨® en L¨ªbano. B¨¢sicamente, se trata de una fiscal¨ªa internacional, que tiene una similitud con los tribunales internacionales de Yugoslavia, Ruanda, Sierra Leona, Camboya y la Corte Penal Internacional.

P. ?Por qu¨¦ Guatemala ha padecido y padece un nivel tan alto de violencia y de impunidad?

R. Las ra¨ªces est¨¢n en un conflicto armado terrible, que caus¨® una cifra de muertos excepcional, incluso para los altos est¨¢ndares de la regi¨®n, que en su mayor¨ªa pertenec¨ªan a la poblaci¨®n civil. Los acuerdos de paz de 1996 ten¨ªan buenos deseos que no se tradujeron en hechos. Guatemala tiene una institucionalidad end¨¦micamente d¨¦bil y es, adem¨¢s, zona de paso de la droga que circula desde los pa¨ªses productores, como Colombia, hacia el pa¨ªs distribuidor, M¨¦xico, y el mercado principal, Estados Unidos.

P. ?C¨®mo se manifiesta la debilidad del Estado en Guatemala?

R. Las estad¨ªsticas muestran que muy pocos casos se resuelven, menos llegan a juicio, y las sentencias condenatorias son casi inexistentes. El 98% de los asesinatos cometidos en Guatemala queda impune. Los casos resueltos se cuentan con los dedos de la mano. [Seg¨²n la organizaci¨®n Sobrevivientes, entre los a?os 2000 y 2005 s¨®lo hubo cinco casos resueltos, con los culpables en la c¨¢rcel].

P. La Comisi¨®n que usted preside, ?investigar¨¢ casos concretos?

R. Es muy importante medir bien las expectativas de la Comisi¨®n para evitar frustraciones. El objetivo es combatir la impunidad, demostrar con hechos, investigaci¨®n bien construida, pruebas cient¨ªficas y acusaciones s¨®lidas que puede cambiar el marco de fracaso general y reiterado de las instituciones de administraci¨®n de justicia. Hay que trabajar codo con codo con los funcionarios guatemaltecos de la polic¨ªa, la Fiscal¨ªa y los tribunales.

P. ?Qu¨¦ naciones est¨¢n impulsando con m¨¢s fuerza la CICIG?

R. En Am¨¦rica, Estados Unidos y Canad¨¢ han hecho aportaciones muy importantes. Otros pa¨ªses de la regi¨®n, como M¨¦xico, han comprometido su apoyo pol¨ªtico y aportar¨¢n personal especializado, como investigadores y juristas. En el caso de la Uni¨®n Europea y otros pa¨ªses europeos, el apoyo pol¨ªtico y financiero est¨¢ garantizado por parte de Suecia, Espa?a y casi todos los pa¨ªses de la UE.

P. Cuando un Gobierno como el de Guatemala reconoce que no puede afrontar el problema y pide ayuda, ?est¨¢ cediendo soberan¨ªa?

R. Creo que no, y as¨ª lo ha expresado la Corte de Constitucionalidad de Guatemala. Es una muestra de valent¨ªa por parte de una naci¨®n que acude a la comunidad internacional y dice: "No puedo solo, ay¨²denme". Al mismo tiempo es un paso arriesgado y valiente de la ONU, que desde su fundaci¨®n en 1945 s¨®lo ha trabajado jur¨ªdicamente en el ¨¢mbito m¨¢s amigable de los tribunales internacionales. Que Naciones Unidas acepte bajar a la arena de los tribunales de justicia de un Estado miembro con todas las consecuencias supone tambi¨¦n una muestra de generosidad estimable.

P. ?Se avanza en la idea de justicia internacional?

R. La Comisi¨®n se crea en un contexto de consenso a partir de los a?os noventa para ejercer la jurisdicci¨®n universal, que tuvo su m¨¢ximo ejemplo en el caso del general Pinochet. En este contexto, la comunidad internacional entiende que los instrumentos de la justicia internacional son al menos alternativos al uso de la fuerza. ?ste es el sentido de la Comisi¨®n de Guatemala. Creo que quienes me propusieron para este cargo tuvieron en cuenta mi experiencia en el ¨¢mbito de la justicia internacional y una experiencia en la Fiscal¨ªa Antidrogas y la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.

P. Usted ha comparado las estrategias contra el terrorismo de Estados Unidos y Espa?a despu¨¦s del 11-S y el 11-M.

R. Una comparaci¨®n leg¨ªtima entre las sendas de ambos pa¨ªses demuestra que la espa?ola es la acertada, y la estadounidense, la equivocada. A la vista est¨¢n los resultados. Frente a ataques de la barbarie, las autoridades estadounidenses se saltaron el Estado de derecho, y varios a?os despu¨¦s de los atentados no tienen una sola sentencia homologable que poder ense?ar. El problema sigue enquistado, y los grupos terroristas se han reforzado. La importancia del juicio del 11-M es que en Espa?a hemos sido capaces de establecer un est¨¢ndar frente al terrorismo internacional del siglo XXI que seguramente es perdurable.

P. ?C¨®mo ve la situaci¨®n de la justicia en Espa?a?

R. La reforma judicial est¨¢ pendiente. La transici¨®n apenas roz¨® el poder judicial. En lo org¨¢nico y en lo estructural tenemos un gobierno del poder judicial que no entiende que debe ser un poder independiente. Desgraciadamente, el poder judicial en Espa?a sigue siendo demasiado poderoso con los d¨¦biles y demasiado d¨¦bil frente a los poderosos.

P. ?Qu¨¦ refleja o qu¨¦ pone de relieve el caso del juez G¨®mez Berm¨²dez?

R. El libro de su esposa es algo sencillamente reprobable, por razones de elegancia. No basta con pedir disculpas. En el caso de este juez hay un problema de origen, que es c¨®mo fue elegido presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Fue objeto de impugnaci¨®n y de reiterada anulaci¨®n por su ineptitud para el cargo. Pese a todo ello, el Consejo reiter¨® el nombramiento. Su actuaci¨®n en el juicio del 11-M es un elemento jur¨ªdico muy valioso, tuvimos un buen juicio y una buena sentencia. Lamentablemente, el colof¨®n ha sido el incidente lamentable del libro de la esposa. El Consejo deber¨ªa tomar medidas, y ¨¦l deber¨ªa presentar la renuncia. -